❪ house of the dragon fanfic ❫
❈ LEGACY ೃೀ
Naerys Targaryen, hija menor de el príncipe Aemon Targaryen y Lady Jocelyn Baratheon, hermana de Rhaenys Targaryen.
Cuando la menor de las Targaryen se ve obligada a contraer matrimonio con Ormund Hightower...
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❈ CAPÍTULO UNO
" cumplir con el deber "
Año 105, D.C.
Storm's End.
Naerys Targaryen, apodada el dragón de plata luego de haber reclamado a Ala de Plata, la dragona de su difunta abuela Alysanne, no era más que una simple Lady de la corte en busca de un buen esposo.
Era, según palabras de su madre, considerada una de las más hermosas en los siete reinos, esto gracias a las características Targaryen heredadas de su padre, en una mezcla con las heredadas de su madre.
Era bien sabido que desde que la princesa Rhaenys contrajo matrimonio con Lord Corlys Velaryon, el señor de las mareas, y fue vivir a Drifmark con él, la princesa Naerys se vio vista completamente sola.
En Storm's End no tenía nada más que la simple y aburrida compañía de su exigente madre y su cariñoso tío, Boremund Baratheon. No podía decir que era del todo desagradable porque ambos le daban la libertad suficiente de hacer lo que quisiera.
Pero cuando un cuervo llegó de Oldtown para pedir su mano, ambos acordaron aceptar la propuesta sin siquiera consultarselo.
Por más que enfureció, no tuvo más remedio que acatar sus órdenes porque el mensaje ya había sido enviado, Naerys sería prometida a Ormund Hightower, señor de Antigua.
Aunque mostró el más desconsolado de los llantos, tuvo que resignarse a su destino y aceptarlo, su madre había ignorado sus súplicas e hizo oídos sordos a todas sus quejas.
Su hermana Rhaenys tampoco pudo hacer mucho desde HighTide.
En ese mismo momento los caballeros se encontraban subiendo todas sus correspondientes cosas al navío que la llevaría a Oldtown.
—¿Llevas todo lo necesario? —Naerys asintió— ¿las doncellas que elegí para ti son de tu agrado? ¿te sientes incómoda? ¿no tienes miedo?
—Madre, madre —alejó las manos que estaban sofocando sobre su mejillas— estaré bien, esto era lo que querías.
—No quiero que estés enojada —susurró— solo quiero que seas feliz, tu padre hubiera deseado eso.
Naerys suspiró con tristeza. Ah, su padre, tan poco tiempo duró con ellas que era triste recordar lo poco que sabía sobre él.
Era en su memoria que se encargaba de ser la mejor jinete de dragones, aunque hasta el momento no había logrado que la reconocieran como tal, algún día podría serlo.
—Tranquila, esto no me incomoda —aseguró— y tampoco me siento con miedo. Tú misma lo dijiste, es mi oportunidad, tengo más que edad para hacerlo.
