Sparkling Aria

Segunda parte: Rebelión en do mayor

PARTE 1:
Viernes, 5 de enero de 2346
El sonido que producía un grillo en aquel desierto fue interrumpido por el atolondrado estruendo de una motocicleta que se acercaba a una velocidad respetable a una taberna situada en medio de la nada. Desde fuera, se notaba como la taberna estaba iluminada con una luz tenue y que había gente armando griterío en su interior.

De la moto, bajó un hombre de complexión delgada con una chaqueta de cuero y pantalones vaqueros con un casco. El cristal de este tenía una forma peculiar, un cristal rojo con forma de murciélago que dejaba entrever la parte superior de su cara, cubriendo su boca. El hombre comenzó a acercarse a la puerta del local.
- Tú.- Dijo, al girar su cabeza hacia la motocicleta y hablándole a lo que parecía una radio antigua.- No te muevas eh.-Al chico casi se le escapa una carcajada.
- Muy gracioso señorito.-Pronunció una voz que provenía de aquella radio.
- Voy a entrar un momento, enseguida vuelvo. No hagas ningún ruido.
El hombre abrió la puerta de par en par para encontrarse con una multitud sobria que se le quedó mirando. En la barra, hombres cansados reclinados hacia la barra en busca de algo que llevarse a la boca. Parecían cansados y agotados. En las mesas, cantidad de personas que, antes, estaban gritando y levantando sus jarras con bebida pero que, ahora, no hacían más que mirar al hombre que había abierto la puerta.

Con las manos en los bolsillos, el hombre avanzó despacio para sentarse al lado de un hombre extravagante con un casco puesto en la cabeza, gabardina, y una jarra de cerveza reclinado sobre la barra. Comenzaron a escucharse murmullos inentendibles pero que, como el hombre que había entrado hace escasos momentos al bar entendía, eran sobre él.
- Perfecto, ya somos dos.- El hombre con la gabardina se dirigió a Babel, que era el hombre que acababa de - entrar por la puerta.
- Dos enmascarados en un mismo bar eh. Quién te iba a decir que te encontrarías con otro de tu calaña.- Babel hizo un gesto al camarero, que estaba temblando, para que le pidiera nota.
- S-sí, ¿qué desea se-señor?
- Agua, solo agua.
- E-entendido señor.
- Conque agua,- se sorprendió el hombre de la gabardina- ¿Qué eres, un crío?
- Un crío muy curtido y que quiere hacerle unas preguntas.- Babel se giró hacia el hombre con la gabardina.
- No creo que quieras realmente. Anda, sé un buen chico y cierra esa estúpida boca.
- Sé quien eres.- Aunque Babel no lo podía ver muy bien, sabía que el hombre de la gabardina se le estaba quedando mirando. La multitud, que hacía un rato se había olvidado de la aparición de Babel y habían vuelto a gritar y derramar cerveza por el suelo en un alarde de diversión, volvió a quedarse callada y expectante de lo que Babel y el hombre de la gabardina harían a continuación.
- Vamos fuera.
Ya afuera, Babel y el hombre de la gabardina se apoyaron en una de las paredes de la taberna, justo al lado de la moto de Babel que estaba junto a otras motos.
- A ver, dispara, ¿quién soy?
- Eres el soldado 137 del ejército Wundor, Case, que ha sobrevivido a la guerra y logrado escapar de ella.
En efecto, pero el hecho de saber quien soy no té da derecho a preguntarme lo que sea, además, dentro de unos pocos días dará contigo el ejército Wundor y té reclutará en sus filas ya que, eres un enmascarado que supongo que hace nada habrá comenzado a serlo .
- Llevo 3 meses siendo un enmascarado.- Case se conmocionó al escuchar aquellas palabras. Se supone que todo aquel que ha tenido una experiencia lo suficientemente traumática como para convertirse en enmascarado y entrar en contacto con el demonio original recibiendo así el casco del cristal rojo, era encontrado por el ejército Wundor para convertirse en monstruo y combatir contra las fuerzas Elinas. Pero Babel no. Babel, de una forma u otra, había conseguido evadir los controles exhaustivo de las fuerzas Wundoras para no entrar en batalla y convertirse en un monstruo. Por fin Case había encontrado a alguien capaz de evadir a Wundor, por fin había encontrado la esperanza que necesitaba para acabar con aquella guerra.
- En ese caso dispara de nuevo, creo que tengo yo más preguntas que hacerte a ti.
- ¿Qué significa ser enmascarado?-
Case pensó por unos instantes antes de responder. La realidad és que no sabía la respuesta concreta a aquella pregunta, pero si que conocía divagaciones similares que podían ayudar a cerrar el círculo de la incógnita.
- ¿Alguna vez te has preguntado lo que significa vivir realmente?
- Si, pero nunca encuentro una respuesta concreta.
- Pues en el caso de tu pregunta la respuesta és la misma: ninguna concreta. Lo que sí puedo decirte es lo que sucede al convertirte en enmascarado.
- ¿Qué sucede?- Preguntó, nada sorprendido Babel.
- Al pasar por una experiencia lo suficientemente traumatizante y estar en contacto con el aire que emana de los cristales del exterior, aquellos grandes y morados anclados al suelo del desierto, és como uno se encuentra con lo que llamamos demonio original y se convierte en enmascarado.
- ¿Pero que és eso de "demonio original"?- Preguntó extrañado Babel.
Para cada uno es algo distinto, para mi, fue mi familia, para cada uno es algo completamente distinto, el caso és que és un ser que adopta la forma de lo peor por lo que ha podido pasar el individuo que se enfrenta a convertirse en enmascarado.
- ¿Por qué nos temen? A los enmascarados digo.
- ¿No has visto a esos monstruos que combaten día y noche y desde hace 200 años contra las fuerzas Elinas? Normal que nos teman, sí podemos llegar a convdrtirnos en eso.- Babel no tuvo claro que más preguntar, aquella conversación no había hecho más que ayudar a qaue se sintiera cada vez más dubitativo repecto a lo que és ser un enmaascarado.
- Gracias amigo, creo que ya tengo todas mis dudas resueltas.- Mintió Babel, que se despidió con un estrechamiento de manos y se dirigió hacia su motocicleta para emprender un viaje hacia su antiguo pueblo, donde vivía cuando era niño.