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"Jack cuatro años atrás"
Me gustaba estar con Camila, independientemente de mis sentimientos por ella, que cada día se hacen más fuertes se veía hermosa, con su embarazo aunque a veces ella no se sentía así
-Estoy gorda
-Si porque estás embarazada, por eso
-Parezco ballena aquí encallada me ayudas a levantarme por favor
-Claro vamos te ayudo
-Gracias espero no estar tan pesada
Me puse detrás de Camila y la ayude a levantarse, mientras ella acariciaba su vientre
-Jack mira siente, siente
De pronto ya había tomado mi mano y la había puesto sobre su vientre hasta que sentí unas pequeñas pataditas, ella me había dicho que ya pateaba, pero sentirlo fue algo que nisiquiera podía explicar
-Wow es sumamente hermoso Camí
-Si ya pronto lo voy a conocer -emocionada
-Ya pensaste el nombre
-Si se llamara Mattew, tú qué opinas
-Es hermoso será perfecto no te preocupes
En un principio quiso esperar a que naciera, para saber si era niño o niña pero un error y su curiosidad pudo más
-Bueno entonces Mattew por favor pórtate bien, tu mami está algo cansada, que seas grande y fuerte si es un trabajo pesado -con mi mano aún en su vientre
De pronto sentí que volvió a moverse mientras Camila me sonreía, verla feliz me hacía feliz a mi también
-Creo que le gusta tu voz
-Si eso parece lo voy a consentir mucho ya verás
-Mas
-Si más será muy lindo como voy a poder negarle algo
-Lo harás un malcriado
-Los haré querida Cami, hay que ser parejos
-Jajaja está bien si no hay remedio
-Te parece su salimos a comprar todas las cosas que faltan
-Ok entonces vamos -jalandolo de la mano
Las pequeñas sonrisas que me daba, las miradas que me dirigía incluso cunado se molestaba, me hacían amarla cada vez más
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Camila estaba sentada comiendo un gran helado de varios sabores, pensaría que es demasiada azúcar pero no pude negarselos
-Un poco más despacio Camí, o te dolerá la cabeza
-Si eso pasa te golpeo por echarme la sal
-Ok me parece justo
La mesera se nos acercó para traer los postres que llevaríamos a casa y la cuenta con una gran sonrisa
-Algo más en lo que pueda ayudarle
-Nada más -en tono serio
Camila tenía en ceño fruncido estaba molesta y no se esforzaba en ocultarlo, incluso esos pequeños enojos me hacían perder la cabeza me hacían pensar cosas, que tal vez jamás iban a pasar
-Yo si necesito algo, que dejes de mirar a mi esposo como si yo no estuviera aquí
Juro que si hubiera estado bebiendo algo, me hubiera ahogado con semejante declaración, la mesera luce pálida y avergonzada, así que desaparecer de inmediato después de un par de minutos Camila se pone de pie y yo me acerco a ella para ayudarla mientras tomo las bolsas y dejo la propina, me toma del brazo y empezamos a caminar a la salida, mientras ella le dirige una mirada a la mesera que nos atendía
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Nuestros votos de odio
Short StoryEllos prometieron odiarse hasta que la muerte los separara, pero a las palabras se las lleva el viento La pregunta es, podrán odiarse hasta que la muerte los separe