II

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Hoy era mi primer día de instituto. Tenía miedo, ¿y si no hacía amigos? No creo que vuelva a tener una vida como la que tenía.

Salí de mi casa y me dirigí hacia la escuela, era grande y llena de gente. Me sentía invisible rodeada de tanta gente, tantos grupos de amigos, y sin embargo yo estaba sola. Sonó el timbre y busque en mi móvil la clase que tocaba. Agh matemáticas.
Busqué por todas partes el aula de matemáticas pero no logré encontrarla hasta que vi a un chico que venía desde lo lejos.
Era rubio con ojos azules y muy guapo.

-¡Ey nueva! ¿Te has perdido?

- Si...

- Soy Ethan por cierto- dijo el chico

- Yo Becca- dije sonrojada
Habían pasado unos segundo y yo no podía dejar de mirarlo.

- Bueno... ¿cuál te toca?

- ¡Ah! si, claro. Emm matemáticas

- Vale sígueme- dijo mientras se daba la vuelta y yo me apresuraba a seguirlo.
Llegamos a clase y nos despedimos.

- Señorita... Ha llegado 15 minutos tarde.

- Lo siento, soy nueva y me he perdido.

- Ya, ya, vete a tu asiento, está al lado de Drew, justo ahí- dijo señalando un pupitre al lado de aquel chico que aún recordaba de ayer- Este colegio es exigente y espero que te lo tomes enserio señorita... ¿Cómo te llamas?

- Soy Becca, bueno Rebecca Barlet.

- De acuerdo Srta. Barlet, tome asiento.

Me dirigí a mi pupitre y me senté. Las clases fueron como siempre nada del otro mundo, aunque estaba deseando que acabara para ir a mi habitación y no hacer nada.
Como era mi primer día, no me mandaron tarea para hoy para que pudiera adaptarme adecuadamente cosa que apreciaba mucho porque no entendía nada.
Antes vivía en Virginia del norte, donde el nivel académica de mi colegio era bastante bajo, cosa que van a afectar a mis calificaciones este año.

Salí de casa para ver el barrio cuando note a alguien detrás de mí. Era Drew en su monopatín.

- Hola Becca

No me di la vuelta y seguí mi camino.

- ¡Oye te estoy hablando!- dijo cogiéndome del brazo obligándome a parar y darme la vuelta.

- ¿Que quieres?-dije cortante

- Vaya, que maja- me miró y vio mi cara de querer seguir mi camino. Drew era guapo pero sabía que no tenía tiempo para novios. Tenía un futuro por delante y no dejaría que una tontería como esa me desconcentrara. Por eso tenía que sacarlo de mi cabeza de alguna forma posible. - Vale, vale ya veo que no quiere hablar conmigo pero soy Drew, por cierto. Drew Collins.

- Lo sé- respondí con poca cara de querer seguir con la conversación.

- Conque te vas mudado enfrente de mi casa ¿eh?

- Sí

- Supongo que tendré que ver esa cara todos los días.- Le saqué el dedo corazón y volví  a casa.
Necesitaba dormir, tengo que madrugar para ir al colegio y si encima no puedo dormir con constantes pesadillas sobre mi padre me convenía dormirme pronto.


Solos tu y yo para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora