Masturbación al pasivo

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¡Advertencia!:

Esta historia contiene acciones y palabras sugerentes +18, como dije en la historia anterior, estoy trabajando en un one shot que no esté concentrado en este contenido.

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Una de las cualidades importantes para avanzar íntimamente en una relación de pareja, la cuál disfruta de alguna unión carnal, es tocar progresivamente zonas más privadas en los momentos a solas. Nuestros amantes sabían esto bastante bien, aún así les tomó bastante para tomar una de sus noches de mimos y convertirlo en algo más candente.

Esa tarde justamente fue en casa de Aiden, pues durante un tiempo este había insistido bastante en que James conociera a sus amigos, así que ambos decidieron pausar su viaje al rededor del mundo para quedarse un mes en la ciudad donde vivía el e-boy.

La primera semana la pasaron bastante bien, fue agradable para James conocer los lugares favoritos de su novio, y el se encargó de mostrárselos todos. Su cafetería favorita, el salón recreativo al que iba con algunos compañeros de clases cuando era un preadolescente freaky, el viejo teatro por el cual, para salvarlo, se encadenó a las puertas junto a otros manifestantes de la ciudad y su propia universidad.

También, la tarde del jueves de la primera semana, Aiden llevó a James a una colina, la cual tenía una de las vistas más hermosas del anochecer, debido a la poca contaminación que existía por la zona, las estrellas más radiantes que los ojos del brasileño pudieran alguna vez admirar, se permitían brillas casi con conciencia narcisista de esto. Era precioso.

Aún así, debido a la locación de la colina, ambos jovenes terminaron por llegar al departamento de Aiden casi a media noche. Pero ellos aprovecharon el largo viaje para ir coqueteando y bromeando románticamente en el camino; así de enamorados, más no imprudentes, continuaron sus jugarretas al entrar, aprovechando que a la roommate de Aiden le habían invitado a una fiesta.

Ambos novios se adentraron en la habitación del e-boy. Incluso antes de siquiera tumbarse en la cama, el más bajo ya se sentía necesitado de las caricias de su moreno alto, mierda, se sentía igual que un adicto, uno que quería tener una sobredosis de atención de su novio ahora mismo. Fue por eso, esencialmente, que puso sus manos en los hombros anchos de James, alejándolo apenas unos centímetros de su rostro.

—Hey... J-jamie, creo que me gustaría intentar algo ahora...— le murmuró Aiden al de rizos desordenados, a la vez que aplicaba su mejor esfuerzo para recuperar el aliento.

—Si..? Mhh... ¿Y que sería eso exactamente, Baby?— Respondió James intrigado. 

—Estaba pensando... M-me gustaría que tal vez tú.. me mimaras u-un poco.. ya sabes,  ahí abajo- mierda l-lo siento, creo que estoy siendo muy impulsivo en este momento— El de mejillas coloradas sintió el impulso de echarse hacía atrás.

Por eso fue una sorpresa cuando James le calló con un beso tierno.

— está bien, Aidi... Quiero hacerlo, realmente esperaba que me lo pidieras alguna vez— susurró el brasileño al oido de su novio.

Mientras, bajaba lentamente su mano por el cuerpo de Aiden, hasta llegar a la bragueta de sus pantalones; cuidadosamente James se adentró bajo la ropa de aquel con mirada turquesa tan tímida. No pensaba desperdiciar ni un momento del regalo que le había ofrecido la vida.

Aiden por su lado, se sostenía aún de los hombros del moreno, tensando el agarre al sentir aquel roze tan electrico que proporcionaba su novio; incluso maldijo por el momento en que quiso no llevar ropa interior, y que la tela no interfiriera.

La mano de James tocaba sin pudor, más que nada tratando de tantar el cuerpo de su chico, fijándose en cada reacción y sonido que el más bajo hiciera. Iba a deleitarle en su primera vez, quería que su e-boy se volviera adicto a como lo tocaba, y realmente lo estaba consiguiendo.

Jadeos desesperados, murmullos inentendibles, espasmos irregulares, de más estaba contar sobre los gemidos que Aiden soltaba, que se volvieron la sinfonía favorita de James apenas los escuchó fuertes y suplicantes.

—James... James!~ y-yo voy a..— el mechones bicolor despeinados fue callado por su novio antes de siquiera poder terminar de hablar, o lo que trataba de hacer en vez de hablar.

—shh... Yo me encargo de esto baby~— le susurró al oido.

Quería demostrarle a Aiden que le haría tocar el cielo solo con su trabajo de manos; arrogante como siempre, estaba en su sangre, no podía evitarlo.

Decidió que era buen momento para introducir su mano bajo la ropa interior del más bajo. Este, ante el nuevo estímulo más intimo, no tenía idea que podía ser tan sensible al tacto, tal vez era por lo nuevo del asunto aunque no lograba entenderlo bien, mierda se sentía tan precoz, incluso si era normal debido a la nula experiencia.

Mientras el chico e-boy se encontraba perdido en sus pensamientos debido al éxtasis, James proseguía con el trabajo manual. Jugueteaba con el miembro de su novio, le acariciaba las caderas, a la par que depositaba besos en el vientre, estaba concentrado en darle placer a Aiden, se había vuelto su objetivo.

Ninguno de ellos se había dado cuenta que el pantalón y boxers se habían deslizado por las piernas pálidas de Aiden hace un buen tiempo, esto permitía una manipulación completa de las partes íntimas del más bajo para James, que en ese momento, se había convertido en su propiedad.

— Ah~ oh... James! Voy a.. a- Aaah!~— esos ojos turquesas, perdidos en el placer que proporcionaba su novio, lograron divisar por un momento el cielo cuando Aiden alcanzó el orgazmo.

El moreno paró para poder observar algo digno de una pintura, al menos para él, ver al chico de sus sueños llegando a la cúspide del éxtasis por su culpa era lo mejor que le había pasado. Se sentía como su recompensa y era fabulosa.

El de mechones bicolor, no paraba de jadear, se sentía tan exhausto que su pecho subía y bajaba pronunciadamente.

James, subió lentamente para depositar un beso en la frente de Aiden, luego, uno en su mejilla colorada, dándole cosquillas a propósito con su barbita.

— ¿Cómo te sientes? Si estás cansado puedo ayudarte a vestirte...— susurró el moreno al oido de su amante.

— eso s-sería de mucha ayuda... Si..— tardó en pronunciar el e-boy.

Así en solo 20 minutos, ambos estaban acostados en la cama de Aiden, este abrazando a James por el pecho, sin esfuerzo a ocultar que usaba a su novio como un oso de peluche gigante y bastante cálido.

—¿Estás cómodo? — preguntó irónicamente el más grande, quien sostenía a su chico por la cintura acercando el abrazo.

Aiden le miró desde abajo, con el rostro aún rojo por lo que habían echo hace menos de un hora.

— si lo estoy, gracias por preguntar, oso apestoso— contestó, no le importaba ser obvio, seguía teniendo la mejor almohada de cuerpo completo en la historia.

— ¿Apestoso? Pero si me bañe esta mañana, tu eres el que acaba de sudar más— se defendió James, aunque su novio le había dejado de escuchar hace unos instantes entre los brazos del moreno.

James rió levemente por lo bajo y cerró los ojos para acompañar a Aiden en su sueño.














Nota:

Nunca dije q serían días consecutivos lmao.

 -Jaiden One Shots +18- CDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora