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Éste soy yo ,Itachi Uchiha ,un enfermero pasante de medio tiempo y la otra mitad de tiempo un joven camarero en un restaurante en medio de la ciudad.
No hay muchas cosas que contar de mi ,fuí criado por mis padres ,quiénes a mis doce años se separaron pero que aún así estuvieron presentes la mayor parte de mi vida, no ,mi vida no posee tragedias u dramas familiares ,al contrario ,hoy en día puedo jactarme de que siempre fuí una persona bendecida con el don de ser feliz, o al menos eso pensé hasta que él llegó a mi vida...
9:45 A.M de un día martes ,lo recuerdo muy bien porque ese día ,apesar del crudo invierno,el día se había presentado cálido ,agradable y hermoso... Recuerdo que esa vez de camino al trabajo me tomé el tiempo de observar el panorama por primera desde hacía tanto tiempo, dejé de lado mi móvil para prestar atención a mis pasos sin esperar que aquella simple "precaución" me abriría los ojos a mi presente
El sol aún no salía y los faroles aún brillantes alumbraban cálidamente mi camino ,fue una visión que jamás olvidaría, vaya... Todo se vió tan cálido y perfecto
Cómo sea ,aquel corto lapso me llevó a enfocar mi atención en cualquier cosa ,durante todo el día ,por insignificante que pareciera me mantenía pensando por extensos minutos.
- Itachi , Itachi ¿Estás prestando atención ? - la voz de la Gefa de enfermeras se escucha molesta , parpadeo un par de veces ,al parecer me había vuelto a perder en mis pensamientos
- La escucho...
Respondo rápidamente, avergonzado por lo distraído que me encontraba ,poco después me dirijo a recoger mi propio set de enfermería ,me había ordenando que me encargara de preparar lo necesario para que los doctores intervinieran a un niño de cuatro años con leucemia.
Recuerdo que en ese entonces no presté demasiada atención, no era la primera vez que me encargaba lidiar con ese tipo de pacientes, aunque confieso que es difícil no generar empatía con los familiares de éstos ,es difícil ver a esos niños y no imaginar que quizás cualquiera podría ser tú hijo ,sobrino ,Hermano...
"Intenta no mantener contacto con ellos, es por tú bien, si te encariñas con cada persona que se encuentra destinada a morir terminarás con una severa depresión ,lo digo por tú bien, simplemente no hables con ellos"
Ese había sido el consejo brindado por la Gefa de enfermeras y sin embargo...
En el preciso instante en el que mi cuerpo transpasó aquella puerta y mis ojos vieron aquellos onixes tan vivaces viendo directamente hacia mi , olvidé cada palabra pronunciada por mi superior
Recuerdo que lo hice, intenté no hablar ni dialogar con ellos mientras sostenía de su pequeña mano entre las mías intentando despojarlo de sus antiguas vías , sentía su mirada puesta sobre mi y mis acciones cada vez se volvían más torpes ,y entonces cuando creí que nada podía ser peor lo hizo...
- Hola...
Su tierna voz rompe el silencio y con ello detiene mi corazón al igual que mis movimientos
Es entonces cuando finalmente alzo la mirada y lo miro , encontrando una hermosa y cansada sonrisa
En la habitación no se encuentra nadie más ,le había pedido a su madre que nos dejara a solas ,las madres suelen ser muy emocionales con estás cosas ,es por ello que por protocolo pedimos que esperen afuera
Lo miro con detenimiento ,para finalmente sonreír y responder mientras regreso a mis acciones
- Hola...