⟶Charlos. ♡ La Brújula Dorada.

Capítulo 5: El abismo.

Y sin decir nada, Carlos seguía navegando, navegaba a todo lo que el Bloody le permitía, era un barco mediano pero veloz, igual de fiero que su capitán.

Quién ahora lucía muy estresado.

-Es una noche difícil ¿No? -Sebastian lo miraba sin decir nada.

-Maester Sebastian, ¿Has escuchado hablar de la furia del mestizo?

-Sí, en carne propia he visto toda la destrucción y el caos que va dejando en tierra y en el océano.

-Guarda en su corazón un gran rencor hacia España, gracias a nosotros su pueblo fue sometido, colonizado y destruimos todo, no le culpo el estar enojado pero ¿Sabes cómo empezó todo?

Sebastián lo miró esperando a que Sainz continuará el relato.

-Los ingleses demandaron a España traer esclavos, entonces entre todos esos un capitán inglés se enamoró de la madre de Quetzalcóatl, hizo varios intentos porque ella se fuera y dejará a su hijo y a su padre quién era un acaudalado comerciante español, en fin, al ver el rechazo de la mujer el capitán secuestró a la mujer y al hijo, ese día él vio cosas horribles a bordo del barco en dónde estaban, presenció la muerte de sus padres y a él lo abandonaron en Altamira.
Aprendió nuestro oficio desde los 8 años, y entonces a los 15 años, se ganó el temor y respeto de toda su tripulación cuando asesinó a sangre fría a un capitán inglés, ahí pasó a ser temido pero aún le faltaba lo peor; buscó por todos lados hasta que encontró a quién le debía el haber perdido todo y de una forma violenta, atroz y desalmada le abrió la garganta haciendo que la sangre llamará a los tiburones, entonces cuando ya tuvo un grupo de 4 le abrió desde el pecho al estómago, lo ató a un costado del barco y dejó que aún agonizando los tiburones lo devoraran.
Desde entonces se ha dedicado a saquear, matar y devastar todo a su paso.

Sebastian lo miraba atónito, no podía creerlo, era... tan sádico.

-¿Qué le hiciste para provocar su furia?

-Le dije que iba a regir el océano junto a él, seríamos las personas más temidas de los mares, pero entonces descubrí un oscuro secreto, el horror me hizo huir y robarle el barco.

En ese momento George miró al frente para encontrar asombrado una parte del océano que no estaba iluminada con nada.

Antes de que George pudiera hablar Lewis lo jaló hacía más adentro del barco.

-No, no te asomes, es peligroso.

-¿Por qué?

-Eso -señaló Lando.

De entre la oscuridad se podían ver ramas, simplemente que estás no eran ramas, eran manos, manos largas, huesudas de color negro que trataban de aferrarse a los maderos del barco.

-La leyenda dice que este lugar está maldito, una tripulación de soldados fue encontrada muerta aquí mismo, no se sabe exactamente que son, pero no debemos acercarnos a las orillas del barco.

-Y dicen bien -Carlos llamó la atención de todos- dicen que Dédalo después de ver a su hijo caer al mar y de llegar a tierra firme construyó unas alas, más resistentes, más fuertes, más implacables para ir de nuevo en búsqueda de su hijo.
Esto no le gustó a nuestro Dios Apolo ¿Los hombres volando? No, entonces dicen que cuando Dédalo estaba en pleno vuelo el Dios furioso de verlo volar tan ligero y liviano al hombre le tendió una emboscada y con la fuerza de un sol abrasador lo empujó hasta el fondo del océano dónde Poseidón al ver al hombre llorar la pérdida de su hijo hizo este el más peligroso abismo de los mares.

Todos se miraron entre sí, Charles se acercó a Carlos y no se despegó del capitán en ningún momento.

Claro que la curiosidad puede más que cualquier cosa y Logan al arrojar una pequeña piedra que llevaba consigo vio como algunas ramas la seguían.