Mateo
-ven apúrate que llegamos tarde y no quiero que te pierdas la sorpresa.
-pero a dónde vamos ? Aun no me dices nada y recuerda que no me puedo agitar.
- tu solo sígueme.
- contigo al fin del mundo siempre.
El solo verle los ojos hace que mi vida se reinicie mil veces y no quiera dejar de existir, Gael es la persona más importante en mi vida después de mis padres, no sé qué haría sin él, no sé qué haré cuando ya no esté.
Llegamos a la estación de buses y nos adelantamos entre la multitud para poder llegar a una taquilla, Gael solo sabe gritarme que que diablos quiero hacer y sigue sin entender nada, no sabe lo que le tengo preparado, yo solo quiero hacerlo feliz, que sea feliz por mi y para mi.
Me acercó muy rápido a la taquilla y le pido a la señora que nos atiende si puedo decirle la ubicación de nuestro destino en secreto porque no quiero que mi amigo nos escuche, ella muy amable acepta y me pide que me acerque.
-quiero dos pasajes para la playa por favor, es que es mi mejor amigo y quiero hacerle una sorpresa.
-claro campeón, deberían existir más jóvenes como tú, y son pareja ?
-no!! Lo digo con cara de asombro. Es solo mi mejor amigo pero quiero hacerle feliz hoy.
La señora prepara los boletos y justamente estamos a dos horas de la playa así que llegaremos perfecto, será mágico, tan mágico como él.
Vámonos, le grito mientras lo agarro de la mano y nos dirigimos al bus, pasa los boletos y nos hacemos en las últimas sillas, gracias a Dios el bus no estaba muy lleno pero éramos los últimos pasajeros que faltábamos, aunque la verdad se sentía como si solo estuviéramos Gael y yo, solo el y yo contra el mundo y en nuestro mundo.
- no me dirás a donde me llevas Mateo ?
- es una sorpresa. Tienes que ser paciente, tienes que dejarte sorprender.
-pero sabes que odio las sorpresas, soy muy impaciente y tú lo sabes amor.
Pone cara de perro arrepentido a ver si logra sacarme la verdad pero esta vez eso no va a funcionar conmigo, nada arruinará su cara de emoción y mi cara de felicidad al verlo sonreír como nunca.
- eso no va a funcionar conmigo, ni tus palabras bonitas ni mucho menos tu cara de perro arrepentido. Deja de insistir y duérmete, aún tenemos dos horas largas de viaje, necesitas descansar para lo que viene.
Puedo sentir cómo su corazón late y lo hace con tanta intensidad que nadie pensaría que está tan débil en realidad, ahí dormido se ve tan pacífico, tan angelical y la forma en la que el viento hace que su cabello revolotee entre si es increíble y creo que estoy apunto de llorar, le estoy perdiendo y cada segundo que paso con el se están volviendo los últimos, sin querer le estoy quitando minutos y segundos esenciales para su vida, lo quiero mucho, mucho más de lo que él se pueda imaginar y es que el siempre estuvo ahí para mí, cuando nadie estaba, cundo a nadie le interesaba estar, fue mi primer confidente y la primera persona que me enseñó que no necesito tener la misma sangre de alguien para amarlo mucho más que un hermano, se volvió una parte de mi. Vital para mí como si fuera simplemente EL SEGUNDO LATIDO DE MI CORAZÓN.
- llegamos, Gael despierta.
- pero?, que ?
-si Gael llegamos, vamos que nos lo perdemos, vamos.
- pero a dónde vamos ? Dime por favor....
- ya lo verás, que no lo sientes ? El viento, el calor ? Estamos en la playa Gael, ESTAMOS EN LA PLAYA GAEEEEEEL.
- pero como ? Mateo que has hecho ?
- hacerte feliz, eso haré.
- pero...
- sin peros, ven que se nos va el atardecer.
Lo arrastre hasta llegar y ambos pudimos ver las aves volando cerca al mar y era mágico, ver el sol a nada de ocultarse y ver como sus ojos se llenaban de tanta emoción, juro que casi caigo de la alegría que sentí al verlo tan feliz.
Llegamos a la orilla del mar en donde el agua tocaba nuestros pies y nos hacía sentir su inmensidad, y simplemente nos dejamos caer allí, con nuestros ojos al horizonte y nuestros cuerpos existentes pero nuestras almas flotando en tan inmenso y mágico mar color naranja.
Gael
No puedo creer lo que veo y que Mateo haya hecho todo esto por mi, no puedo creer que sea real y que esto esté pasando, estoy viendo como la vida está pasando a mis ojos y está siendo hermoso, el sol se está ocultando y estoy aquí a la orilla del mar viendo las gaviotas volar mientras sujeta mi mano como si no existiera un mañana y tal vez no lo exista y si es así que dios, si existe un dios me deje en este día por el resto de mi eternidad, por el resto de mi corta vida.
No puedo con más y no creo poder nunca y ya no soy yo quien habla, es mi alma que grita desesperada al ver todo lo que está perdiendo, al ver que está siendo feliz a base de la idea de su muerte, que está perdiendo aunque gane momentos inolvidables.
Mateo
Logró ver como sus ojos empiezan a llorar y con cada lágrima aprieta con mucha más fuerza mi mano, como si le estuvieran arrancando trozos de vida, su alma.
No se que hacer ni tampoco que decir, no es así como debería ser, se suponía que lo quería hacer feliz y todo se está jodiendo.
Lo abrace y deje que se fundiera en mi, Gael y yo abrazados a la orilla del mar con el atardecer a nada de desaparecer, yo tampoco me pude contener y me derrumbe, las lágrimas no dejaron de recorrer mi rostro y lo entendí, comprendí el sentido de sus lágrimas se estaba haciendo a la idea de que este sería un momento que no se podría dar el lujo de repetir.
- siempre estaré para ti, susurré. No importa cuánto pase ni cuanto quede, no importa donde estés ni a donde me lleves, no importa lo que pase ni cuánto te alejes, siempre me tendrás y me sentirás a tu lado, no importa cuantos kilómetros te hayas distanciado siempre estaré para ti, aferrado a cada latido y hasta el último de tu corazón.
Sentí como me abrazo con más fuerza y como su voz cortada pronuncio.
- TE AMO.
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Entre latidos
Teen FictionGael se acaba de enterar que está muriendo y solo le queda un año de vida. Asher por otro lado acaba de mudarse a él mismo liceo que el. Dos personas diferentes y un solo corazón latiente. Será suficiente un año para los dos ?