Epílogo.

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Si ya diez años de matrimonio no lo hacían arrepentirse de su decisión de cortejar, salir y casarse con su roommate ya nada lo haría.

Alhaitham y Kaveh se amaban, tenían dos hijos y sus gatos.

Nassor un pequeño de nueve años que era bastante tranquilo y la razón por la que se dijeron que si sería buena idea tener un segundo.

Y la segunda... Sabah, fue un condón roto porque cuando Nassor era pequeño recorto los condones de sus padres por accidente. Ese embarazo a diferencia del primero, Kaveh si lo recordo con calma porque fuera de que fue un accidente, ya planeaban un segundo.

Sabah tenía siete años y a diferencia de su hermano era una alma extrovertida e hiperactiva.

Otra mañana común llego para la pareja, Alhaitham despertó primero, mirando a Kaveh dormir a su lado abrazándolo. El lazo estaba ahí intacto.

Alhaitham dejo besos en las mejillas de Kaveh mientras intentaba despertarlo. Cuando el omega despertó sonrió suavemente y abrazo fuertemente a su esposo.

― Buenos días. ― Kaveh le dijo para luego levantarse a bañarse y vestirse. Después era el turno de Alhaitham mientras Kaveh despertaba a los niños.

Kaveh despertaba a los pequeños entre abrazos y cariño.

― Nassor, Sabah... ― Kaveh despertaba a sus hijos, Nassor despertó primero y abrazo a su padre.

Kaveh le correspondió el abrazo con una sonrisa.

Como amaba a sus hijos.

Sabah despertó después saltando sobre Kaveh espantando a un gato que dormía en la cama de Nassor.

― ¡Papi! Soñé que con papá y Nassor ibamos a jugar en un bosque. ― Sabah expresaba mientras reía. Nassor abrazo a su hermana.

― Que interesante sueño, hija. ― Kaveh respondió mientras dejaba a los dos niños en sus piernas para abrazarlos y mimarlos.

Los niños reían mientras su padre Kaveh les decía un bobo recuerdo de cuando tenía sus edades.

Alhaitham se quedo en la esquina de la pieza observando a sus hijos.

Sabah se parecía a Kaveh por lo que era gracioso ver toda esa situación. Se acercó a su familia y cargo a los tres en brazos para llevarlos a desayunar mientras el esposo pataleaba para que lo bajará pero sus hijos riendo.

Por alguna razón, se sentía cálido.

Desayunaron en calma mientras veían un programa infantil, Kaveh limpiaba con una servilleta la boca de Sabah mientras la pequeña ponía lucha pero el padre cumpliendo su misión.

Por alguna razón, Kaveh ya no se imaginaba una vida sin sus hijos.

Nassor termino de desayunar y fue a ponerse su uniforme escolar, luego siendo el turno de Sabah. Los dos pequeños con uniforme y apunto de pelearse por un peluche.

― ¡Es mío! ― Sabah gritó mientras tiraba una patita del león de peluche.

― ¡Era mío! ― Nassor respondió, ambos niños gritaban que Alhaitham tuvo que ir a la habitación a intervenir.

― ¿Qué sucede? ― Alhaitham pregunto agachándose a la altura de sus hijos.

― ¡Quiero el peluche! ― Nassor dijo mientras miraba a su padre.

― Yo también, quiero abrazarlo.

― Yo igual quiero abrazarlo.

― ¿Por qué no lo abrazan al mismo tiempo? Es de ambos. ― Alhaitham sugirió y los niños accedieron abrazando al peluche juntos.

― Alhaitham, ya esta listo el auto. Tenemos que llevar a los niños a la escuela. ― Kaveh aviso mientras entraba a la habitación.

Habían comprado un auto después de ver que les beneficiaba, eso fue cuando Sabah era bebé.

― Esta bien, niños, al auto.

Kaveh cargo a Nassor y Alhaitham a Sabah junto a las mochilas.

Sentaron a ambos en sus sillas de auto, Alhaitham ponía los cinturones de seguridad a sus hijos mientras Kaveh buscaba sus bolsos para el trabajo y llevaba café para él y Alhaitham.

Kaveh conducía, dejaron a sus hijos en la escuela y luego dejando a Alhaitham en el trabajo, despidiéndose con un beso y dejando feromonas.

Alhaitham siempre se despedía con un te amo y más besos antes de bajarse del carro. Kaveh correspondía con miradas enamoradas. Luego iba a su propio trabajo.

Ahí permanecía trabajando hasta que daba la hora de buscar a sus hijos de la escuela y llevarlos a sus clases deportivas.

En las clases deportivas los animaba y a la salida iban a buscar a Alhaitham del trabajo.

Volvían a casa, jugaban con sus hijos, los ayudaban en sus tareas y luego hacían la cena en pareja mientras Sabah y Nassor veían televisión.

Cenaban juntos y luego Alhaitham preparaba a los niños para llevarlos a la cama mientras Kaveh adelantaba trabajo.

Kaveh iba a la habitación de los niños apenas Alhaitham los sacaba del baño post lavado de dientes y ambos contaban historias para hacerlos dormir.

Cuando los niños se dormían, ambos arropaban a los niños y dejaban sus besos de buenas noches para salir de la habitación cerrando la puerta.

Apenas esa puerta se cerraba, Kaveh se aferraba a Alhaitham en un abrazo y besos. Para luego ambos ordenar el hogar e irse a la cama.

Eso, era un día común en su familia, estaban acostumbrados a eso y les divertía. Pues al final del día siempre dejaban un espacio para ambos, cuidándose y amandose.

Kaveh aceptó su conversión pues el amor que nació por Alhaitham supero su mente. Adaptándose a ser un omega y tomando sus 28 años de beta como un largo proceso para ahora estar junto a su alma gemela.

Fín.

Fín

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Conversión (Alkaveh omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora