wet side story ★ catnipz

uno.

desde que kim minji estaba en sexto grado, sabía perfectamente lo que quería hacer con su vida. sabía que quería cumplir los sueños que su madre tenía para con ella, quería entrar a la unive nacional de corea y estudiar administración de empresas, quería ser la estudiante modelo y tener una bonita vida bien acomodada en la capital. quería hacerla sentir orgullosa aún su ya no estaba allí para verla, y qué mejor manera de hacerlo que cumpliendo con todo lo que ella dejó atrás con su partida.

extrañaría su vida en jeju, a su abuelo, su escuela, la playa hyeopjae y nadar en ella en compañía de sunghoon, quien era su actual pareja. parecía que tenía todo lo que quería en aquel momento, y ella realmente era feliz con la etapa que estaba viviendo. pero estaba a punto de cumplir la mayoría de edad y para ella era muy importante seguir con los pasos de su madre y cumplir con todo aquello que ella jamás pudo conseguir.

no sabía si su novio estaba de acuerdo porque, a pesar de llevar saliendo desde antes de las vacaciones de verano, él no tenía la más mínima idea de cuáles eran sus planes para el futuro. y minji estaba temerosa de decirle, porque realmente deseaba poder llevárselo a seúl, se había acostumbrado a su torpeza y a su inmadurez, aunque realmente no estaba convencida de que aún le gustara tanto como lo hizo en un principio.

pero tenía que decírselo, quedaba apenas una semana para que se fuera, y para ella sería mejor romperle el corazón antes de irse, porque seguramente que él no querría volverla a ver después de todo.

había pensado todo un mes en cómo, de qué forma, podría darle la noticia de que se iría de jeju para perseguir los sueños de su fallecida madre en seúl. que se iría a vivir con su tía y se inscribiría en cuantos cursos de refuerzo existieran con tal de poder estudiar en la universidad de corea, dejandolo a él, su relación, y su amor detrás de todo.

lo citó en el restaurante en el que habitualmente iban a cenar. en el que había empezado y ahora iba a terminar su relación.

como era habitual en ella, llegó unos treinta minutos antes de la hora pactada, especialmente ese día necesitaba esa media hora para poder procesar la situación y poder volverse algo "fría" para dar la noticia que tenía que dar.

sus manos temblaban y sudaban tanto que limpiaba el sudor de forma algo brusca sobre la falda de su tela, solo para que después sus palmas volvieran a cubrirse de sudor y repetir el ciclo.

sunghoon siempre era puntual, y minji lo odió unos instantes por eso, porque apenas unos minutos después de que fueran las seis de la tarde, lo vio atravesando la puerta del restaurante y dirigirse de forma inocente a la mesa en la que siempre tenían sus citas románticas. se sentía cruel por hacerlo ver como si fuera una cita normal, y su corazón se encogió al verlo sonreír cuando se sentó en el asiento de enfrente.

── hoon. ── murmuró con esa voz algo grave y ronca que poseía, aunque esta vez su voz tambaleaba y su sonrisa era fingida, de las que buscaban apaciguar sus nervios y aquello no pasó desapercibido para él, quién empezó a sospechar desde el principio que algo no marchaba bien, y ofreció las manos para que las tomara. poco le importó que cuando esta las tomó, estuvieran bañadas en sudor.

── ¿pasa algó? ──preguntó él finalmente, ganándole la curiosidad y la preocupación.

se consideraba a si mismo alguien muy resistente en cuanto a lo emocional respecta, si minji tenía problemas, él la ayudaría y los soportaría con ella.

pero nada lo había preparado para las duras palabras que salieron de la boca de la pelinegra. se le rompió el corazón, pero era demasiado orgulloso para admitirlo.

kim minji no tenía tacto para decir las cosas, hasta el punto en que podía sonar cruel. y ella misma sabía que la había cagado cuando las grandes manos de su ahora ex pareja, soltaron las suyas y se fue del lugar sin decir nada. la dejó allí, algo humillada bajo la atenta mirada de la mesera que siempre los atendía.