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1978.
Narrador en tercera persona.
Para Jane, los ojos de las personas tienen un significado, los ojos chicos, eran para personas de habilidades increíbles, caballerosas y oscuras, los ojos grandes, eran para personas de ideas buenas, amables y puras. Eso lo aprendió desde pequeña, ella sabía lo que eran los elfos, su hermano, su madre y su padre, ella sabia lo que era lo bueno y lo malo.
Desde que ella era pequeña, nunca salio a jugar, su unica compañía eran los elfos domésticos que la cuidaban. Ella nunco conoció el término "ser feliz" en su niñez, debido a su "temprana madurez". Que prácticamente ella no podia hacer nada más que, estudiar y seguir la creencias de sus familias— aunque eso le costara el cuerpo entero—ella nunca pudo correr, gritar o saltar, por el simple hecho de que los de su edad no podian hacer eso. Ella tenía cuatro años.
Mientras que los padres se despedían de sus hijos, Jane estaba con su primo Evan en el anden 9¾, Jane buscaba un vagón mientras que su primo... Zeus sepa en donde se había metido el, ella ya no lo vio luego de entrar en el tren. Tifi estaba dormido en su cuello, mientras que ella seguia buscando. Al caminar unos minutos, encontró un vagón totalmente vacío, ella sonrió ya que lo pudo encontrar y colocó su equipaje en un cajón de arriba.
Se sento en el sillón mientras sacaba un libro de su mochila, era un libro muggle, solo Hades sabria las cosas que su padre le haria al enterarse de que ella leía un libro muggle.
Ella había aprendiddo muchas cosas a lo largo de su niñez. Incluso aprendió que el estatus de sangre no es más que una mentira para unirse a Voldemort o como ella lo llamaba serpiente con cuernos.
Ya con el libro en sus manos decidió abrirlo pero un dormilón se despertó, Tifi que estaba durmiendo en su cuello ahora estaba despierto, el miro a Jane y esta le sonrió.
— Veo que despertaste dormilón. —dijo mientras miraba como el demiguise se alejaba de su cuerpo para comenzar a caminar. — ¿Tienes hambre? —pregunto mientras miraba a Tifi, este la miro y abrio sus ojos fuertemente y estos se hicieron grandes. — Veo que si. —miro en su equipaje para buscar algo, y entre todas las cosas que habia en su mochila—que habia bajado del cajón—encontro unas galletitas de chispas de chocolate.
