Advertencia ❗:
De aquí en adelante comienzo a escribir contenido más subido de tono, para los que no les agrada esto, luego voy a empezar un one shots jaiden sin contenido +18 (tal vez una o tres historias).
Espero disfruten.
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James y Aiden recuerdan bien las ocasiones en que pasaron vergüenza debido a alguna situación bochornosa o embarazosa, sin embargo, hasta ese momento nunca habían compartido una vergüenza juntos o por culpa de ambos. Pobres tontos, creen y defienden que son bastante precavidos, que su responsabilidad hace que nada se les escape, que error más grande, pues, una pareja nunca se salva de compartir una situación embarazosa, es casi una tradición para los amantes primerizos, incluso ellos dos.
No esperaban que una fiesta y un par de tragos terminaran en ambos teniendo una seción intensa de caricias y besos en el hotel, pero las cosas pueden terminar en algo completamente fuera de lo que planteaste.
La atmósfera en la habitación de hotel era densa, sonidos lascivos salían de entre sus bocas, las cuales veían nula la posibilidad de separarse por algo más que no fuera aire, estaban desesperados por fricción, por algo que les diera la electricidad que necesitaban sus cuerpos y pedían sus hormonas. Aiden se desarmaba en quejidos de placer, mientras James parecía querer hundirlo en el colchón debido a como empujaba al más bajo con su cuerpo y sus labios.
En un momento, el moreno decidió que necesitaba más de su novio, por lo que bajó lentamente hacía el cuello de Aiden, dándole a este la oportunidad para respirar ondo y recuperar todo el aire que sus pulmones habían perdido; sus manos pálidas estaban enredadas entre los rizos de James, incluso cuando este comenzó a devorar su cuello, intensificó el agarre.
Al más alto, poco o nada le importaba el dolor que provocaba que el chico de hebras bicolor jalara su cabello, él estaba concentrado en embriagarse del aroma de Aiden, de besar su cuello como si fuera lo mejor que haya probado. Tal vez demasiado delicioso para él moreno.
—Ah! ¡James!— protestó en un gemido ruidoso el e-boy, cuando su novio le mordió el cuello, tal vampiro.
—lo siento... ¿T-te asusté?.. — repuso James mientras recuperaba el aliento, verdaderamente preocupado por haberle echo daño a quien se encontraba debajo suyo.
— si... Pero, no quiero que pares.. h-hazlo otra vez— Aiden no tenía idea de dónde sacó la valentía para hacer tal petición, puede que aquella mordida hubiera encendido la adrenalina dentro de él.
James quedó algo anonadado al principio, puede que haya sido por la falta de aire, pero al principio no pensó que su novio le acabara de pedir que repitiera el acto salvaje que salió de él por la imprudencia. Aún así, no perdió la oportunidad, volvió a sumergirse en el cuello del e-boy, mientras le sostenía firmemente de la cintura.
Le creaba manchas al rojo vivo por los chupones y las mordidas, marcas de distintos tamaños y formas que delataban el entusiasmo voraz de James, que resultaban en gemidos ruidosos e inconsistentes por parte de Aiden, quien sentía que iba a deshacerse ahí mismo.
Pronto, el de ojos marrones terminó por cansarse, su pecho subía y bajaba, mientras estaba recostado junto al más bajo.
Aiden aprovechó esto para posicionarse arriba de James, y a la par que se acomodaba sus mechones bicolor tras la oreja, empezar a bajar lentamente al cuello moreno de su novio, cual estaba demasiado intacto para su gusto.
James presenciando esta escena en primer plano, lo único que pudo hacer fue sostenerse fuertemente de las sabanas. Luego, solo se contuvo, tratando de no soltar jadeos y suspiros de excitación por la impresionante destreza de su novio al besar y estimular su cuello. Pero era imposible, Aiden lograba ponerle en la cúspide del placer, no mentiría si dijera que aquello le estaba provocando una erección.
