Nada que Perder

Capítulo 5

Tampoco hablaron por la mañana, la verdad es que no. Raine susurró más disculpas y medias promesas de que volverían a intentarlo en veinte años (veinte años, ¿no sabían que Eda tenía suerte de estar todavía viva en este momento?) y besó a Eda por última vez antes de volar hacia el amanecer. Dejó que Eda caminara penosamente hasta la cocina, donde se sirvió dos tazas de sangre de manzana para ahorrarse un viaje al refrigerador y se las bebió espalda con espalda.

Así la encontró Luz, tres hojas al viento, cuando atravesó el portal para sus últimas clases de la semana. Eda estaba demasiado borracha para saber si Luz no se daba cuenta de su estado o lo ignoraba cortésmente, pero Eda pensó que sería difícil para Luz pasar por alto las botellas vacías: se había cansado de tropezar con el refrigerador y derramar sangre de manzana por todo el suelo en el viaje de regreso a la mesa de la cocina.

"Buenos días, Eda." Luz colocó la llave del portal sobre la mesa y Eda parpadeó lentamente. "Mamá dijo que le gustaría verte hoy si tienes un momento libre".

Eda gruñó, sin confiar en sí misma para hablar sin que sus palabras se volvieran incomprensibles. Por supuesto que Camila quería verla hoy. Porque el día de Eda no había sido lo suficientemente malo: King le había echado un vistazo y había desaparecido escaleras arriba y una de las primeras cosas que Hooty había aprendido era a darle un amplio margen a Eda cuando ella bebía estúpidamente.

"Ella, uh, entenderá si estás ocupada."

Oh, sí, Luz definitivamente sabía que estaba borracha.

"Ahora voy a ir a la escuela". Luz salió de la habitación, pero Eda la escuchó correr escaleras arriba, no salir por la puerta.

Se dejó caer más sobre la mesa y apoyó la cabeza en los brazos cruzados. Podía escuchar todo lo que decían Luz y King, sus susurros frenéticos.

"¿Eda está bien?" Luz, preocupada.

"Ella está bien, solo borracha ".Dijo King algo enojado.

"Sí, pero ni siquiera son las nueve de la mañana y está muy borracha".

"Solo ignórala, a veces se pone así".

Eda se tapó los oídos ante la dolorosa ira. No quería oírlo más, no quería oír hablar de que era una madre tan de mierda que su hijo estaba simplemente resignado y amargado y ni siquiera remotamente preocupado cuando se despertó y descubrió que ella se había tomado toda un botella de sangre de manzana mientras dormía.

Se quedó allí así, bloqueando el sonido de las voces, hasta que escuchó la puerta principal cerrarse de golpe. La habitación se precipitó a su alrededor mientras se sentaba y su estómago se revolvió en señal de protesta. Y ella sólo se había sentado; ella ni siquiera había intentado ponerse de pie.

Necesitaba ponerse de pie. Necesitaba subir todas las escaleras hasta su habitación y bajar una poción para tranquilizarla porque pelear con Camila sonaba como exactamente lo que quería hacer en este momento.

Con ambas manos plantadas en la mesa de la cocina, Eda se incorporó lentamente. Tiró dos veces antes de ponerse de pie, tambaleándose, pero se lo tragó. El sabor amargo del vómito persistió en la parte posterior de su lengua.

Manteniendo una mano en la pared que seguía alejándose de su alcance, salió de la cocina. Las escaleras eran más difíciles de subir y Eda sujetó la barandilla con los nudillos blancos. Gracias al maldito Titán que estaba descalza; no creía que fuera capaz de subir los escalones ni siquiera en pantuflas. ¿Por qué carajo había pensado que era buena idea mantener esa poción en su dormitorio y sólo en su dormitorio? Era tan malditamente miope.

Tan pronto como subió el último escalón, Eda tropezó por el pasillo y se estrelló contra la pared opuesta. Fue un movimiento intencional, en cierto modo. A mitad de las escaleras, tuvo la repentina visión de sí misma resbalando y cayendo hasta el piso principal y teniendo que repetir la subida otra vez. Posiblemente con un tobillo roto, probablemente con vómito en la parte delantera de su suéter. No había manera de que su estómago sobreviviera a una caída. Incluso la sacudida a través de un pasillo de cinco pies de ancho la hizo tragar bilis.