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Lunes

Siempre empiezo despertando a las 6 de la mañana.

Después de estar lista, salí de mi casa y caminé hacia la casa de Jennie.

Se preguntarán. ¿Quien es Jennie?

Ella es mi novia.

Cada día agradezco de que ella sea la chica que amo.

No podría estar más agradecida de que ella sea la única en mi corazón.

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La conocí cuando estaba jugando con mi perrito en el parque, yo la había visto desde lejos y me pareció atractiva, tuve miedo de acercarme así que decidí seguir jugando con Love.

Más tarde mientras acariciaba el suave pelaje de mi mascota, noté que una bolita de pelos se acercaba a mi y no venía solo, junto con Kuma venía Jennie.

Después de hablar con ella el resto de la tarde hasta que anocheciera, me armé de valor y le pedí su número antes de irme a mi casa, sin titubear ella escribió su número en mi teléfono y esa misma noche estuvimos hablando hasta la madrugada.

Después de dos años de cortejo, tomé el valor de hacerle la famosa pregunta "¿Quieres ser mi novia?" a lo que inmediatamente Jennie contestó con un "Sí"
seguido de un beso que estuve anhelando desde que tuvimos nuestra primera cita.

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Al llegar a casa de Jennie, su mamá me ofreció desayuno, el cuál acepté mientras mi chica se terminaba de preparar para ir a nuestro viaje de segundo aniversario.

Tengo planeado llevarla a hacer un picnic en aquel prado que queda cerca de un hermoso lago que descubrí mientras terminaba una sesión de caminata matutina con Jisoo.

Cuando por fin ví a mi novia, mi corazón empezó a latir rápidamente, podía escuchar mis propios latidos y sentía como mis ganas de tener un mínimo tacto con ella aumentaban.

Me acerqué y la abracé fuertemente, como siempre hago cada vez que la veo.

En el camino, Jennie iba cantando su canción favorita que estaba sonando justamente en la radio, yo la observaba de reojo mientras conducía, me encanta verla sonreír mientras canta.

Al llegar al prado, tomé la canasta con la comida, la manta, puse seguro al carro y caminé con Jennie hasta un buen lugar donde pudiéramos acomodar nuestras cosas.

Escuchar hablar a Jennie es una de las mejores cosas que puedo hacer cada día, si fuera por mi la escucharía hablar por horas no me importa si son tonterías, para mí siempre será lo más hermoso del mundo ver cómo cuenta sus anécdotas con tanta pasión.

Aunque no todo es color de rosas, después de tener uno de los mejores lunes del año, tuve que dejar a mi novia en su casa para otra vez volver a mi hogar, no voy a mentir, amo estar en mi casa, en mi habitación o simplemente sentarme en el sofá a pensar en la nada mientras miro al techo y uno de mis gatos descansa suavemente en mi estómago, pero sería mucho mejor si Jennie estuviera conmigo.

- Te voy a extrañar— Hice un leve puchero mientras veía como Jennie salía del coche con todas sus cosas.

- Lili, sabes que mañana nos volveremos a ver— Jennie acarició mi mejilla y me dió un beso rápido en los labios antes de caminar hasta la entrada de su casa.

- Te amo, cuídate mucho por favor— Me despedí de Jennie mientras sacudía mi mano, ella simuló que me lanzaba un beso en el aire y entró a su casa. Y desafortunadamente tuve que conducir hacia mi hogar.

Justamente cuando iba a pisar el acelerador en un semáforo, sentí como mi dedo del pie izquierdo se adormecía, extrañamente la sensación en mi dedo duró todo el camino a casa.

Cuando estuve en la ducha moví mi dedo y sentí que se calmaba, pero cuando me puse la pijama, mi dedo se adormeció de nuevo.

Fall Asleep. JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora