*T/N se quedó petrificad@
Servente: No me mires así, seré una monja, pero también soy un demonio, y mi sexualidad , bueno, soy pansexual, si eso es lo que te genera intriga, de todos modos, yo nunca sedería mi amor a Dios, yo era la reina del inframundo, solo que por cosas de la vida decidí que quería ayudar a la gente a ser mejor, aunque eso se me a echo imposible, pero tu, desde que te conocí, as echo mi vida mucho más amena, y quiero que siga siendo así, ¿quieres ser mi novi@?
T/N: Claro! Si- si como te diría que no
Servente: Entonces somos novi@s?
T/N: Obviamente, yo te amo, y demaciado, ¿Por qué preguntas?
Servente: Es que en toda mi vida, nunca avía estado segura de que nadie me amara en serio, siempre jugaron con mis sentimientos y ya no se cuándo alguien me está mintiendo, o tomando el pelo, y por eso tenía miedo a decir lo que sentía por ti
T/N: Eso, eso es muy triste
Servente: Lo se, pero siempre a sido así, y si no me trataban como un objeto, me despreciaban de tal manera que me sentía un bicho raro
Unas lágrimas empezaron a gotear de los ojos de T/N, cuando Servente se dio cuenta rápidamente hizo silencio, puso su mano en el hombro de T/N, el/ella al darse cuenta de que había hecho que serventes se sintiera mal decidió besarla, ya que se sentía culpable de su tristeza, pensó que eso la podría aser sentir mejor, ella lo/la miró sorprendida y algo sonrojada, cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando decidió decirle que no está muy segura de lo que acababa de ocurrir, y que prefería retirarse, T/N la quiso convencer de que no lo hiciera, que ella no tenía la culpa de nada, aunque no estaba con muchas ganas de conversar y decidió marcharse
T/N: Serv, ¡Por favor no te vallas! No es tu culpa, perdón, no quería acerte sentir mal
Servente: No, no te disculpes, es mi culpa, no tendría que haber dicho eso, solo déjame marcharme
T/N se quedó viendo cómo su amada se escapaba de su vida, cade vaz se encontraban más lejos. Cuando ella se terminó de ir un silencio abrumador lleno el ambiente, todo era tan pesado, estando tan desolad@ se quedó pensando en aquella chica tan hermosa
T/N: ¡¿Por qué mierda deje que se fuera?! Soy un/a idiota, ¿por qué, por qué?
Estando afuera Servente estaba tan triste, se sentía desolada, cada vas se apuraba más, empezó caminando lento, más rápido y termino corriendo, las lágrimas se escurrían por su rostro, empapando sus ojos y sus cachetes
Servente: ( Me odio, ¿Por que dijie eso? Soy una estúpida )
Estaba corriendo, sumergida en sus pensamientos, y
Servente: ¡Ay!
Por distraída no se dió cuenta de que avía un escalón, se callo y raspó la rodilla
* Se queja
Servente: Ay ( Como duele, tendría que aver visto hacia abajo)
Servente se levantó del suelo y se limpio un poco con la mano. Camino asta llegar a la iglesia, cuando ya estaba allá, marco el número de Whity en su teléfono, al instante el contesto
Whity: Hola Serv ¿Que pasa?
Servente: Hola Whity, quisiera que vinieras
Whity: Okey, ¿cuando quieres que vaya?
Servente: Ahora
Whity: Lo siento Serv no puedo
Servente: Okey, chau
Whity: Chau
*Whity corto la llamada
Servente estaba hundida en sus pensamientos, hasta que de la nada escuchó una voz, era celestial
Dios: Te escuché hablar con T/N, no me gustó nada eso que dijiste, de que nunca sedirías tu amor a mi. Me parece que no es del todo justo, yo te dejé vivir en mis tierras y aún así tienes el descaro de negarte a mí, aunque no me sorprende viniendo de alguien como tú, un demonio, si no eres capaz de amarme como si fueras mi hija, no te dejaré estar con mis creaciones
De la nada, Servente empezó a sentir un gran ardor, poco a poco se empezo a extender desde su pecho hasta sus extremidades, el dolor era tan comparable como estar siendo quemado vivo, ella le suplicó que la dejara vivir en ese reino que él había creado, pero todas sus súplicas fueron en vano, poco a poco su piel se empezó a desprender, dejando ver su verdadera forma de demonio, ella se empezó a desvanecer. Luego de eso se despertó viendo que se encontraba en el inframundo, ¿su verdadero hogar? Se levantó del suelo como pudo, sus alas le pesaban, ya no se acordaba como se sentía, pero para ella era orrible
