Solos [Kookmin]

FINAL

Mi cara debe ser un desastre por sus palabras, pero me encanta imaginarme a su lado.

—Ok —él se sorprende, seguro no esperaba que yo aceptara su propuesta, pasan varios segundos y sonríe con un hermoso color carmesí en sus mejillas.

Después de un rato de platicas y risas, empiezo a bostezar, el sueño me está venciendo.

—¿Vamos a dormir?

Asiento apenado con mi cabeza.

Recoge las tazas poniéndolas en la cocina y me toma de la mano para llevarme a la recámara.

—Ahí está el baño, bajo el lavabo puedes encontrar un cepillo de dientes extra. Toma, puedes usar esta pijama, te quedará grande, pero dormirás cómodo.

—Gracias.

—Que descanses Jimin.

—¿No dormirás aquí? —me golpeo mentalmente por hacer esa pregunta, pero ya la hice y muero por la respuesta.

Se acerca y toca mi mejilla dulcemente.

—No podría contener mis ganas de besarte —sonríe y sale de la habitación dejándome petrificado.

Me quedo imaginando el beso y algo más mientras me estremezco. Me encantaría pasar una noche con ese sexy chico. Suspiro, ¡es que es tan perfecto!

Me doy una ducha rápida, lavo mis dientes, visto la enorme pijama y me dirijo a la cama, hay otro enorme ventanal frente a ella, unas cortinas blancas casi trasparentes hacen lucir muy acogedor el lugar.

Cierro mis ojos imaginando ese beso y sonrío cayendo rendido por el cansancio.

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—Jimin, despierta bebe, está amaneciendo —escucho a lo lejos, mientras siento que alguien acaricia mi cabello, me muevo un poco en la cama y abro mis ojos de a poco.

Recuerdo donde estoy y me siento tan cómodo como en casa. Veo esos hermosos ojos fijos en mí.

—Te vas a perder el amanecer —me dice de forma dulce.

Reacciono y me levanto de golpe viendo hacía la ventana.

Jungkook me da una taza de chocolate caliente mientras me invita a sentarme en unos cojines al pie de la cama.

Es hermoso ver el sol asomarse por el horizonte. Mi cara es de sorpresa, jamás había visto tanta belleza.

💜 JUNGKOOK 💜

Su carita de admiración por ver el amanecer es hermosa, me derrite su reacción ante el espectáculo que la naturaleza ofrece. Sonrío sin que se dé cuenta, este chico me tiene hipnotizado.

Deseo tanto besarlo, que me cuesta contenerme. Desde que lo ví en la playa me gustó mucho, sus reacciones ante el atardecer me animaron para invitarlo a mí cabaña. Me encantaría tener a alguien como él a mi lado, me hace sentir cómodo y me encanta saber que tenemos gustos similares.