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Usualmente los lunes por la mañana Wooyoung despertaba muy temprano, eran sus días más pesados dentro de la facultad ya que tenía prácticas, era estudiante de medicina, quería ser neurólogo al igual que el resto de su familia, sus dos padres eran doctores, su madre era fisioterapeuta y su padre neurólogo, él seguiría los pasos de su padre como siempre quiso de pequeño, solo que había un pequeño problema, a sus diecisiete años había tenido un descuido con una chica de su escuela, era la típica aventura de un adolescente calenturiento en fiestas, pero jamás creyó que terminaría siendo padre de una dulce niña a la que veía cuatro veces por semana cuando tenía tiempo y en sus días libres la dejaba quedarse a dormir con él en su dormitorio cuando tenía tiempo para ella, cuando no le decía que su papi estaba muy ocupado estudiando para ayudar a las personas y que estas puedan llevar una vida medianamente normal, podía dar consejos pero no curar una esclerosis, era un tema complicado.

Apagó su alarma en su celular y lloriqueó agotado, había dormido un par de horas por estar estudiando, el día anterior había sido el cumpleaños de su hija y había ido a celebrar con ella dejando sus estudios a un lado, se había arrepentido de ello cuando llegó a su casa casi a las doce de la noche. Con pereza dejó su cama y fue a darse una ducha, cepillo sus dientes y preparó su mochila antes de irse, acostumbraba a salir temprano porque debía pasar por una cafetería, ahí desayunaba y luego corría a su primera clase, luego tendría tiempo para encontrarse con sus amigos. Él se caracterizaba por tener unas notas normales, no era un sobresaliente pero tampoco era un debes mejorar, él se decía a sí mismo que era un aceptable o un muy bien, no se tenía mucha esperanza a sí mismo y tenía pesadillas con el día en que lo terminen expulsando de la carrera.

Para poder sobrevivir a la vida se dedicaba a trabajar de medio tiempo en sus horas libres luego de las prácticas y la universidad, llegaba extremadamente cansado a casa y ese día no fue la excepción, trabajaba para pagar su universidad y porque soñaba con tener su propio hogar y no depender de los dormitorios de la universidad, en ellos no podía meter a su hija, muchas veces lo hacía a escondidas. Ah, y también trabajaba porque debía enviarle dinero a la madre de su hija para que la mantenga bien a pesar de que ella le había dicho mil veces que no lo haga, actualmente ella y él eran buenos amigos.

—Wooyoung, pienso que te estás sobrexigiendo, mirate, pareces un muerto—exclamó con preocupación su mejor amigo, Jongho.

—Mmh, nah, no es nada—negó sin preocupación abriendo la puerta de su dormitorio— ahora mismo solo me queda estudiar y dormir un rato.

—Pienso que cuando vuelva de la fiesta de Tae te voy a encontrar dormido en el escritorio babeando tus libros mientras dañas tu pobre espalda que llora todas las noches pidiendo un poco de piedad—dramatizó tirando su mochila en su cama.

Jongho era su compañero de habitación, ambos hacían el duo perfecto ¡Eran como en las películas! Wooyoung era el estudioso y aburrido nerd mientras que Jongho era el extrovertido amigo fiestero aunque Wooyoung no siempre estaba encerrado en el dormitorio, de vez en cuando solía asistir a alguna fiesta y tenía aventuras con chicos de otras facultades, sí, su vida dió un giro de trama increíblemente fuerte cuando el alcohol lo llevó a acostarse con un chico de la facultad de física llamado Yeonjun, ambos habían tenido sexo como bestias y ahí Wooyoung había descubierto su nuevo gusto, que hombres le hagan el amor hasta dejarlo cansado, también con eso descubrió que era gay y muy grande fue su sorpresa cuando descubrió que la chica que ahora era madre de su hija era lesbiana, ambos esa noche supieron que el sexo opuesto no era lo suyo.

—Pienso que deberías estudiar teatro en vez de medicina, quizás te vaya mejor—bromeó colocándose sus lentes.

—No lo había pensado, pero actuar en frente de miles de personas no creo que sea lo mío.

—Prefieres ver como Jeong Yunho lo hace ¿No es así?—lo miró de reojo y Jongho se sonrojó hasta la punta de las orejas.

Yunho era un estudiante de teatro y el reciente crush de Jongho, un tipo apuesto, pero no era su tipo, era bastante amigable, recordaba haber mantenido una conversación con él sobre libros, él le había contado que había leído recientemente Los Miserables de Victor Hugo y Yunho sorprendido le dijo que justamente iban a hacer una obra de ese libro, oficialmente estaba invitado a ver la función del novio no novio de Jongho y Jongho no estaba invitado, aunque de todas formas igualmente iría, las entradas estaban muy baratas.

—No seas idiota, debo irme, nos vemos en un par de horas.

—Si es que vuelves vivo—Jongho le sacó el dedo medio y luego corrió de la habitación, lo estaban esperando abajo.

Wooyoung suspiró agotado y abrió su libro en la página quinientos, su cabeza dolió por un instante al ver un montón de palabras juntas y muy pocos esquemas por lo que decidió buscar el audio libro y escucharlo, lo mareaba ver un montón de palabras luego de un día tan cansado pero debía estudiar, los exámenes iban a empezar en algún momento y debía estar preparado para ellos. Los primeros dos párrafos fueron normales hasta que de repente dejó de escucharlas y su mano dejó de escribir la información importante en su cuaderno, recordaba que en su primer semestre tenía un cuaderno para cada materia, ahora que iba a cuarto utilizaba uno solo para todas y de milagro llevaba un par de bolígrafos, uno negro para escribir y uno rojo para escribir palabras clave aunque ya no lo usaba mucho por su manía de escribir rápido, según su hermano ya había llegado al síndrome de la letra inentendible como él dice, cada que escribía algo normal casi nadie lograba entenderlo, según su hermano solo los doctores lo entendían.

Despertó por los ruidos de la puerta, Jongho había entrado junto a un chico y como si hubiera olvidado que él también vivía ahí empezaron a tener relaciones, su escapatoria fue salir y sentarse en los bancos que estaban afuera de los dormitorios, allí se quedó aproximadamente una hora jugando un juego en su teléfono. Iba a irse cuando un chico mucho más alto que él que jamás había visto lo detuvo, incluso sabía su nombre, era extraño.

—Lo siento ¿Te conozco?—frunció el ceño y el chico se encogió de hombros— si te perdiste puedo ayudarte.

—Pienso que no estoy perdido, por fin te encontré—sonrió alegre y Wooyoung se sintió mucho más extrañado, pensaba que era un chico drogado o alcoholizado que salía de la fiesta donde estuvo Jongho.

—Lo siento, no sé quién eres, debo irme a mi habitación a descansar.

—Me llamo Mingi, un gusto—extendió su mano y Wooyoung solo se alejó diciendo un buenas noches.

Subió corriendo dejando al chico plantado en el jardín y entró en su habitación encontrándose con Jongho y su amiguito dormidos, eso era una buena señal así que podía volver a su cama a dormir pensando en ese extraño que lo detuvo, sí, quizás era un drogadicto, no debía preocuparse, iba a olvidarlo cuando vuelva a estar sobrio.

O quizás no.

CUPID IS SO DUMBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora