3. Primer Noche

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La noche en Mustafu era tranquila, claro que siempre existían barrios conflictivos, llenos de bandidos y criminales peligrosos, pero está noche particular sería distinta.

Avanzado por las calles de Mustafu hacia los barrios más hundidos por el pecado estaba el espíritu de la venganza, Izuku miraba todo en modo automático, casi como algo natural.

La motocicleta dejaba una ligera huella dónde podía notarse como el fuego quemaba el asfalto, algunos vehículos encendían sus alarmas cuando el calor de Izuku los hacía fallar.

Incluso el metal negro que recubría sus articulaciones estaba a una temperatura elevadisima.

Sintió un olor particular, el olor de un robo.

Giro en una esquina y luego se detuvo en un callejón, dentro había una mujer que golpeaba a otra en el suelo.

— Está es la zona de las Pixies, a ver si te enteras, puta..., Oye tú...

Izuku cruzo miradas, la mujer de pelo violeta y corte de pelo raro miraba a Izuku con el miedo impreso en la cara.

— Alejate, esto es algo entre mujeres.

Izuku dió largas zancadas hasta estar frente a la mujer. Movió su puño y golpeó a la marina en el estómago, golpeó el muro gimiendo de dolor y con su estómago quemado.

Luego miro a la mujer en el suelo, estaba libre de pecado, su único error fue caminar por esta zona a estas horas.

Le señaló con el dedo y dijo — Inocente.

Lo dijo naturalmente, en un tono plano como el que describe el tiempo en la ciudad.

Volvió a su moto y aceleró, siguió por las calles, Izuku sentía el ansia, sentía el fervor en sus adentros, tanto tiempo sin salir, una reliquia olvidada por su maestro, el espíritu de la venganza parecía eufórico. Está noche debia ser especial.

Sintió otra cosa, una violación con matoneria.

Llegó a la puerta de un edificio, parecía que la primer planta había Sido originalmente hecha una tienda, aún así estaba todo empapelado, y aún así Izuku sintió los gritos.

Se acercó a la puerta y el simple calor de sus llamas verdes derritio el vidrio. Dentro había un grupo de 6 chicos y dos chicas, pero una de ellas estaba en el suelo temblando y desnuda y la otra estaba grabando con lágrimas en los ojos, Izuku supo que esas lágrimas no era de tristeza, eran de risa.

Tomo la cadena en su guante.

—Mira amigo...no sabes con quién te metes, solo quiero poner a esta chica en su lugar, molesto a mi novia sabe...— una cadena golpeó su mandíbula rompiéndola, Izuku corrió a toda velocidad, uno de los chicos tomo una barra de metal y trato de clavarla en Izuku, la barra lo atravesó, parecía que el chico tenía superfuerza.

Izuku rio ligeramente, el chico soltó la barra gritando, la barra se calentó y se derrito en sus manos, Izuku le dió otro golpe, los otros cuatro salieron corriendo, la chica con la cámara también lo iba a hacer, entonces una cadena ardiente se enredo en su pie, fue tirada hasta estar a los pies de Izuku.

Izuku redujo sus llamas y entonces pudo agarrar a la chica de los hombros y levantarla.

La chica gimió — Me obligaron a hacerlo, yo ...

—¡Mentira!

La chica se encogió al escuchar la voz de ultratumba y profunda del monstruo que apareció.

Izuku la miro y dijo — Mírame, mírame...

La chica miro las cuencas vacías del cráneo en llamas, se quedó en silencio un segundo y empezó a ver dos luces rojas anaranjadas en las cuencas y de pronto todo se vino contra ella.

Recordó lo que le hizo a las chicas que no le agradan, a los chicos que rompió, los sentimientos que infundio, desprecio, autolesiones , baja autoestima, sintió todo lo que ocasionó, cayó al suelo temblando, sentía que estaba en una bañera llena de ácido.

El espíritu de la venganza noto que los cuatro chicos volvieron, pero habían venido junto a otros 7 matones.

Izuku grito de euforia.




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⏰ Última actualización: Sep 16, 2023 ⏰

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Deku : el espiritu de la venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora