La Decisión de Koby: Paraíso

Epílogo: Después de la Guerra (AJ2A)

En todo el mundo y dentro de las 72 horas posteriores a la Batalla de Marinaford, cada uno de los Piratas de Sombrero de Paja recibió un mensaje que solo ellos entendieron. Era poco, pero notable, un tatuaje falso en el brazo de su capitán que sabían que no estaba ahí antes.

AJ2A

Archipiélago Jabóndy, dos años.

Ahora tenían un plan, un lugar para reunirse y un momento para hacerlo. Los piratas se asentaron, aprovechando su nuevo entorno para prepararse para lo que estaban seguros sería un viaje mucho más peligroso.

Sabían que tan sólo dos años no romperían sus vínculos, así que esperaron.

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[Tres días después de la guerra, Climaria]

"¡Haredas, hazme tu alumno!"

La sincera súplica de Nami fue interrumpida por sus manos golpeando la mesa entre ellos, haciendo sonar los platos y el periódico. El anciano frunció el seño ante el cambio repentino de la joven que ese mismo día había intentado robar un barco para salir de Climaria. Lo que fuera que hubiera visto en el periódico del día debió haberle hecho cambiar de opinión de manera drástica. "¡Lo necesito! ¡Necesito saber todo lo que puedas enseñarme, especialmente sobre el Nuevo Mundo!"

"Ah, está bien." Parpadeó el anciano. "Pero... ¿Por qué? Estabas tan decidida en irte antes. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?"

Nami se quedó en silencio y su mirada se posó en el periódico que estaba sobre la mesa. Lentamente, lo abrió en cierta página, la colocó frente al erudito y señaló una imagen. En él estaba su capitán, con el sombrero contra el pecho y los ojos cerrados, en una pose contemplativa con unos marines inseguros dispuestos detrás de él. Los ojos de Nami se cerraron y una lágrima rodó por su mejilla.

"Ese hombre... Ese es mi capitán y esposo, Monkey D. Luffy. Recientemente perdió a su hermano, y es por eso que hice lo que hice. Estaba tratando de volver con él."

Haredas se inclinó y acarició su larga barba blanca mientras estudiaba la imagen. El asintió. "Ya veo. ¿Pero por qué te detuviste tan repentinamente? ¿Por qué quedarte?"

El dedo de Nami se movió, ahora enfocándose en el brazo de Luffy, las letras y un número debajo de la punta de su dedo. AJ2A. "Luffy no tenia un tatuaje. O es falso o es nuevo. Todos lo sabemos. Él..." Nami resopló, reconociendo el dolor que probablemente causó la elección y el anhelo que estaba por venir. "Luffy debe haber aprendido algo. Algo que le hace pensar que no estamos preparados para el Nuevo Mundo. No nos volveremos a encontrar hasta dentro de dos años."

"Vaya, eso es mucho tiempo." Asintió Haredas, ignorante del dolor emocional que causó la declaración. "Probablemente se encontró cara a cara con algunas de las personas más poderosas del mundo en esta guerra. Incluso nosotros en Climaria conocíamos el nombre de Barbablanca. Este niño-"

"¡Él no es un niño!" Gritó Nami, golpeando la mesa nuevamente mientras más lágrimas se escapaban de sus ojos. "Luffy es el mejor hombre que he conocido. Claro, es un idiota y un agujero negro glotón, pero... pero Luffy es el hombre que me salvó en mi hora más oscura. Luffy es el hombre del que me enamore y el hombre con el que me casé. Luffy es el..." Se detuvo, con una mano descansando sobre su abdomen. La navegante respiró hondo, suspirando. "Luffy es el hombre que será el Rey de los Piratas, y yo soy su navegante. Hay muchas cosas en juego sobre mí. Si cometo un solo error, nuestro barco podría hundirse. No puedo permitir que eso suceda. Hay mucho en juego para mí, para Luffy y para el resto de nuestra tripulación. Tengo que ser lo suficientemente buena."