Black Swan (Kookmin / Omegaverse) RETOMADA

[15] Sobre las estrellas. Parte 1

Jeon estuvo tentado de ir tras él, pero estaba muy irritado y sabía que si lo hacía, esa discusión podría convertirse en algo peor. El chico había dicho que no encontró a nadie más en esa selva, por lo que el Alfa pensó que si algo tenía que haber pasado, ya habría sucedido mientras él estaba inconsciente. Exploró toda la circunferencia de la isla y descubrió que no era tan grande como parecía, ya que pronto regresó al punto de partida.

El Capitán se sentó en el suelo y observó el océano, preguntándose dónde estaría su tripulación y si alguien los encontraría. Vio unas hojas de palma tiradas donde había estado momentos antes y marcas en la arena, como si alguien hubiera intentado arastrarlo. La fruta esparcida por el suelo era suficiente para unas dos personas. Fue entonces que el Alfa cerró los ojos y reflexionó:

Mierda.

Respirando profundamente, se puso de pie nuevamente y se dirigió hacia el bosque, buscando al Omega. Cuando lo encontró, Jimin estaba sentado bajo una enorme raíz, abrazando sus piernas dobladas y apoyando su barbilla en sus rodillas. Su mirada era distante. Había notado la presencia del Alfa, pero prefería fingir que no le importaba.

—Te estaba buscando. —Jungkook intentó iniciar una conversación pero el Omega seguía ignorando su presencia. —Pronto oscurecerá, tenemos que volver a la playa. —La única respuesta que obtuvo fue un suspiro. Lo estaba molestando, pero entendió que el Omega tenía motivos para estar molesto. —Jimin... lamento hablarte así. —Nuevamente sin respuesta, Jungkook insistió: —Dí algo.

Jimin giró su rostro para finalmente mirarlo. Tenía los ojos ligeramente rojos, lo que indicaba que estaba llorando.

—Sé que estoy débil y no debí haber caminado solo... pero estabas inconsciente y no sabía cuándo o incluso si despertarías. Tenía que asegurarme de que estuviéramos solos aquí, encontrarte agua y comida, ya que parecías muy agotado físicamente. Y ho también tenía hambre.

Jeon cerró los ojos. El peso de la culpa pesando sobre sus hombros. Desde el momento en que Jimin subió a bordo del barco lo último que mostró fue debilidad, y el capitán lo sabía muy bien, era una prueba de la valentía del Omega. Su propio lobo Alfa se sintió enormemente atraído por el pequeño lupus desde el primer momento en que lo enfrentó.

Con el paso de las semanas la convivencia hizo que el Alfa observara más a aquel chico rubio, y comprendiera que era mucho más que un objeto de intercambio para obtener algún beneficio. Jimin era inteligente, astuto y tenía una sonrisa que valía más que el oro que Jungkook pretendia robarle a su padre.

—No eres débil, Jimin. Nunca lo fuiste. Desde la primera vez que te vi sentí tu fuerza. Me asustó pero me fascinó al mismo tiempo. —Jeon se agachó y se sentó junto al Omega. —Sé que soy un cobarde, que me escondo detrás del miedo a... —su voz falló.

Ni en todos los años que había vivido en los mares el Capitán había visto un azul tan hermoso e intenso como los ojos del Omega, quien lo miraba fijamente esperando sus palabras. Las hojas de los árboles se mecían suavemente mientras una suave brisa recorríá la parte del bosque en la que se encontraban. El aroma de las rosas se esparció pesadamente en el viento mientras el lobo del Alfa se movía y el corazón de Jungkook latía con fuerza.

Jeon estaba tan cerca del menor que podía notar el leve aroma a jazmín que provenía del Omega. Ignorar este hecho era inevitable, el Capitán sabía perfectamente lo que estaba sintiendo. Ya no le importaba la exigencia del rescate, y en el fondo, incluso sintió miedo cuando esta aventura llegara a su fin y encontraran el Imperium, donde Jimin regresaría a casa y sería entregado a su novio.

—¿En? —Jimin lo animó.

El Alfa estaba completamente perdido en ese sentimiento. Estaba tan claro como la luz del día y negarlo sería una locura. Pocas cosas en la vida asustaban al Capitán Jeon, y una de ellas estaba sentada justo frente a él.