the god of lightning is the apprentice of the pillar of sound

mas disputas por un rubio

zenitsu se despertó algo más animado que la noche anterior, se sentó en su cama y bostezo del cansancio, por lo que pronto se levanto y comenzó a caminar a la puerta sin saber que alguien lo esperaba

¡buenos días pilar del rayo! —un kakushi se encontraba esperando al rubio quien solo veía al kakushi adormilado—

¿eh?... buenos días... —el rubio se tallaba los ojos tratando despertar totalmente—

como ya sabrá los pilares tienen un uniforme diferente al de un cazador normal, por lo que me encargare de tomar sus medidas y además por si desea un traje especial como el del pilar del viento o el de la roca —zenitsu asintió y ambos entraron al cuarto donde el kakushi sastre comenzó a tomar las dimensiones del pilar del rayo—

traje especial... ¿que tal uno parecido al de el pilar del sonido?...  —diría el rubio algo somnoliento—

¡claro, con gusto se lo haremos, pronto le traeremos el traje! —tras el kakushi tomarle las medidas se retira—

que extraño comienzo a la día —se talla los ojos—

zenitsu salió del cuarto para caminar con su antiguo uniforme puesto, caminaba por todo el lugar buscando a alguien, uzui y sus esposas se habían ido la noche anterior, kanae se fue a una misión temprano, shinobu trabaja en el lirio del infierno azul que el rubio encontró junto a kanae, kanao ayudaba a curar a los heridos junto a aoi, inosuke y tanjiro estaban en un pueblo cercano a comprar medicina

ugh, no hay nadie, nezuko esta dormida, hablaré con ume —el rubio cambio de dirección y entro al cuarto de daki quien rápidamente sacando uno de sus obis trata de atrapar al rubio que obviamente los esquiva—

¡¿quien eres!? —daki sale de debajo de la cama y al darse cuenta de que es zenitsu solo suspira—

soy yo, debes de dejar de atacar a la gente así, solo los asusta y si es shinobu o kanao te matarían —diría poniéndose una mano en la frente—

yo hago lo que quiero, por cierto te ves muy bien con ese peinado —diría mirando fijamente al rubio—

¿eh?, gracias, las chicas y los demás dijeron lo mismo —diría el rubio sonriendo mientras tomaba un pequeño mechón suyo—

hablas mucho de ellas, ojalá hables mucho de mi también —diría mirando a otro lado—

¡claro que lo hago! —diría el rubio sonriendo—

me alegro que si porque si acepte ayudarte con mi hermano fue porque quería esto —diría levantándose—