En el instituto seguía sin tener amigos, excepto Ethan estas últimas semanas nos habíamos hecho inseparables.
Por otro lado, mi madre estaba muy distante de mí. Desde que deje de tener pesadillas empezó a preocuparse menos de mí y deje de verla tan a menudo por casa.- ¡Hola Becca!- oí decir a alguien detrás de mi.
Era Ethan.
-Hola- dije cortante
-Te noto tensa, ¿Te pasa algo?
¿Que si me pasaba algo? Claro que me asaba algo. Creía que había empezado a sentir algo por Ethan...se que era muy precipitado ya que apenas había pasado un mes desde que nos conocimos. Pero había sido suficiente para mi.
-¿Emm...hola?-mierda, se me había olvidado que Ethan seguía aquí.
-¡Ah! Si si, perdón.
-Te decía que si querías quedar esta tarde, he quedado con unos amigos y pensé que igual te apetecía, bueno, venir conmigo...
Espera, ¿estaba nervioso?
Esto es nuevo.
-Claro me encantaría.
-¡Genial! En la bolera a las 8.
-Bien, nos vemos allí.
Tomé rumbo a casa cuando nada más salir de clase empezó a llover. Genial lo que me faltaba, tenía que irme a casa andando con toda esta lluvia.
-Eh tú.-Oí decir detrás de mi.- ¿Te llevo?
-Puedo ir sola- lo ignoré y seguí andando.
-Para.
Me giré para verle la cara. Estaba mojado, igual que yo.
Estuve mirándole unos segundo cuando dije:
-Que.
-Mi madre me ha pedido que te lleve, como está lloviendo tu madre le ha pedido que si podía hacerle el favor de recogerte para que no te cogieras una neumonía.- Como seguí andando dijo- Aunque parece que te lo buscas tu sola.
-Yo no me busco nada- repliqué
-Pues entonces ven conmigo.
-¿O que?
-O... te las verás conmigo.- me cogió de la cintura y tiró de mi hasta que caí en el asiento del coche. Cerró la puerta y aceleró.
-¡Déjame bajar!
-¡Cállate de una vez!
No volví a hablar en todo el camino, estaba tenso y conducía muy deprisa. Nunca lo había visto tan enfadado.
Cuando llegamos abrió la puerta y salí corriendo hacia mi casa.
-Becca, ven pasa.- dijo mientras me dejaba entrar hacia la casa.- estás empapada, hija. Ven que te seco.
Me arreglé y me fui a la bolera.
Cuando llegué me encontré con Ethan, estaba con un grupo de chicos y chicas. Me acerqué a ellos, todos se giraron para mirarme, excepto Ethan que se acercó a abrazarme nada más verme.
-¡Becca has llegado! Pensé que al final no vendrías.
-Si, no me decidía- dije sonriente.
-Has llegado justo a tiempo. Te trroca tirar.
Mierda. Me había olvidado de lo mala que era jugando.
Cogí la bola y la tire lo mejor que pude. Cerré los ojos dubitativa y...¡pleno! No me lo podía creer.
Todos aplaudieron y yo sonreí incomoda.
-Enhorabuena Becca, soy Maddison por cierto.
Era una chica muy guapa. Tenía el pelo largo y rubio y unos ojos azules claros como el cielo.
-Gracias
Después de unas partidas más fuimos a un bar para celebrar la victoria de Josh.
-Entonces, dime Becca, ¿por qué te mudaste?-Pregunto un chico que se hacía llamar Eric.
De repente mis memorias se apoderaron de mi mente. Me había quedado bloqueada. Eric debió de notarlo porque busqué su mirada y al ver mi cara de querer salir de aquí dijo:
-Bueno yo creó que debería irme llendo... ¿Becca te llevo a casa?
-Eh... si, gracias
Los dos salimos del restaurante y no metimos en el coche. Me mantuve callada todo el viaje.
-¿Qué te pasa? Porque está caro que algo pasa. ¿Ha sido por la pregunta de Eric?
-Si, lo que pasó fue que- no me dejó terminar.
-No tienes que decirlo sino quieres
-No, si es que-
-De verdad.
-Quiero.-dije mirándolo fijamente.
-Vale.
-Mi padre murió este verano el 4 de julio. Mi padre tenía epilepsia y por eso todos los 4 de julio nos íbamos a una casita en el campo para evitar los ruidos. Este año algún imbecil decidió tener la gran idea de tirar fuegos artificiales al lado de la casa. Mi padre al escuchar el ruido empezó a caer en un ataqué de pánico y se murió. Mi madre se quedó sin dinero y tuvimos que mudarnos aquí.
-Vaya, lo siento mucho.
-Gracias, bueno me voy ya.
-Si, claro. ¡Chao!
Me despedí con la mano y entré en casa.
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Solos tu y yo para siempre
RomanceRebecca Barlet o Becca, es una chica de 16 años que se ha mudado a Colorado desde la muerte de su padre. No solo tendrá que lidiar con el duelo, sino que también con en vecino de enfrente, Drew Collins. Lo que no sabemos es que Drew tiene un secreto...