⋆ ᴇsᴛᴜᴘɪᴅᴇᴢ.

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Otro maldito día.

Me desperté, lamentablemente. Simplemente un día común y corriente como cualquier otro, me levanto, hago mis cosas y me voy a trabajar al atardecer.

7:00 p.m

Estaba afuera del bar, entré y me puse el mandil para comenzar a trabajar.
Atendí a unos cuantos clientes, unos venían solos, y uno que otro acompañado.

Fué ahí donde apareció esa chica, la noche se alteró un "poco"

La notaba algo alterada, estaba temblando cuando llegó a sentarse en la barra.

-Hey, ah... dame un angel shot, porfavor... —dijo la chica, mientras se acariciaba el cabello, mirándome.

Ah, angel shot.

El único problema, es que el angel shot no existía, llevo varios años como bartender para identificar esto.

Le hice una seña a la chica con la mirada, para que me indicara qué andaba mal.

La chica solo me señaló con la mirada a un hombre sentado en las mesas de madera, que la miraba con morbosidad y lujuria. Devolví mi mirada a la chica, quién se alteró cuando vió que el hombre se acercaba a la barra.

Traté de mantener la compostura, el hombre tomó asiento junto a la chica y le empezó a hablar de la manera más cachonda posible.

Traté de llamar a seguridad discretamente, pero mis ojos se abrieron cuando escuché dos disparos afuera del bar. Toda la gente comenzó a salir desesperadamente, cuando miré la barra, el hombre y la chica habían desaparecido.

Mierda, ¿ahora qué?

Comencé a alterarme al ver que los dos hombres que cuidaban la puerta estaban muertos, esos dos disparos fueron suficientes para matarlos a ambos.

Mi compañero, Raúl, se acercó a mí, nervioso de igual forma.

-____... ¿que hacemos...? El gerente no está... —dijo Raúl, quién estaba temblando del miedo.

Me quedé atónito, mirándolo como si se me fuese a ocurrir una buena idea.

Mi miedo no era morir, mi miedo era vivir y enfrentar al gerente... ¿como demonios describo a este hombre? Es la definición humana de ignorancia y arrogancia, maldad si puedo agregarle.

Tampoco me importaba perder mi empleo, el gerente conoce a demasiada gente, y él puede hacer mi vida una mierda si quiere, y si se entera de lo que pasó... ni siquiera podía llamar a la policía, solo se me pudo ocurrir una cosa.

-tenemos que esconder esos cuerpos... —dije, ni siquiera sabía que eso había salido de mi boca.

Raúl solo me miró unos segundos, se podría decir que él tampoco tenía idea de qué hacer, y no sabía muchas opciones.

Salimos y ambos arrastramos los cuerpos al congelador, cuando lo hicimos no sabíamos que hacer ahora tampoco, simplemente nos íbamos...? Entregábamos  el turno o nos quedábamos ahí como si nada? Es mi primera vez haciendo esto, evidentemente.

Aún estaba atónito ante la situación, Raúl se fué corriendo del lugar, así que seguí su ejemplo, ni siquiera tuve tiempo de dejar en mandil en su lugar.

Apresurado, pedí un taxi y me fuí a mi casa.

Al llegar, me senté en el sillón, mi respiración se hizo más frecuente, acababa de presenciar dos asesinatos y un secuestro... ¿por qué no hice nada?

Todos los pensamientos se detuvieron al escuchar que alguien tocaba la puerta, me paré del sillón, y temblando me dirigí a abrir la puerta.

La mano me temblaba, al abrir la perilla nadie estaba afuera de mi departamento.

Hasta podía jurar que se escuchaban las sirenas de una policía.

Aún en shock, cerré la puerta y me devolví al sillón.

¿Nadie había tocado la puerta?

Eres un maldito loco, ____.

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Semanas pasaron, en las noticias se había documentado lo ocurrido. Temía presentarme al trabajo, temía hasta salir de mi casa.

Raúl y yo fuimos acusados de asesinato, por obvias razones, fué estúpido creer que esconder los cuerpos de los hombres en el congelados sería buena idea.

Lo malo, es que poco a poco me quedaba sin recursos y sin dinero, tenía que encontrar un trabajo urgentemente...

Milagrosamente, el gerente no sabía donde vivía, así que no pudo darle la ubicación a los policías, solo escuchaba las sirenas rondar cerca, pero nunca tocaban mi puerta.

Fué ahí, tuve otra idea estúpida.

Justo ahora, me encontraba en el baño de mi apartamento, con unas tijeras, mirándome al espejo.

Necesitas el maldito trabajo.

Sin pensarlo dos veces, comencé a pintarme y a cortarme el cabello, ni si quiera sabía cómo,  pero tenía que cambiar mi apariencia.

Al terminar, me miré al espejo, aún tenía mucho que hacer, no era suficiente...

Las ideas estúpidas no desaparecían, quebré una botella de vidrio y tomé un trozo, con eso, me hice varios cortes en la cara, el dolor era nulo cuando lo único que pensaba era en qué otro trabajo voy a buscar después de cambiar de apariencia.

Esos cortes sicatrizarán, no era la mejor idea para cambiar de apariencia, pero era lo único que tenía a la mano por ahora.

Con eso, salí de mi casa y con un poco menos de temor, fuí a comprar algunas cosas con el poco dinero que me quedaba. Afortunadamente todo salió bien, ahora el problema era buscar trabajo...

Recordé, esos hombres... esa tarjeta que recogí ese día.

Busqué la tarjeta entre mis pertenencias y la observé más detalladamente.

"Freddy's family dinner,  siempre estamos contratando"

Tampoco lo pensé mucho, llevé la tarjeta conmigo y salí de casa.

Llegué a la pizzería, cuestionando si será prudente trabajar aquí,  principalmente por que los rumores aquí tampoco faltan.

Fué tarde preguntarme eso cuando ya estaba adentro de la pizzería.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2023 ⏰

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► 𝐼𝑚 𝐼𝑛 𝑁𝑒𝑒𝑑 ◄ ᵂᴵᴸᴸᴵᴬᴹ ᴬᶠᵀᴼᴺ ˣ ᴿᴱᴬᴰᴱᴿ (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora