Sección en la que se subirán algunas historias que ocurrieron en la línea de tiempo del FanFic, pero que sucedieron en segundo plano. Esta sección es para agregar información extra al FanFic, pero sin mostrar tanta información crucial para la histor...
Antes de comenzar, quiero decirles que ahora solo falta una historia más para terminar con el primer tomo de esta sección de historias cortas. Tal vez después suba más historias, pero dependerá del apoyo que reciban estas 4 historias.
Nota: esta historia está narrada en primera persona.
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Este relato narra un evento en el que yo, Rossweisse y Amaterasu nos vimos envueltas.
Sigo lamentando mi falta de acción en aquel momento; podría haberla detenido, pero me dejé influenciar por su amabilidad.
A pesar de mi usual actitud seria y determinada ante las situaciones, especialmente en las responsabilidades que me son encomendadas, mi trabajo como profesora me era novedoso. Aunque no resultaba desagradable, recientemente me estaba adaptando al cargo. El nerviosismo de enfrentar a numerosos estudiantes a veces amenazaba con superarme, pero encontraba una manera de mantener la calma. La labor no era tan compleja como pudiese parecer: crear un plan de estudios semestral, además de cumplir rigurosamente con las clases y notificar con anticipación al director en caso de necesitar ausentarme.
Este episodio ocurrió dos semanas después de mi entrada como profesora. Me hallaba transitando por uno de los pasillos de la Academia Kuoh. Los estudiantes pasaban a mi lado, intercambiando conversaciones mientras me saludaban con respeto. Correspondía de igual modo, esforzándome por expresar la mayor amabilidad. Aunque no era visible, mi semblante seguramente reflejaba la frustración que experimentaba en ese momento.
Avancé con determinación hacia la enfermería. Amaterasu, quien ocupaba el cargo de enfermera en la academia desde hacía tiempo, estaba sentada ante su escritorio organizando documentos. Aun cuando entré en la habitación, no pareció percatarse de mi presencia hasta que estuve a una distancia de tres metros.
En ese instante, giró hacia mí con una sonrisa de gran dulzura y me saludó con calidez - Rossweisse, no esperaba verte aquí - comentó, invitándome a ocupar el asiento junto a ella con un gesto.
Sin objeción alguna, acepté y me senté, liberando un suspiro profundo. Amaterasu lo notó de inmediato, pareciendo comprender el cansancio que se reflejaba en mi rostro.
Parece que este nuevo estilo de vida te resulta verdaderamente desafiante - añadió de forma sarcástica, mientras yo la observaba, manteniendo mi expresión apagada.
¿Alguna vez has tenido que dar una conferencia frente a un gran público? - inquirí con sinceridad, siendo alguien tímida al socializar, esta actividad me resultaba desafiante.
Al escuchar mi pregunta, ella sonrió y tocó su mejilla con el dedo índice - considerando las veces en que he debido reunirme con otros dioses o los cinco clanes principales... no he dado una conferencia ante tanta gente – Amaterasu compartió, reconociendo la honestidad en mis palabras.
