Cap. 011

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Jueves

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Jueves.

4:21 AM.

Después de dos largas horas de vuelo casi que interminables y con retraso incluido de 20 minutos, logramos aterrizar en tierras Puertorriqueñas.

Durante todo el viaje Selena aprovechó su momento para recuperar sus horas de sueño pérdidas, me dijo que hiciera lo mismo o almenos intentara cerrar los ojos un momento pero yo no me sentía tan cansada como esta mañana y con todas las cosas que tenía en la cabeza me era más difícil aún poder cerrar los ojos así que me puse a escribir y diseñar un par de cosas en mi libreta para despejarme.

Todo el viaje me la pasé escribiendo y diseñando, por alguna extraña razón siempre me daban ataques de creatividad en momentos muy tensos, mi cabeza tenía una extraña forma de activar su creatividad.

Cuando llegamos a nuestro destino obviamente nos lo hicieron saber por los altavoces del avión, tuve que volver a guardar mis cosas y despertar a Selena para camuflarnos aunque ya nos hayan visto miles de personas en este vuelo.

Yo me hice una coleta baja y encima me puse la capucha del hoddie, del reflejo de mi celular tuve que mirarme para ver si estaba bien arreglada pero lo único que vi fue mi alma abandonar mi cuerpo, dios mío, yo era más ojeras que persona. Admito que esto es mi culpa pero realmente no pude pegar ojo durante todo el vuelo, no podía desaprovechar mi explosión de creatividad por dormir, ese tipo de riesgos no podía tomarlos.

De mi cartera tuve que sacar mis lentes de sol para obviamente disimular mi cara de muerta viviente, capaz y por eso ni me dejan entrar a PR.
Esperamos que las personas de los asientos delanteros abandonaran el avión para después poder salir nosotras.

Apenas bajamos fuimos directamente a investigar donde estarían nuestras maletas y aquí fue otra perdedera de tiempo, no sabíamos ni donde estabamos paradas. Que desastre. Tuvimos que preguntarle a un guardia para que nos ayudara con la terminal de nuestras maletas y después de sentirnos en un capítulo de Dora la Exploradora finalmente encontramos nuestros pedazo de cemento.

Vaya vuelo más pesado, las dos éramos dos muertas vivientes jalando dos maletas por todo el aeropuerto, ya no teníamos ni la fuerza suficiente para mantener un ojo abierto, en cualquier momento caiamos como plastas al suelo.

Pasamos un momento por inmigración para que controlaran nuestras documentaciones y nos dejaran ser libres como lombrices hasta el cuarto de nuestro hotel.
No miento si perdimos un poquito más de tiempo ya que una chica de seguridad me reconoció y quiso tomarse una foto conmigo, por más que tuviera sueño y estuviera a punto de caerme muerta le cedí la foto. La abracé y dejé un besito en su mejilla antes de posar para la foto, le agradecí el apoyo y cada una se fue por su lado.

Cada vez que nos íbamos acercando a nuestra salida del aeropuerto por una extraña razón comencé a sentirme nerviosa y con el corazón latiendome a mil por segundo. Tenia muchísimas dudas que Victoria haya venido hasta aquí a estas horas de la madrugada, después de un día entero metida en el estudio y para colmo haya esperado casi una hora, entre el retraso del vuelo, la bajada del avión, el encontrar nuestras maletas y pasar por inmigración, pobrecita dios mío.

Secret Dark  》Young Miko.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora