Capitulo 4 Él

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Gabriela

Emma era mi mejor amiga, ella era como mi hermana y siempre he querido lo mejor para ella. Emma me enseñó que es la amistad, me enseño que es tener una amiga de verdad y siempre está. Cuando Emma empezó con James yo tuve un mal presentimiento, sabía que iba a romperle el corazón, sabía que Emma iba a estar llorando varias noches, sabía que no iba a salir bien. Pero Emma estaba tan ilusionada que lo único que podía hacer era ayudarla, escucharla e intentar que los dolores de cabeza que James le provocaba cada dos o tres días se esfumaran cuando estaba conmigo.

Cuando vi el mensaje en el móvil de Emma, me empezó a hervir la sangre, un mensaje de una cuenta falsa, una cuenta nueva, que se llamaba "weknowu". Tenía mis sospechas de quien podía ser, Claudia, claramente. Pero no me iba a arriesgar, no iba a dejar que ella ganara, porque si empezaba ya a rebatirle las tonterías que decía, su ego iba a subir, lo tenía muy clarito.

El mensaje podía destruir a Emma, ella era una persona muy sensible, que por desgracia se intentaba arropar en la opinión que tenían los demás sobre ella para crear su propia opinión sobre ella misma. Al llegar a la puerta del club de golf vi a Borja.

-¿Has visto eso?- Vino corriendo hacia mí, no sabía de que estaba hablando, pero cuando encendí el móvil vi que esa cuenta había hecho una publicación, era una foto de Claudia y James besándose en el parque donde James había llevado a Emma mil veces. El parque donde Emma se sentía muy especial por todo lo que pasó con James.

Ahí podemos ver como de importante es Emma para el cerdo ese, sí, cerdo, porque no tiene otro nombre. Emma le había dado todo, no lo que James quería, porque para él lo más importante era lo físico, ella quería su romance perfecto y el solo quería llevársela a la cama. Ella creía que había encontrado su príncipe azul, pero era... Mejor no comento.

Sera mejor que me relaje, cuando vi la publicación mi ira me cegaba y no vi lo que ponía en la descripción: Menos mal que Emma y James han cortado. Porque seamos sinceros Emma, ¿en serio crees que te quería?

Apagué mi móvil, aparte a Borja, entre y en ese momento mi visión solo se fijaba en encontrar a James, las personas que estaban ahí eran como fantasmas. Estaban ahí pero ni me percataba de su existencia, todo el mundo estaba centrado en sus móviles, en la cuenta que había salido a la luz y en lo que esa persona tenía que decir, como si la voz de una persona que se oculta sea más importante que la voz de las personas que dicen las cosas a la cara y sin esconderse. Me sentía en una película americana, rollo Mean Girls, por ejemplo. Al pasar por los pasillos del club aparte de solo fijarme en si encontraba al desgraciado que le había roto el corazón a mi mejor amiga y controlar mis impulsos para no pegarle un puñetazo cuando le vea, agradecía haberle quitado el móvil a Emma, simplemente porque no había soportado esto.

A lo lejos vi a James, con la camisa abierta, un botellín en la mano y con Claudia a un lado y Paula al otro, con una sonrisa estúpida, como si nada hubiera pasado. A ver, no me malinterpretéis, se que después de una ruptura hay que rehacer las vidas, pero chaval, que la has dejado hace cinco horas.

Llegue a su nivel, vi su carrito de golf de fondo porque estaban en la terraza, tenía el impulso de destruirlo y lo iba a hacer. Volví a mirarle fijamente y le vi mirarme de arriba abajo y susurrarle algo a Claudia.

-James, ¿puedo hablar contigo?- Intente parecer la más formal del mundo, aunque quería decirle muchas cosas.

Él me miro, asintió y vino fuera conmigo.

-Gabriela, antes de que digas nada, no me importa lo que tenga que decir Emma.- Lo decía tan tranquilo el chaval, lo decía tan tranquilo.

-No estoy por Emma, estoy por la foto.- Él muy idiota miro al suelo y sonrió.

Una razón para brillarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora