wet side story ★ catnipz

cuatro.

el restaurante resultó bastante acogedor, dentro de lo que se podía, claramente. porque estaban lo más escondidos posible para que nadie les identificara. normalmente ambos pasaban desapercibidos, pero era inevitable llamar la atención cuando estaban con ropas de los dos mil veintes cuando estaban en los sesentas; y lo último que minji quería en ese momento era llamar la atención.

aunque eso no era ni de lejos lo que sunghoon estaba pensando, porque para él, era todo tan irreal y fantasioso, que realmente quería aprovechar, aunque minji lo tuviera vigilado en todo momento.

sabía perfectamente la trama de la película, probablemente la había visto más de diez veces así que sabía que no tardaba mucho en que empezara a avanzar la trama. aunque no le importaba tanto, porque solo estaba pensando en cómo podría regresar.

tenía que recapitular... ¿qué la llevó ahí en primer lugar? había caído hipnotizada por la playa y el mar, tanto que ni tenía en cuenta las condiciones externas. para ella la serie de eventos fue tan simple como entrar en el agua y llegar a la película.

sus pensamientos fueron abruptamente interrumpidos por la llegada de un bastante ruidoso grupo. no recordaba que la película diera tanta vergüenza, ¿realmente habían entrado a un restaurante en moto? minji tenía que aguantarse las ganas de reír para no llamar la atención de nadie.

nuevamente sus oídos estaban siendo atacados por la estruendosa música del lugar, o bueno, esa música rara que empezaba a sonar de la nada y no sabía de dónde venía. otro número musical, pensó.

se lo esperaba, pero lo último que se esperaba era que de un momento a otro su novio estaba ahí metido. se giró para ver detrás de ella, notando que no estaba ahí... aunque era obvio, simplemente quería confirmarlo.

volvió a verlo, aunque se distrajo con una pequeña mancha rosa en medio de todo el cúmulo de chaquetas de cuero negras. soltando una susve carcajada al verla, no sabía por qué en la película no lo había notado; pero, haerin, la protagonista, era muy linda, y su voz era sumamente dulce, quizás era el oírla en vivo lo que le llamó la atención.

¿sunghoon? ¿qué era un sunghoon? ¿con qué se comía?

aunque, volviendo a sus cinco sentidos, estaba enojada, pero daba igual porque no podía cambiar las cosas, seguramente lo haría todo peor si se entrometía.

── ¿qué mierda fue eso, hoon? ──pronunció molesta, frunciendo el entrecejo y los labios, si no duera porque realmente estaba enojada, sunghoon hubiera dicho que se veía adorable.

── ¿y qué quieres que haga, entonces?

── no sé... quedarte a un lado mientras intento averigüar cómo fue que llegamos

él suspiró rendido respecto a cómo minji se comportaba, era demasiado terca, pero tampoco la culpaba, era una situación completamente extraña. pero no había ninguna explicación lógica.

las cosas entre ambos solo empeoraban, cada uno se tomaba las cosas de una manera distinta, y había llegado un punto en el que cada quién se había ido por su propio camino, uno disfrutando, y la otra intentando mantenerse alejada.

estuvo encerrada en uno de los cubículos del baño por un par de horas, y al salir casi grita al verse completamente cambiada frente al espejo. con un vestido largo color azul rey con un estampado de puntos que le cubría hasta las pantorrillas, el cabello atado en dos coletas bajas y un collar de perlas alrededor de su cuello, además de unos zapatos con tacón bajo... minji jamás se había sentido tan extraña en su vida.

se iba a desmayar, así que corrió a echarse algo de agua en la cara. y empezó a quejarse en voz alta, dando algunos pisotones con uno de sus pies y creyendo que estaba a punto de explotar.

necesitaba buscar a sunghoon y largarse de ahí, por lo que dejó su encierro en el baño para salir y buscarlo. quizás no estaba de acuerdo con involucrarse, pero tampoco lo iba a dejar por fuera como si no le importara.

apenas salió del baño empezó a sonar una canción, mucho más agradable que las demás. y volvió a oír aquella voz tan linda, que le hizo olvidarse que debía ir a buscar al muchacho.

quizás acercarse un poco al escenario no afectaría en nada, no perdía nada en intentar disfrutar un poco.

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