𝘈𝘮𝘰𝘳𝘦𝘴 ☁

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Iba caminando por los pasillos del colegio como todos los días, llevaba algunos cuadernos que recogí de mi casillero por la mañana para las clases que tendría y sin duda puedo decir que muero de sueño, ¿A quién se le ocurrió que las clases debían empezar a las 7 de la mañana?, déjenme decir que ya odio a ese ser, iba perdida en mis pensamientos y no noté que me había pasado de mi grado, di un par de parpadeos y rápidamente me di la vuelta para entrar a la clase.

Apenas ingrese me apresure a ir a mi asiento al notar que uno de los profesores ya había llegado, y era de los más complicados, Oyato sensei, el profesor de Ciencias, me fulmino con la mirada mientras caminaba a mi banca, un lugar casi justo en la mitad del salón.

Al finalizar las clases de la mañana sonó la alarma para ir al receso, iba por el pasillo directo al jardín del colegio, hay.. Entre las flores, la brisa y los árboles lo vi, no sé por qué, como o cuando, pero, cada vez que lo veo, siento como mi corazón se llena por completo con esa radiante sonrisa, siento que si tuviera que elegir algún "príncipe azul" con el que tener un romance de fantasía como el que siempre soñé sería con él, su medianamente largo cabello, rojizo y sus orbes color vino.. Su linda y amable forma de ser, es como si siempre irradiara luz y paz, Kamado Tanjiro... el ser más hermoso de la faz de la tierra.

Sin darme cuenta me había quedado estática admirando a quien se denominaba mi gran amor imposible, y al recordarlo solté un leve suspiro volviendo a la cruel, triste, pero cierta realidad, realmente me encantaría que la vida fuera como las historias que amaba leer o como las dulces melodías que siempre tocaba, no quise acercarme a él por obvias razones, así que me di media vuelta y tome otro camino para dirigirme a mi verdadero destino, la sala de música, solo que el camino era más corto si iba por el jardín, y solía aprovechar, ya que amo ver las flores y plantas bajo la bella luz del sol. 
Tuve que darme la vuelta por casi todo el patio para llegar a la sala de música, el maestro Kitohari me dejaba entrar en los recesos y por las tardes, puesto que tenía que practicar mucho si quería continuar estudiando, ya que yo tenía una beca en la gran Academia "Kimetsu" un lugar donde solo ingresaban los hijos de las mejores familias de todo el país, yo solo estaba becada y participaba en las bandas y eventos de la academia, me gane gracias a mi buen desempeño en la música con mi violín, creo que desde que lo escuche por primera vez sentí como me había enamorado de su suave y a la vez potente sonido, me causaba un alivio cada vez que lo escuchaba y sé que este es mi primer y más grande amor en la vida, tome mi violín del closet donde lo guardaba y me senté para empezar a tocarlo parándome frente a la ventana con las luces apagadas y recibiendo la leve luz del sol, estaba a punto de comenzar a tocar, el arco empezó a acariciar las cuerdas del violín soltando un ligero sonido apacible el cual se convirtió en un estruendo desafinado gracias a que me lleve un gran susto.

-Oh 
¿Te interrumpo? Lo siento mucho, no fue mi intención, vine a buscar algo y me distraje un poco al verte a punto de tocar.

Dijo un chico rubio de puntas rojizas y ojos color miel que apareció de la nada frente a mí mientras daba explicaciones, yo solo me limite a quedarme callada por un momento y soltar un leve suspiro esbozando una pequeña sonrisa.

-No se preocupe Rengoku-san, apenas comenzaba, no interrumpió nada.

Así es, era el tan conocido Rengoku Kiojirou, el presidente del consejo estudiantil y de tercer año, me sorprende verlo por aquí, es la primera vez que le hablo si soy sincera, aunque tampoco me parece la gran cosa, debo admitir que él es realmente amigable... todos en la academia dicen que es como el sol que ilumina todo este lugar, pero que va, yo diría que es el lindo Tanjiro Kamado, el sí que es el verdadero sol radiante que necesito en mi vida.

-Bueno, tomaré lo que necesito y te dejaré tranquila, ___.

Al escuchar lo último me sorprendí, 
¿Cómo es que sabía mi nombre? Que yo sepa no soy muy conocida y tampoco le he hablado antes, yo sabía el suyo por qué todos hablaban de él, estaba a punto de preguntarle como es que sabía mi nombre, sin embargo... ya se había ido, talvez tenía prisa, solo alce los hombros y continúe con lo mío.

KIOJURO RENGOKU NARRA

El maestro Kitohari me había pedido que fuera al salón de música a buscar una guitarra que debía prestarle a un chico de primer grado y un amigo mío, el joven Kamado, cuando iba hacia haya lo vi en el jardín entretenido observando las plantas y flores, y al llegar al salón de música note que la puerta estaba medio abierta, me asome y al ver quien estaba dentro creí que no podía tener más suerte, era ___ de primer grado, y en mi opinión la mejor música de toda la academia, ya vamos a mitad de año y en cada evento ella se hace presente con su violín.. Es tan delicada con él y sus melodías son tan relajantes, y ella igualmente es tan.. Linda, su personalidad tranquila y alegre, con un toque de timidez, pienso que ella realmente me gusta, me quede un rato esperando a que tocara su violín, pero se percató de que estaba ahí y dio un pequeño salto por el susto, me disculpe con una sonrisa, aunque moria de vergüenza al haberla interrumpido en sus prácticas, ella me sonrió de manera dulce y muy amablemente me dijo que no había nada de que disculparme, sin duda ella es la mejor, pero se quedó algo estática después de que volví a hablar, creo que dije algo malo.. O talvez la incomodé, por la pena baje la mirada, tome lo que buscaba y salí rápidamente de ahí. 

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Holaaa, cómo están?, decidí empezar una nueva historia y que mejor que con mi amado Rengoku, espero que esta historia les guste y prometo actualizar la de Killu pronto.


🌷 1079 Palabras 🎀

PAUSADA 𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘦𝘭 𝘴𝘰𝘭,  𝘺 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘯𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora