32̸̧̛̜̹̱͔̇̕͜ ̵̮̽͛̔̚ ̵̽͛̚Minutos. 𖤐 | bodoque & tulio/tudoque .

𖤐 #O5 : "Péndulo Caótico."

—¿Ocupado? ¿Y qué anduviste haciendo? —Preguntó el chismoso Policarpo.

—¿Qué te importa? —Soltó Juan Carlos.

—¡Top, top, top, top, top, top-!

El conductor rodó los ojos, respirando del terminal humo de su cigarro. Escuchó a Patana preguntarle a Policarpo que le pasaba, pero no prestó atención a su respuesta, solo logró captar un tono indignado en su voz.

—Bodoque... ¿Estás seguro que está todo bien? —Insistió Juanin.

—Sí, Juanin. Está todo bien.

—Es que... cómo dijiste que llegaste a las cinco a tu casa... —Vaciló el albino.

—Juanin. Cuántas veces lo tengo que decir. Estoy bien, ayer salí a pasear para cambiar de entorno un poco, no es tan terrible —Tranquilizó el conejo.

—Contigo nunca se sabe... —Exclamó el cascanueces.

—¿Y a ti quién te metió ficha?

—¡Pero tío-! —Interrumpió Patana por la respuesta del conductor estrella.

Juan Carlos continuó fumando del cigarro, desviando la mirada.

Entre habla y habla, la sala de reuniones se había presentado al ruido de ambiente entre chismes, datos de la semana, cosas irrelevantes como estúpidas, lo de siempre.
En una esquina un grupo estaba jugando al UNO!® por ociosidad mientras se acercaba la hora para empezar a trabajar.

—Métete tus cagás de cartas por donde te caigan conchetu-

—¡Eepa, Juan Carlos! ¡Hay niñas presentes! —Bromeó Huachimingo.

—¡Soy mayor de edad! —Protestó molesta Patana.

—Bodoque, supéralo y comete las 6 cartas —Policarpo sugirió, aguantando la risa.

«Comete esta» pensó el conejo, mientras se rebajaba a tomar las cartas.

—¡Chicos, apúrense! ¡Faltan 5 para salir al aire! —Llegó Juanin, alertando al grupo.

Aprovechando la instancia, Juan Carlos tiró las cartas diciendo un "Ya, alistemonos" para dejar la partida ahí y no perder terriblemente. Ordenaron, y cada uno fue a su lugar correspondiente.

Y de esa misma manera, se fue otra semana en el estudio.

. . .

—Bodoque, ¿te vas a quedar a hacer nada nuevamente en tu casa? ¿o nos juntamos a hacer algo? —Sugirió Huachi, mientras salían todos del estudio.

—Eeh... tengo un último trámite que hacer mañana. De ahí si que me pueden invitar a lo que quieran —Dijo el conejo.

—Llevas harto con esos trámites... ¿De qué son? —Preguntó el albino.

—Ah, cuestiones del auto, no tengo los papeles y me pillaron los pacos sin ellos.

. . .

Mentira tras mentira, el ex-reportero iba inventando excusas. No tenía ganas de nada, pero necesidad de hacer mucho.
Ya no lograba ni entenderse a si mismo, y temía que terminara lanzándose de un puente al final del mes.
Pero eso no era una opción, al menos no todavía. Aún tenía una última cosa que hacer antes de doblegarse a la locura.

Aunque ya lo había hecho.

. . .

El reloj marcaba las 2:54 a.m. del sábado, el ludópata se encontraba en el sillón de su sala de estar, con el televisor encendido. Minutos antes mató el insomnio viendo ediciones viejas de Felipe Camiroaga cuando trabajaba en Buenos días a todos de TVN, y se topó con la entrevista que él y Tonka le hicieron al en ese entonces conductor y reportero estrella de 31 minutos.