Pronto, cuando el e-boy pausó para recuperar el aire, James le apartó por los hombros y le recostó, inmovilizando a la bestia que estaba determinada a exponer hasta su último nervio.
Ambos se miraron, ambos agotados, ambos con la necesidad de parar y dejar que el alcohol se desvaneciera de su sistema.
No pudieron evitar reír.
Ya por la mañana, cuando sonó la alarma de Aiden, esté respiró profundamente, aguantando la resaca y la necesidad de desaparecer de la tierra. Se dirigió al baño, poniendo atención a su cabello despeinado y a algo más que llamó su atención y que provocó que se acercara más al espejo.
James llegó a su lado, apoyando su cabeza en la del chico más que estupefacto. Cuando al fin el moreno se enfocó en el espejo para arreglar sus rizos, notó a Aiden tocando su cuello, y luego su propio cuello.
— oh vaya...— atinó a decir en su sorpresa.
—¿eso es todo? "Oh vaya"?— reclamó Aiden, no podía creer su descuido.
¿Lo peor? Es que ese día iban a reunirse para almorzar con Tess, Ally y Hunter, pero no podían ir así, no con esos cuellos que lucían como una especie de guerra nuclear.
Al parecer James comprendió enseguida que pasaba por la mente de su novio, solamente por su cara.
—se lo que crees de esto, y te digo, estás exagerado.— no creía que fuera tan grave, pues, sus cuellos no se veían tan mal.
Aiden se enojó bastante con el comentario de James, claro que no estaba exagerando, al menos no en el sentido de que las marcas en sus cuellos eran suficientemente visibles.
—¡¿crees que estoy preocupado por mi?! Yo vivo de los cuellos de tortuga y accesorios en el cuello ¡Tu eres el que tiene toda la colección veraniega en camisas!— contestó, ya sin paciencia, no podía creer que el más alto no estuviera sintiendo la misma vergüenza que él.
Y es que seguía sin creer como se habían dejado llevar tando la noche anterior, como es que Aiden había dejado un desastre bochornoso en el cuello de su novio, siquiera iban a llegar como si nada para almorzar con sus amigos. La cara del e-boy se sentía ardiendo, nunca pensó volver a pasar una vergüenza tan grande denuevo, menos algo de este tipo.
— Hey baby... Tranquilo, m-mira, podemos buscar en internet como quitar estas cosas, mis amigos lo han echo antes— trató de calmar a su chico, James realmente no podía evitar reir ante la situación, esto le recordaba a cuando era un adolescente primerizo. — ven vamos, no perdamos el tiempo en arrepentirnos—
Aiden suspiró, el mayor siempre lograba darle la vuelta a todo para sacar lo mejor de un problema.
Estuvieron un buen tiempo probando todas las recomendaciones y pasos para deshacer y cubrir chupones. Después de un par de horas, lograron desaparecer u ocultar gran parte de la evidencia de su noche íntima, aunque no completamente. Bueno, tendrían que enfrentar las consecuencias.
Se vistieron lo mejor que pudieron. Como estaban devuelta en Canadá, aprovecharon para colocarse ropa que cubriera bien, al menos Aiden, James sin embargo tuvo que colocarse un sueter que le quedaba grande al e-boy, el cual cubría bien.
Antes de llegar al sitio donde iban a almorzar con los demás, se miraron soltando su último suspiro nervioso, luego se rieron, no podían evitarlo. Aunque la sorpresa que se llevaron al encontrarse con la pareja triangular, pues, a los pobres de Hunter y Tess se les notaban un par de chupones cubiertos torpemente con maquillaje. Irónico, no?.
Tal vez James y Aiden no eran los únicos entusiastas que debían enfrentar las consecuencias de su amor; bueno, tal vez podría ser un tema divertido de conversación ese día.
Nota de autor:
No tengo nada q decir por la demora, me enfermé lmao.
Está historia está igual de floja q la anterior asi q lo siento, ya me pongo a chambear o algo.