MI AMIGO AHORA ES MI ENEMIGO - CAP 2

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Kai no se dejó engañar por las mentiras de Zack y decidió ver qué había detrás de la roca. Empujó a Zack y se acercó a la roca. Al hacerlo, vio a Zion atado y herido. Reconoció las ropas de clan rojo y se quedó horrorizado.

- ¿Qué es esto, Zack? -preguntó Kai-. ¿Qué haces con este tipo?

- No te importa -dijo Zack-. Es mi asunto.

- ¿Tu asunto? -repitió Kai-. ¿Cómo puedes decir eso? Este tipo es un enemigo. Es uno de los que mataron a la reina del clan Lyers. Es uno de los que nos atacaron a nosotros.

- No me importa -dijo Zack-. Él me puede dar lo que quiero.

- ¿Y qué quieres? -preguntó Kai-.

- Poder -respondió Zack-. Él me puede dar el poder que nunca tuve. El poder que tú y los demás tenéis y yo no.

- ¿De qué estás hablando? -preguntó Kai-. Tú tienes un gran poder. El poder de tu espada. El poder de tu valor. El poder de tu amistad.

- No, eso no es suficiente -dijo Zack-. Yo quiero un poder mágico. Un poder como el suyo. El poder de absorber la energía de los demás.

- ¿Absorber la energía? -preguntó Kai-. ¿Qué quieres decir?

- Él me lo ha explicado -dijo Zack-. Hay una forma de obtener el poder de otro sin tener que matarlo o absorberlo. Se llama el pacto del alma.

- ¿El pacto del alma? -repitió Kai-.

- Sí -dijo Zack-. Es un ritual antiguo y secreto que solo conocen los miembros del clan Rojo. Consiste en unir tu alma con la de otro mediante un juramento de sangre. Así, podrás compartir su poder y usarlo como si fuera tuyo.

- Eso es una locura -dijo Kai-. Eso es peligroso. Eso es malvado.

- No, eso es genial -dijo Zack-. Eso es lo que yo quiero. Y lo voy a hacer.

- No, no lo vas a hacer -dijo Kai-. Yo no te lo voy a permitir.

Kai se lanzó sobre Zion y trató de liberarlo de sus ataduras. Zack reaccionó rápidamente y se interpuso entre ellos. Sacó su espada y apuntó a Kai con esta.

- Aparta, Kai -dijo Zack-. No te metas en esto.

- No, Zack -dijo Kai-. No hagas esto. No te conviertas en uno de ellos.

- Ya es tarde, Kai -dijo Zack-. Ya he tomado mi decisión. Y nadie me va a detener.

Zack atacó a Kai con su espada, pero Kai esquivó el golpe y le lanzó un rayo con su mano. Zack bloqueó el rayo con su espada y contraatacó con otro corte. Kai volvió a esquivar y le lanzó otro rayo. Así comenzó una pelea entre los dos amigos, que se habían convertido en enemigos.

La pelea fue intensa y violenta. Los dos se conocían bien y sabían cómo luchar. Ninguno lograba superar al otro, pero tampoco se rendían. Se movían por la cueva, chocando sus armas y sus poderes, sin importarles el daño que se hacían o el que causaban alrededor.

La cueva empezó a temblar por la fuerza de los golpes. Las rocas se desprendían del techo y las paredes. La entrada se derrumbaba poco a poco, bloqueando el paso. El aire se llenaba de polvo y humo. El ruido era ensordecedor.

Zion observaba la pelea con una mezcla de miedo y satisfacción. Por un lado, temía morir aplastado por las rocas o alcanzado por un rayo o una espada. Por otro lado, se alegraba de ver cómo Zack se dejaba llevar por su ambición y traicionaba a su amigo. Esperaba que Zack ganara la pelea y aceptara el pacto del alma con él. Así tendría un aliado para vengar a Rax y restaurar el clan Rojo.

La pelea siguió durante varios minutos, hasta que Zack logró tomar la ventaja. Aprovechó un momento de distracción de Kai y lo golpeó con su espada en el pecho. Kai cayó al suelo, herido y sangrando. Zack se acercó a él y levantó su espada para darle el golpe final.

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