The Guard Dog - Minlix🐾

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El lunes por la mañana, a las ocho en punto, Felix llegó a su antigua oficina... que pronto volvería a ser suya de nuevo... sintiéndose bien, pero de alguna manera desnudo sin su constante compañero de los últimos tres días. Era sorprendente lo rápido que Felix se había acostumbrado a tener a su mascota con él. El domingo lo habían pasado viendo la televisión, comiendo comida para llevar, y terminaron saliendo a conseguir sushi. Sus amigos Jisoo y Lisa  nunca habían visto a un perro comiendo un rollo de pescado picante y no estaban seguros de sí le haría bien, pero como a nadie parecía importarle, le siguieron la corriente. Los cuatro habían ido por helado, y como Felix sabía que los perros y el chocolate no se mezclaban, no le dejó probarlo. Sin embargo, el de pistache no pareció representar ningún problema.

―Eso es tan asqueroso, Felix.― Jisoo hizo muecas mientras miraba a Lino lamer el cono de barquillo de su mano. ―No deberías comértelo ahora.―

― ¿No?― Felix observaba a Lino mientras el perro le lamía atrás de su oreja. --¿Por qué? ¿Las nueces están podridas?―

―Oh, olvídalo―

Ella se rió mientras Lino comenzaba a olfatear el pelo de Felix, inclinándose sobre él, empujándolo hasta que Felix cedió y se tumbó con su espalda en el pasto. El parque al atardecer era hermoso, tranquilo y frío. El por qué habían decidido a comer helado era algo que Felix nunca comprendería, pero estaba bueno, al igual que la compañía. El que su perro estuviera perezosamente recorriendo su nariz desde su barbilla, arriba y abajo sobre su garganta, era divertido.

Y ahora, el lunes en el trabajo, el caminar de regreso a su viejo lugar de trabajo resultaba algo inquietante. Se sentía seguro con su lobo a su lado, y de pronto, sin Lino, Felix se sentía completamente expuesto. Era vulnerable, y no le gustaba eso en lo absoluto.

A medida en que el día avanzaba, Felix lentamente recuperó la compostura perdida. Su reunión con el Sr. Sheridan, el propietario y Director General de la compañía, había ido increíblemente bien, le habían asegurado que estaba en camino de hacer grandes cosas. El Sr. Sheridan había invertido en el futuro de Felix y le dejó en claro que quería que se quedara en la empresa. Felix ya no le reportaba a Colton Bale, si no a Natalia Torres, la Directora de Mercadotecnia de la Costa Este, y los dos habían conectado en el momento en que ella comenzó a hablar. Ella estaba encantada de tener a Felix en su equipo, y Felix tendría que reunirse con ella en su oficina en Nueva York para que pudieran establecer las expectativas de cada uno.

Hasta ese momento, a Felix se le ordenó el tomarse algún tiempo y relajarse. Cuando le dijo a Natalie que estaba bien, que realmente no necesitaba más tiempo de descanso y que podía comenzar de inmediato, le respondió con una explicación. El estar de vacaciones cuando se tenía un trabajo esperando era completamente diferente que el estar desempleado buscando un empleo. Él necesitaba tomarse un tiempo para aclarar sus ideas y descansar; ella insistió en ello.