Pov's Eli
Habían pasado dos días después de la dichosa fiesta de Heidi. Por la mañana recibí un mensaje de Tom diciéndome que hoy vendría a pasar tiempo con los niños, así que aquí me tienen, escogiendo algo que ponerme de ropa porque no puedo recibir invitados en pijama. Dan salió de paseo con unos amigos, por lo cual en la casa solo estamos los niños, Annie y yo.
— Buenos días, querida hermana! — gritó Annie mientras entraba a la cocina.
— Buenos días, a qué se debe tanta alegría el día de hoy? — dije poniéndome de pie para agarrar dos tazas y servir algo de café.
— ¡Llevas dos dias sin hablar con ese idiota!, eso seguro es un logro.— Annie tomo asiento en el banco que estaba en la isla de la cocina.
— Hablando del idiota. . .hoy vendrá a ver a los niños — La sonrisa de Annie se desvanecío al instante.
— Mierda, sabía que esto no podía ser real, gracias por avisar. Estaré todo el dia encerrada en el cuarto pero...lo tendré vigilado, si algo no me gusta no dudar en darle una patada en las pelotas.—Annie sonrió y yo solo le di la taza de café ella dio un sorbo y lo escupió de golpe. —¿¡ESTO ES CAFE !?, ¡Sabes que no tomo cafe!
Y como si fuera arte de magia, sonó el timbre, corrí hacia la puerta para que mi querida hermana no me golpeara, ya que ella es muy estricta con su dieta. Abrí la puerta y ahí estaba el con una playera de color gris con agujeros y unos jeans deslavados y su característico peinado.
—Hola —me dio una sonrisa se acerco para darme un beso en el cachete.
—Hola,pasa— Me hice a un lado para dejar pasarlo y el lo hizo.
— ¿Estas sola en ca...— El grito de mi hermana lo hizo detener su pregunta; Annie estaba parada en el umbral de la cocina la cual conectaba con la sala.
—¿¡COMO ES POSIBLE QUE, EN ESTA PUTA CASA NO HAYA ESPINACA!?" — su mirada se desvió a Tom por un momento y luego volvió hacia mí — Thomas...
— Anette...
— Voy a estar en el cuarto... le diré a los niños que bajen, Eli, no dudes en gritar — pronunció mi hermana mientras subía las escaleras, se escuchó un portazo.
Tom alzó una ceja — Por qué gritarías?
— No tengo ni la menor idea... — mentí
Hubo un silencio incómodo, pero los gritos de Maddy se escucharon a lo lejos.— Papi!
— Princesa! — Tom se arrodilló para estar a su altura y la abrazó.
Sin duda, uno de los mejores recuerdos que voy a tener en toda mi vida.Nick bajó con más cuidado las escaleras, pero cuando se terminaron las escaleras corrió a los brazos de Tom.
— Campeón — Tom alzó a los dos, uno en cada brazo, y los acomodó en su cadera.
— Deja, les preparo algo de merienda. — Salí de la sala para entrar a la cocina, abrí el refrigerador y me incliné un poco para poder agarrar unas cuantas frutas, pero un carraspeo me hizo voltear.
Tom estaba detrás de mí con la cara roja.— Sucede algo? — Me atreví a preguntar mientras cerraba el refrigerador.
— N-no... solo — dejó a los niños en el piso y se rascó la nuca — ... no, nada, olvídalo.
— Seguro? — Tomé un cuchillo y corté fresas por la mitad.
Tom no dejaba de observarme, parecía que estaba procesando lo que iba a decir, se inclinó un poco para apoyar sus codos en la isla donde yo estaba cortando las fresas.