Forjando una espada.

235 13 19
                                    

Para forjar una espada se tiene que martillar varias veces, quitando las impurezas e imperfecciones, cuando un herrero domina está técnica, ni el diamante más duro podría quebrar una katana de tal calibre y yo, Zenitsu Agatsuma, he recibido demasiados golpes que me han hecho más duro, más resistente y más fuerte, perdí a la gente que quería pero ahora, me niego a volver a dejar que eso ocurra.

Porque... abuelo... incluso tú, Kaigaku, fueron los primeros en brindarme un ambiente cariñoso, pese a los golpes, los insultos y todo, siempre los he admirado, siempre quise ser como ustedes.

Siempre soñé con un mundo sin demonios, donde los tres comeriamos arroz y melocotones...

Abuelo, hoy voy a cumplir tu mayor anhelo, eliminar a todos los monstruos que acabaron con tantos civiles y que tambien acabaron contigo.

Porque hoy...

HOY, HOY VAS A MORIR, MUZAN KIBUTSUJI.


La batalla ya había comenzado ferozmente, Muzan por fin había resurgido entre los daños provocados por la explosión y por Tamayo que lamentablemente se sacrificó para detener a Muzan lo suficiente para que los otros puedan ir a por él.

¡Es inútil Kamado, no importa cuantas veces me corten, me mutilen o me destrocen, voy a regenerarme tan pronto que ni si quiera parecerá que me has hecho daño alguno! —El desquiciado villano reía mientras lanzaba cortes con sus látigos de sangre, Tanjiro, Inosuke, Muichiro y Genya hacían de todo para retenerlo pero era implacable y no retrocedía.—

Tanjiro, podremos atacar pero necesitare que tú y Tokito me dejen una apertura. —Dijo Genya mientras sostenía un pedazo de carne de aquel monstruo, Tanjiro lo miró y luego asintió.—

¡MUICHIRO, INOSUKE, ATAQUEN CON TODO! —Tanjiro salió disparado hacia Muzan, cercenando cada pieza de carne que salía de su cuerpo, Muichiro hacia lo mismo, le daba una cobertura del lateral izquierdo y a su vez Inosuke apoyaba por el derecho, la formación era perfecta y Genya se preparaba.—

Dudoso y con miedo al mismo instante, Genya llevo el pedazo de carne de Muzan hacia su boca y como era esperado, este cayó al suelo, empezó a soltar variados gruñidos, la carne del rey de los demonios era tal que no podía soportarlo, Tanjiro se desenfocó unos momentos y vio como aquel látigo de huesos se acercaba a su cara, eran milisegundos, milisegundos que le costarían la vida.

Espiral de serpiente inmovilizadora... —Varios cortes se manifestaron por el cuerpo de Muzan y al alzar la vista sólo se pudo ver un haori de rayas blancas y negras y  junto a él, el joven Kamado que había sido salvado por poco.—

¡¿Qué?! ¡Imposible, Nakime acabó con ustedes, sucias ratas! —La cara de furia de Muzan era inigualable, Yushiro, en venganza por su amada Tamayo había hecho creer a Muzan que Namike había acabado con los pilares de la serpiente y del amor pero esto era mentira, una mentira lograda tras manipular lo que Nakime veía.—

Gracias Iguro, perdón por distraerme es que Genya... —El joven vería al pilar, este veía a Muzan y sin dejarle tiempo al Kamado de hablar iría rápidamente a atacarlo.—

N-no te preocupes Tanjiro, estoy... bien. —Genya se levantaba de poco a poco, varias venas recorrían su cuerpo y su pelo se había teñido de blanco, rápidamente tomó su escopeta y vería al demonio para luego apuntarle con esta misma.— 

the god of lightning is the apprentice of the pillar of sound Donde viven las historias. Descúbrelo ahora