❝𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒, 𝐏𝐓. 𝐈𝐈❞ - red velvet

𝗕𝗘 𝗠𝗬 𝗠𝗜𝗦𝗧𝗔𝗞𝗘

song ; be my mistake
by ; the 1975
ship ; wendy + dreamcatcher' sua, wensua
0:14 ━●───────────── 08:01
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Seungwan está de regreso a esa habitación de hotel que hace una semana había jurado no volver a visitar. Cuando lo dijo ni siquiera su último rayo de esperanza le creyó, Bora incluso se atrevió a reír un poco sabiendo que pronto estarían ahí otra vez, al igual que la última vez que la castaña dijo que no lo volvería a hacer.

Es un error y ella lo sabe, tal vez por eso el cuerpo de Bora se siente mejor debajo o encima del de ella cuando las luces están apagadas y la noche termina mejor cuando Bora no la abraza para dormir. Solo durante esos besos y la equívoca colisión de sus cuerpos una y otra vez, es que esto no se siente como error. Seungwan se siente plena, satisfecha de si misma al escuchar la manera en que Bora gime su nombre y como las dos terminan al mismo tiempo. Tan pronto baja de esa nube, Seungwan se siente asqueada de sí misma.

Hasta hace poco Seungwan era una mujer felizmente casada con aquella que aún tiene el descaro de llamar el amor de su vida, madre de dos hijos y supuesto ejemplo de persona; un día solo dejo de serlo. Bora apareció de la nada y la acompaño a tomar sus mejor peores decisiones.

Comenzó con el hecho de que Bora fuese completamente diferente a su esposa, Joohyun es reservada y calmada en áreas dónde su amante es todo lo contrario. Una experiencia nueva que la castaña nunca antes había experimentado. Eso le dió paso a qué se diera cuenta de la monotonía que la atrapaba, a ella y su matrimonio, pero en vez de buscarle una solución funcional junto a su esposa, Seungwan prefirió ahogar sus problemas en alcohol y entre las piernas de Bora. Le pareció más factible.

ㅡ¿Vienes en camino? ㅡla quebrada voz de Seungwan rompe el silencio de la habitación.

ㅡYa llegue, estoy comprando unas cosas afuera.

Bora conoce a Seungwan mejor de lo que la misma Seungwan piensa, la pelinegra sabe que no debe llegar a la habitación tan pronto pero tampoco tardarse tanto; llegar temprano significa encontrarse a su amante todavía debatiendo consigo misma y llegar tarde es tener que convencerla a quedarse. Aun así, Bora nunca pierde la oportunidad cada vez que Seungwan la llama.

Ella también es su error, después de todo.

ㅡVeo que has empezado sin mi. ㅡBora entra a la habitación, ligeramente encantada de la figura de la castaña con su camisa de botones abierta y una botella de whiskey barato en sus manos.

ㅡQuería estar lista para cuando llegaras, cariño.

Ambas saben que significa eso, el alcohol es el coraje liquido que Seungwan necesita cada vez. Pero a Bora eso poco le importa, ella sigue siendo la mujer que Seungwan no quiere sino la que necesita y eso es suficiente. Suficiente para que Bora pueda engañarse a si misma de que esto tendrá futuro, de que hay alguien que le pueda pertenecer luego de haberle dado su todo a otra persona.

Ella es el escape de Seungwan de su aburrimiento e inconformidad, pero Bora también la busca para reemplazar el vacío en su cama que Handong dejó cuando decidió irse sin previo aviso.

Bora pensó que aquella rubia sería su compañera hasta el fin de los días, le entregó todo en charola de plata solo para que ella se fuera en la primera oportunidad que tuvo. No hubiese sido un problema si Handong fuese dejado lo que no le pertenecía, pero se llevó el corazón de Bora y todo el amor que tenía, hasta el que había guardado para si misma.

La pelinegra deja lo que compro a un lado para poder sentarse en el regazo de su contraria, sintiendo como todo dolor se extingue de su cuerpo cuando esas pequeñas pero anchas manos comienzan a acariciar sus piernas, con cada roce subiendo más por sus muslos. Bora podría maldecir a Seungwan cada vez que la deja en la cama sola, pero volvería a ella solo por las sensaciones y el deseo. Además, todavía no ha encontrado a alguien que la haga sentir tan bien como Seungwan. Tan amada, aunque sea de mentira.

Desde el momento en que el peso de Bora cae sobre ella Seungwan olvida por completo aquello con lo que batalla a diario. El nombre de su esposa ni siquiera se cruza por su mente y es insignificante cualquier otra cosa que no sea Bora. Es una egoísta irremediable, narcisista que solo busca su satisfacción sin importarle las personas que lastima en el proceso. Bora, Joohyun, sus hijos, ella misma. Una lista de nombres que da a cambio por algo más que la rutina que ella misma creo.

Puede que se castigue a si misma tan pronto la mañana llegue y tenga que regresar a casa con alguna mentira lista para Joohyun sobre como los preparativos para el lanzamiento de su marca han sido arduos. Compensará su falta con los niños comprándole algo que ellos quieran.

ㅡBboya... ㅡSeungwan susurra al sentir las uñas de Bora delinear sus definidos abdominales. ㅡPor favor.

ㅡPaciencia, amor. Paciencia.

Amor... Joohyun... Amor... Handong...

Tal vez Bora y Seungwan sean el mejor sexo que la otra podrá tener, pero son otras quienes las vuelven débiles en verdad.

La ropa comienza a caer al suelo, los gemidos no tardan en llenar el silencio de la habitación, las lágrimas que ambas fallan en ocultar se escurren junto el sudor de sus cuerpos por el vaivén de sus caderas que marca un ritmo puntual es como las manecillas del reloj al frente de ellas. Solo quieren que el tiempo pase en este compás, que solo sean Seungwan y Bora sin aquellas que las llevaron hasta aquí; por muy negligente que eso suene. Hasta que el extasis de sus orgasmos dejen de hacer efectos sobre sus penurias.

Para cuendo eso suceda ya tendrán otra cita planificado, en esta misma habitación de hotel, con el deseo de buscar a alguien más en el cuerpo deu una extraña.

Volverán a ser el error que no les molesta cometer una y otra, y otra, y otra vez