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Haciendo cuentas con los dedos de ambas manos y también de los pies, pudo deducir que llevan más de cinco minutos abrazados, hasta puede afirmar que él bajito se ha quedado dormido, claro, en una posición tan inesperada e incómoda, esté chico es especial, la verdad que sí.
Ahora que lo piensa, ¿cómo demonios le fueron infiel a está cosita dormilona?
Observa, bajando un poco en el proceso la mirada, la cabellera castaña que el sol se encarga de iluminar y cada una de las hebras pareciendo delgados hilos de caramelo, mientras que el escurridizo viento las mueve con pereza, haciendolas ver tan suaves cual pelaje de conejo saltando con euforia por el campo, haciendo rebotar su pelaje al compás de los saltos.
Claramente el querer acariciarlo apareció por su mente, pero maldijo en sus pensamientos por tener ocupadas ambas manos, tiene su cuerpo preso contra él suyo, es que este chico se había quedado dormido de verdad, temía dejarlo caer.

Lindo, no quiero sonar molesto, pero ambos andamos en la escuela y pues la verdad, es que, me encantaría encontrar la cafetería antes de entrar de nuevo a clases, me muero de hambre

Habló sin querer sonar pesado o algo por el estilo, y claramente su voz había salido como un breve suspiro. La neta es que la tripa le anda rugiendo como león, ese había sido el resultado de haberse levantado tarde y perderse el rico desayuno que, tal vez, su hermana mayor debió haber hecho y que toda su familia devoró, dejandole solo migajas.

Sintió levemente como él chico en sus brazos reaccionaba y se movía para sacarse, algo que le causo ternura por lo pequeño que realmente se vio al hacer aquello.

Lo siento, debió incomodarte

Él chico se disculpo con todo y reverencia, su cabello está levemente revuelto y parte de su polera que seguramente se había arrugado se marcó en una de sus mejillas, al parecer se habia babeado, algo que le causo cosita, pero que sin duda alguna le causó tanta ternura, su baba a de ser como la de un ángel.
Sin verlo venir, él chico tallo uno de sus ojitos, algo que le hizo achicar de nuevo el corazón, negó con la cabeza y ademanes con ambas manos, mientras una sonrisa se apoderaba de sus labios.

Descuida, fui yo él que te ofreció un abrazo, está muy lejos que me haya incomodado, además, creó que lo necesitabas mucho

Se sinceró, ofreciéndole una cálida sonrisa, la cual sorprendentemente le correspondió él chico, de nuevo su corazón se achicó.

Déjame acompañarte hacía la cafetería, y como agradecimiento te daré un tour, así podrás ir a cualquier lugar que te plazca

Ante la dulce propuesta del bajito, sonrió en grande y asintió repetidas veces.

Eso sería de gran ayuda, muchas gracias

Y solo eso bastó, para ahora ir detrás de aquél bajito, siguiéndole eufórico hasta la dichosa cafetería.

...

¡Jay-ah!

Los repentinos llamados le hicieron darse vuelta bruscamente, a simple viste pudo visualizar a un chico más bajo que al chico triston, al lado de esté un chico mucho más alto, y posiblemente más que su persona.
Estos no dudaron en lanzarse a los brazos del chico triston, la verdad es que se sintió un poco sobrante ante la escena que está presenciando.

Sin dudarlo se alejó un poco y mejor se fue a comprar su merienda, el hambre puede más que su lado chismoso ahora.

─Good morning ma'am, me vende dos pan dulces rellenos de crema de vainilla y dos botellas de verde, por favor

La señora con una gran sonrisa asintió ante su pedido, desapareciendo un ratito para posiblemente acatar con lo que había pedido, y sin retraso alguno llegó con lo que había pedido pocos segundos antes.

─Aquí tienes hijo, pero la próxima me hablas en español, no entiendo el árabe

Una carcajada se le atoro en la garganta, y con esfuerzo alguno le regaló una enorme sonrisa a la doñita.

─Claro, lo siento, muchas gracias dulce señorita

Sonrió como todo galán y chico apuesto que tanto le decía su mami y abuelitas, la doñita ante sus palabras rió, negando ante lo último.

─¡Aigo!, que agradable muchacho, regresa pronto hijo

Rió apenado ante aquello y se retiró de ahí, para regresar donde se encuentra él chico triston.

Aquellos individuos de antes abrazan con fuerza al chico triston, supone que son sus amigos, eso le conmueve, sin querer arruinar su momento, solo se quedó a pocos pasos lejos de ellos.

Sin tratar de hacer tanto ruido abrió su pan dulce, sin embargo la bolsa del pan hizo bastante ruido como para llamar la atención de los de alrededor suyo, incluyendo a los tres amigos que estaban teniendo una platica animada, sonrojandose en el proceso por sus miradas fijas.

Solo sonrió con pena, espero que se vayan, sin embargo eso no sucedió, él chico triston se acercó y con una mano le sostuvo la suya, esté le jaló para seguirle el camino, poniéndose de a poco nervioso.

─Chicos, él es...

Él chico triston se detuvo, con detalle le observó, aguantando una risilla, notó el problema, no se sabían su nombre, sonrió con más confianza y se colocó a su lado, ya que se había quedado detrás de él.

─Soy Riki, Nishimura Riki, un gusto

Los posibles amigos de la cosa tristona lo analizaron de arriba a bajo, él solo pudo dejar su caracteriza sonrisa.

Sin previo aviso la cosa tristona tiro de su hombro, claro, la altura, una leve risita se escapo de sus labios por aquella acción ajena.

Yo soy Jay, Park Jongseong en realidad, pero puedes llamarme Jay

Otra risilla salio de sus labios por las leves cosquillas que le habían causado el murmuro de Jay, la cosa tristona.

─Un gusto

Dijo normal, pero girando el rostro a dirección del rostro ajeno, quedando muy cerca, ambos se quedaron observando, los ojos ajenos hipnoptizaron los suyos, el color avellana le hacía cosquillas en el estómago, más la tibia respiración, un bello rosa se hacía aparición en aquellas redonditas mejillas, una sonrisa duchenne se formo en su rostro.

─Igual es un gusto Riki, yo soy Jake y este es Kai

La fuerte voz del chico llamado Jake los saco de su burbuja, Jay había soltado su hombro y por su parte solo había soltado otra risilla, aquello había sido interesante.

─Yo, te compre esto

Hablo después de unos segundos mirando a los individuos al frente suyo, ahora con su atención nuevamente puesta en Jay, la cosa tristona, sin dudarlo le entrego el té y el panecillo que minutos antes había comprado.

─Oh, muchas gracias, no debiste

Los labios del chico triston se curvaron tan lentamente, adornando su rostro, haciéndole brillar, a pesar de que el sol no entrará por la cafetería para iluminarlo.

He, Jay, tenemos que irnos, hace quince minutos que empezó la clase de fisiología

Observó como al castaño se le abrían con sorpresa los ojitos, causándole ternura.

─¡Cierto!, he, adiós, Riki

Y sin más, él chico triston desapareció de su vista.

Mierda, ¿y ahora como regreso a mi facultad?, no recuerdo el camino

Lloriqueo recordando que solo se dedico a mirar la cabellera tan sedosa del chico triston durante el transcurso de ida a la cafetería.

Llegaría tarde a su siguiente clase, o tal vez ni llegaría.

















(La sonrisa duchenne es la sonrisa grande junto con la sonrisa de ojitos ♡)

It's Okay, I'm Here |Jayki|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora