Su reina, mi rubio

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Félix Fathom

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Félix Fathom

— Buenos días —me anuncié entrando a la cocina, dónde se encontraba cocinando Gabriel Agreste, y Adrien en un taburete de la isla seguramente esperando por su desayuno y por mí.

Me senté a su lado y lo empujé con mi hombro de forma cariñosa.

— ¿Cómo dormiste? —le pregunté bajó iniciando una conversación solo entre él y yo.

— Un poco mal, pero si pude descansar. Gracias por preguntar —me sonrió y yo lo imite genuinamente.

Adrien era lo más cercano a un hermano que tenía, nos criamos literalmente en la misma casa y él siempre ha estado para mi como yo para él, éramos inseparables y aunque no tuviesemos la misma sangre siempre lo presentaba como mi hermano y viceversa.

La puerta se abrió y entró Natalie sentandose en uno de los taburetes en la esquina de la isla.

— Buenos días, mamá —le saludé cariñosamente— ¿Cómo te encuentras hoy?

Ella volteó hacia mí y me sobó la mejilla suavemente. Mi mamá no era de muchas muestras de afecto, pero siempre me había tratado de una manera cariñosa y siempre estaba consiente de que me quería.

— Me encuentro bien, cariño. Desayunen para que puedan llegar temprano al colegio.

Desayunamos unos hot cakes con distintos siropes que preparaba Gabriel, quién era una figura paterna para mí pues al vivir toda mi vida aquí él había sido el único que me trató como otra hija a pesar de no serlo en realidad. Al terminar el desayuno salimos de la cocina sin antes despedirnos y el chófer ya nos esperaba para llevarnos a la escuela.

— Ya que estamos solos, ¿Qué hay de Marinette?

Adrien se puso ruborizado y ví esa sonrisa boba.

— Ayyyy, me huele a amor —dije divertida.

— Es que Marinette es perfecta, pero ella aún huye de mí.

Bufé.

— Hermano, a veces eres un poco despistado, al igual que ella, primero —enumere— ella sintió un flechazo contigo desde aquel día bajo la lluvia que le diste tu paraguas, lo sé porque fuí espectadora de todo, sentí el inicio de un nuevo amor. —exagere un poco— Desde ese momento Marinette ha estado loquita por tí y tú cómo buen ignorante no has sabido captar las señales que te da su comportamiento, podrás saber mandarín pero no sabes leer el "body lenguage". Pero tranquilo que para eso estoy yo, y a lo que quiero llegar, es que ella no huye porque no te quiera, es que no sabe cómo expresarse.

— Es que a veces siento que no se siente lo suficientemente cómoda conmigo.

— No es que quiera culpar a alguien, pero tú no eres el problema Adrien, tu siempre estás para ella y le demuestras lo buena persona que eres y que puede contar contigo. Ella tampoco hace las cosas a propósito, solo no está acostumbrada, dale tiempo y verás que encontrará soluciones y sabrá manejar la situación. Tú solo sigue siendo Adrien y no cambies nada.

Miraculous [One Shots] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora