For Me? [Haobin]

17.

Cuando Hanbin intentó bajarse de la motocicleta de Zhang Hao luego de quitarse el casco, Hao no se lo permitió al tomar su mano y envolverla con la suya mientras se daba vuelta.

—¿Qué pasa, hyung? —preguntó Hanbin, mientras se bajaba con algo de dificultad para no soltar la mano de Zhang Hao y viéndole subir la visera del casco.

Hao le quedó observando por un par de segundos, inspeccionó su rostro de arriba a abajo, antes de soltar una pequeña risita y darle un apretón a su mano, dejando finalmente a Hanbin bajarse.

—Perdóname —susurró, y Hanbin enarcó una ceja ante aquello.

—¿Por qué debería perdonarte? No haz hecho nada —Hanbin negó, acercándose un pasito más a Zhang Hao en la acera.

—Exactamente, por eso —Hao volvió a reír ante la mueca de confusión del menor, y con su pulgar acarició el dorso de la pequeñita mano que envolvía la suya—. No he hecho nada, ya no puedo estar contigo todo el tiempo que estaba antes, no puedo pedirte formalmente que seas mi novio, porque no puedo tratarte como uno —Hanbin quedó más confundido que antes, y Hao lo notó, por lo que apretó los labios—. Tengo... Miedo.

—¿Miedo a qué? —Hanbin comenzó a sentir un poco de miedo nuevamente, por lo que preguntó temerosamente.

—Tengo miedo de que Chaewon pueda hacerte algo, o decirte algo.

Hanbin arrugó la nariz y arqueó una ceja, soltando una pequeña risita.

—Soy lo suficientemente capaz de defenderme si me hace algo.

Zhang Hao negó con la cabeza, suspirando y cerrando los ojos.

—Lo sé... Solo que, cuando le dije que no había funcionado lo de los 30 días, ella enseguida se dio cuenta que fue por alguien más, me rogó que le contara quién, jurándome que iba a ser mejor que quien me gustaba, que lo iba a superar, todas esas cosas —Hao se encogió de hombros, amagando el levantarse de la motocicleta y pasar una pierna por encima, para quedar apoyado en el asiento y en frente de Hanbin—. Tengo miedo de que ella pueda hacerte algo, que si se entera de nosotros, intente hacerte daño o... No sé, no sé que estoy diciendo —Zhang Hao rio, sintiéndose algo inútil y bajando la cabeza hasta mirar el suelo.

—Hey, Hao —Hanbin soltó su mano de la de Zhang Hao y le quitó el casco con algo de dificultad, para poder mirarle mejor y buscar su rostro caído—. Está bien, no estas diciendo nada tonto —le aseguró, llevando sus manos a los hombros contrarios y masajeando aquel lugar por sobre la ropa—. Cuando me dijiste que te gustaba, yo pensé que esto iba a pasar, que no podríamos ser una pareja enseguida por Chaewon. Y está bien, no estoy enojado, tampoco te echo la culpa de que ya no puedas ir a la cafetería sin levantar sospechas. Porque cuando te confesé mis sentimientos, yo sabía que tendríamos que pasar por esto, y no me importa si tú estás a mi lado.

Hao alzó la cabeza cuando terminó de hablar, nuevamente mirándole por un par de segundos, con los rizos de su cabello tapando sus cejas.

Hanbin soltó un chillido al sentir el fuerte y repentino abrazo que el mayor le dio, envolviéndolo entre sus brazos y hundiendo su rostro en el cabello rubio de Hanbin y apretándole con un cariño tan ardiente, que Hanbin no pudo evitar sonreír y acurrucarse en Zhang Hao como un pequeño gatito.

—De verdad, eres la cosita más linda de este mundo —escuchó a Hao, antes de comenzar a sentir pequeños cosquilleos en su cabello cuando Zhang Hao comenzó a repartir besos allí.

—Eso no es cierto —soltó una risita, y ante eso, Hao se detuvo y le separó del abrazo. Su rostro se iluminó al ver al pelinegro con una suave sonrisa tranquila, y aún más cuando de la nada Zhang Hao se agachó un poco y dejó un pequeño beso en la comisura de sus labios.

—Claro que sí, cosita —Hanbin rio ante el apodo, antes de sujetar la correa de su bolso y ver como Hao volvía a colocarse el casco y subirse a la motocicleta—. Buenas noches, Binnie, ojalá pueda pasar por ti mañana —y extendiendo su brazo, acunó la suave mejilla de Hanbin antes de encender la motocicleta.

—Buenas noches, Hao hyung —murmuró quedito el menor, antes de ver como Zhang Hao se acomodaba y partía de su complejo de departamentos por la calle oscura hasta desaparecer al doblar en la siguiente.

Hanbin suspiró, sintiendo cosquillas en donde Zhang Hao le había besado y tocado, y en ese momento se dio cuenta de que se le había olvidado pasarle el casco a Hao.

Negó con la cabeza y partió hacia su departamento. Entrando al hall y pasando del guardia saludándole con un asentimiento hacia el ascensor, que para su suerte estaba en el primer piso y tuvo que esperar nada para abordarlo. Cuando las puertas se cerraron y ya había presionado el botón 5 de su piso, ahogó un grito al darse cuenta de que Matthew lo debería estar esperando, y él no llevaba nada más que su bolso, y un casco de motocicleta, y para nada el jueguito de princesas Disney y algo comestible.

Se quiso golpear la cabeza contra el ascensor, pero no iba a dar semejante show para que el guardia después dijera que estaba loco al ver la cámara. Por lo que esperó a llegar a su piso, deseando que el ascensor tuviese una falla y le dejase encerrado, cosa que no pasó. Y tragó saliva al ver el pasillo de su piso. Y dos puertas más allá su departamento.

Gimió frustrado, ¿qué le diría a su mejor amigo ahora?

Hola, sabes que me robaron pero me defendí y obtuve un casco de motocicleta ajaja.

Caminó despacio, sacando las llaves de su departamento y lloriqueando suavemente al ya verse frente a la puerta. Insertó la llave con el más cuidado posible, intentando no hacer presente su llegada, pero todo se fue al caño cuando de un fuerte movimiento que le hizo gritar, su puerta ya estaba abierta y, Taerae y Matthew le miraban con una ceja alzado.

—¡Hola hyung! ¿Dónde estabas? —Matthew saludó sarcásticamente, viendo el casco en su mano—. O mejor dicho... ¿Con quién estabas, Sung Hanbin?

Y así, comenzaba el martirio en su propia casa.