«...Y ese es mi top diez de las más adorables aves rapaces que existen en nuestro planeta», concluyó Luz sin poder contener el entusiasmo en su voz frente al micrófono. «Espero que hayan disfrutado de la transmisión y para nuestros vecinos intergalácticos: Se despide de ustedes Luz, su embajadora favorita de la Tierra. Cambio y fuera.»
Esperó unos segundos antes de detener la grabación y sonreír con orgullo al resultado. Si bien su trabajo aún no había acabo y tendría que editar ese episodio antes de subirlo, creía que las cosas habían salido bastante bien. Sus dedos tamborilearon el borde de su escritorio y empujó su silla hacia atrás. Crear el guion y grabarlo era la parte sencilla, el proceso más tedioso era la hora de la edición. Meses atrás, Luz no hubiese tenido problema en ponerse a trabajar con su audio, pero las últimas noches se sentía como una bebida burbujeante a punto de explotar y como un cohete salir volando muy lejos de ahí. Pero considerando las nuevas circunstancias en su vida, ella había aceptado a regañadientes mantener las apariencias y continuar con su rutina. Así que retomó su trabajo y tachó los temas que había cubierto en esa grabación.
Sus padres le habían inculcado tener una mente curiosa y un profundo amor por la ciencia ficción. Su padre, en particular, le había enseñado a operar la pequeña radio de onda corta que tenían, y eso había llevado a que ambas cosas se entrelazaran para crear lo que Luz hacía hoy en día. Y a pesar de sus recientes descubrimientos, ella seguía amando hacer su podcast. Después de todo, era su pequeño espacio para hablar libremente sobre innumerables aspectos interesantes de la Tierra y la humanidad, con la esperanza de que también fueran apreciados por alguna raza alienígena. Luz sonrió. Esa última parte solía provocar burlas en mucha gente cuando oían sobre su proyecto, pero era exactamente lo que la hacía ser ella misma.
Como su madre solía bromear: iba a ser ciencia ficción o fantasía, pero lo que era seguro era que Luz iba a apasionarse por algo extraordinario. Así que sí, ella creía en viajes intergalácticos en lugar de magia, en alienígenas en comparación a brujas. Aunque muy en el fondo deseaba que ambas cosas fueran reales.
Sus ojos se posaron en los pósteres que tapizaban las paredes de la habitación: Dark Star, Prey, The Man Who Fell to Earth, Arrival, y muchas otras; cada una ofrecía una perspectiva única sobre la vida alienígena y la interacción con ellos. Al igual que su colección de libros, cómics, videojuegos y documentales —algunos cuestionables— que poseía.
Lo que Luz podía rescatar de su querida colección era cómo las personas, especialmente aquellos que podían ejercer el poder del gobierno, reaccionaban ante aquellos que eran diferentes, especialmente extraterrestres. La política de disparar primero y hacer preguntas después complicaba su situación actual pero también pintaba un reto que...
Su celular vibró y sonrió al ver el mensaje de Hunter: «¿Terminaste ya la grabación, chica espacial?»
«No quiero leer burlas de alguien que nunca deja de hablar de lobos y desde que le enseñé sobre licántropos, no hace más que buscar contenido sobre eso», respondió Luz entre risas a los reproches que Hunter le envió. ¡Pero era cierto! No conocía a nadie con una colección más extensa de novelas con licántropos que Hunter. Sin embargo, eso era lo que los hacía tan buenos amigos; ambos eran apasionados en sus intereses y bastante peculiares a la hora de expresarlos.
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Encuentro Cercano [Lumity]
Fanfiction«The Owl House» [Universo Alterno] Luz era una joven apasionada de la ciencia ficción y el cosmos. Su vida siempre había bailado entre su fascinación por las ondas cortas de su antigua radio y la posibilidad de contactar con seres extraterrestres a...