Para las personas que vieron el programa, e incluso para los participantes que llegaron a compartir espacio con "la parejita", como habían sido apodados James y Aiden; todos concordaban que la mayor parte del tiempo era el ex-influencer quien se acercaba y era más cariñoso a Aiden. Sin embargo, desde que confesaron sus sentimientos, fue el chico de cabellos bicolor quien atosigaba a James con amor, y después del programa, cuando al fin tenían espacio a solas, este comportamiento de Aiden no hizo más que aumentar.
James ya se había acostumbrado a su novio siendo bastante cariñoso, aunque tenía que admitir que a veces le desesperaba; no en una mala manera, más bien era por que a Aiden aún le ponía nervioso la idea de algo más que abrazos y besos... Su novio claro que ni se le cruzaba por la cabeza presionarlo, aún así no evitaba pensar en escenarios subidos de tono con el E-boy.
Cómo sea, ese amor que le daba Aiden le parecía tan tierno que lo demás se le olvidaba.
Ese día habían llegado cansados a su hotel en New York, uno de sus destinos marcados en la lista de deseos de Aiden. El vuelo había sido (por razones variadas) agotador por lo que ninguno quería más sorpresas
Gran forma de pedirle al universo más sorpresas.
James con un suspiro de cansancio puso la llave de su habitación en el cerrojo, teniendo a Aiden apoyado en su hombro, ambos con maletas en las manos abrieron la puerta, puerta cuya habitación detras era un matrimonial; de esas típicas con sabanas rojas, lámparas con regulación de luz y esos estúpidos cisnes de toallas besándose. Normalmente para ellos esto fue demasiado, apenas tenían un mes y medio de noviazgo.
James por su parte quería reírse de la situación, mientras que en Aiden el calor subía a sus mejillas, impactado por el aspecto de la habitación de ambos.
-¿esto fue tu idea?- dijo el de mejillas coloradas a James, notandose en su tono la molestía.
- ¿Qué? No no, claro que no, debieron darnos la habitación incorrecta- trató de calmar al más bajo- iré a preguntar, tu quedate aquí.
James depositó un beso en la frente de su malhumorado novio y casi que corrió a la recepción para aclarar el asunto, lo malo es que después de hablar un rato y ver como el recepcionista buscaba en su computadora, James había pagado por error la habitación matrimonial, y para su notoria mala suerte, por la hora y el hotel concurrido que decidió escoger, ya no podía cambiar a un cuarto normal. El chico con calma le agradeció al recepcionista, mientras gritaba internamente debido a la situación, Aiden no iba a estar muy contento con la noticia.
Y no lo estuvo, pues comenzó a regañar a James por su descuido y que por este tipo de cosas estaban cansados a morir en primer lugar y blah blah blah. El ex-influencer solo podía pedirle perdón una y otra vez.
De todos modos tuvieron que entrar en la habitación, James se encargó de apartar todas las cosas que fueran lo suficientemente sugerentes, mientras Aiden revisaba las maletas. Una vez todo bien, James entró al baño para poder tomar una ducha después del día que tuvieron ambos, era de esperarse que el baño fuera acorde a la habitación que pidieron por error, algo que sabía, pondría a Aiden de peor humor; lo bueno era que había reservado un cena en la terraza del hotel y tal vez no saldría tan mal parado al final de la noche.
Cuando salió del baño, después de haber tomado una ducha que relajó hasta los músculos más tensos de su cuerpo. Logró ver a Aiden quien se había quedado dormido en la cama del cansancio.
No iba a mentir que durante su ducha llegó a pensar que tal vez esta era la oportunidad de que ambos hicieran algo más que besos tiernos y sobre todo abrazos, pero viendo a su novio así, se quiso clavar una estaca en el pecho de solo haber tenido esos pensamientos en el baño; no era tiempo, no ahora, no este día, no hasta que Aiden quisiera y estuviera suficientemente confiado del moreno.
Como sea, Aiden se había despertado en el momento en que James terminaba de ponerse ropa semi-formal para la cena. Cuando sus ojos turquesa captaron a su novio, sonrió y extendió sus brazos para rodear a James en un calido y amoroso abrazo. El de rizos mojados lo aceptó sin dudarlo, respiró profundo, sintiendo como su cuerpo se relajaba totalmente y parecía que todo el estrés abandonaba su cerebro.
Si, los abrazos son más que suficiente.
-Iré a ducharme, estoy más sudado que Hunter cuando se perdió en el bosque- Dijo el de mechones bicolor modo de broma.
Eso para James significaba que Aiden volvía a estar de buen humor, algo que para el moreno lo era todo.
-OH POR LA MIERDA- gritó Aiden desde el baño.
PD:
La razón por la que ambos llegaron de un vuelo cansado es por que James confundió la hora y se fueron 4 horas antes al aeropuerto, no encontraban los pasaportes, además que les tocó al lado de una señora con bebé.