𝟒𝟎 𝐃𝐈𝐀𝐒

3. Where...?

Hola (N)-chan, pido disculpas por no haber llegado aún a nuestro hogar...

Es solo que he tenido muchas misiones y no he podido ir, ya se que no debo de poner el trabajo sobre mi familia, pero de verdad no puedo decirle al patrón que deje de ponerme misiones.

Dile a Renko que me disculpé, cuando llegue a casa, lo primero que haré es jugar con el.

— Rengoku Kyojuro.

Sonrió triste, lo cual no debería, sabía bien que tú pareja no podía dejar el trabajo.

Guardo la carta y simplemente siguió haciendo lo que estaba haciendo.

— Papá, ¿Papá Rengoku no dejo una carta hoy? — El pequeño Renko sonreía mientras veía a su padre.

(N) negó triste y se acercó a su hijo, tomo las pequeñas manos del chico y lo miro a los ojos.

— Renko, ¿Sabes bien por qué tú padre no ha llegado a casa, no?  — El pequeño asintió.

— ¡Sí! Porque el es un cazador de demonios, que protege a la gente de los demonios — (N) asintió, paso su mano por la mejilla de su hijo.

Su preciado hijo era una réplica exacta de Kyojuro, esos ojos tan brillantes y hermosos, sus cabellos rubios con puntas rojas, igual de llamativo que el.

— Bien, corre a jugar, la cena estará lista en unos momentos — Sonrió y observó correr al pequeño al patio de la casa.

Algo no le gustaba, es como si la mitad de su corazón se hubiera ido, como si le faltará algo a su vida, sentía que se desmayaría. Su corazón le dolía.

Sentía unas punzadas horribles en el, cada que leía una carta de su pareja, le dolía, sentía que se desmoronaba con cada letra que leía.

Su mente estaba en paz, pero su corazón era un remolino.

¿Algo pasaría? ¿Estaría enfermo?

No quería dejar a su hijo, su pequeño estaba apenas aprendiendo a leer, le dolería demasiado dejarlo...

¿Dónde? ¿Con quién lo dejaría? Es su pequeño...

¿Su pequeño lo perdonaría por dejarlo?

— ¿Papi? ¿Estás bien? — Renko estaba parado enfrente de su padre.

(N) estaba de rodillas en el suelo ¿En qué momento?

— Sí pequeño, vamos a comer ¿Si? —

Renko dudo un poco, pero vió a su padre sonreír y sonrió también.

Dos personas, sin saber que alguien que amaban con toda su alma, con su corazón, había muerto hace dos días...

Dos sensibles personas, que no saben que la persona más importante de su vida, murió

— Renko, ¿Qué te gustaría hacer después? Ya que terminaste tus deberes, podemos jugar ¿Mjm? —

— ¡Escondidas! —

(N) sonrió, terminaron de comer y comenzaron a jugar.

Aunque, sin darse cuenta, un ave, o mejor dicho, un cuervo los observaba.

El pequeño cuervo soltó pequeñas lágrimas, emprendió vuelo hacia una dirección en especial, no tardó más de una hora al llegar a una finca.

— ¿Entonces están bien? Eso...Me alegra — Sonrió levemente y acarició la cabeza del ave — Solo espero que (N)-sama no se ponga mal, como dices, parece que tiene...—