"Me Convertí En La Novia De Un Gran Mafioso"

capítulo 20

Esto debe ser una broma....cierto?

Giyuu esperaba expectante mi reacción ante a los que había decidido quienes serían mi escolta

Giyuu:y bien....sorprendida?

Shinobu:eh? aah! si claro jeje sorprendida si bastante porque no lo estaría jajajeje*nerviosa* yyyy que se supone que es...esto?

Giyuu:oh bueno te los presento ellos son los que serán tu nueva escolta personal

Shinobu:QUE!?

Giyuu:bueno no puedo dejar que la mujer del "Gran señor de agua" deambule sola por la calle sin una escolta cierto?

Shinobu: entonces si puedo volver a la escuela?

Giyuu:que no haría por esos ojitos sabes que no puedo decirle que no a esa carita
—la sujeta por la cintura pegándole un poco a el mientras que con su mano libre juega con uno de los mechones de su cabello retorciendo lo con su dedo de una forma que lograba hacerle las piernas temblar

Shinobu:no hagas eso hay público—dice nerviosa apartando la mirada de el

Giyuu:vamos muñequita no me digas que te vas a poner tímida ahora?—hablaba en un tono seductor lo suficientemente bajo como para hacerla temblar,su agarre seguía firme en su cintura—no parecidas decir lo mismo hoy en la mañana

Giyuu le lanza una mirada hambrienta a Shinobu haciendo que sus mejillas ardan al recordar el poco decoro que tuvieron con el pobre de sabito
Por suerte para Shinobu y para molestia de giyuu uno de los presentes tosió llamo su atención rompiendo con el fogoso momento Shinobu agradeció internamente por eso

Giyuu:bueno como te decía—mira con algo de molestia a la persona que lo interrumpió aclarando su garganta para después hablar—ellos serán tu nueva escolta,el grandote de cabello plateado y lleno de mmm joyas? Porque estás lleno de pedreria? —cuando está apunto de contestarle este lo interrumpe—bueno no me interesa el llama Tengen uzui y será tu Garda espaldas diagonal escolta y ella se llama kanroji mitsuri que no te engañe su apariencia delicada ella posee una enorme fuerza que podría acabar con cien hombres sin esfuerzo—se coloca en medio de ambos y log golpea "amistosamente" en los hombros con bastante fuerza—ellos se encargarán de protegerte

Ambos se miran nerviosos sin poder entender la situación hacía pocos minutos estaban planeando una nueva forma de escapar de los entrenamientos y el como burlarse del pobre sanemi que nunca lograba atraparlos cuando de pronto y sin que se dieran cuenta aquel secretario infernal se encontraba detrás de ellos bloqueando la única salida
Había muy pocas cosas que lograba asustarlos más que nada en el mundo una de ellas era su jefe el criminal más peligroso que nunca hayan visto si le preguntarán a otra persona quizás dirían que los miembros de las lunas demoníacas son los más temibles pero ellos no estaban equivocados ellos le temian la ira de su señor el cual era un hombre sin escrúpulos a la hora de matar y hacer que te maten frío como el hielo pero bastante  atractivo el siguiente en la lista sería al maldito secretario del infierno o del diablo o como quieran decirle el junto a su señor son capaces de generarle pesadillas hasta al más valiente con solo verlos es el segundo hombre más temido despues del jefe ya que para servirle tiene que estar mal de la cabeza para soportar todo esto así que
Ya se imaginarán el susto que se llevaron al ver a aquel hombre detrás de ellos informándoles que su señor solicitaba su presencia en ese mismo instante

Tanto así que se les bajó la presión

Y ahora

No saben en lo que se han metido

Su jefe
Su señor
Su líder
El jefe criminal de la mafia más peligrosa de esta sona quien gobierna las aguas
Quien es un hombre frio y calculador el cual compite contra uno de los criminales más temidos y odiados para tener el dominio de todos los territorios
El hombre quien aún siendo un niño se hizo cargo de una banda criminal más grande de Japón llegando a competir contra el líder de las doce lunas demoníacas
Un hombre que jamás sonríe,que jamás se disculpa un hombre que podría matarte solo porque le dió la gana de hacerlo un hombre que no tiene nada que perder y que no le teme a la muerte