POV’S FENTON
Estaba en Chicago para una misión cuando de repente apareció el padre de un amigo mío de la universidad, Jeffrey Cole era juez en Los Ángeles. Estuvo obsesionado por un caso de tráfico de niños y de prostitución, a la cuál los periodistas llamaron al caso de ‘Los proxenetas de niños’ y pudieron cerrar el caso y detener a casi todos los implicados.
-¿Señoría, qué le trae por Chicago?- pregunté cuando lo vi.
-Por favor, Fenton te conozco desde adolescente, llamame Jeffrey.- dijo Jeffrey. -Necesito que me ayudes a encontrar a una persona.- dijo.
-¿A quién?- pregunté.
-No sé el nombre pero uno de los cómplices del caso de ‘Los proxenetas de niños’ me dijo que vendieron a una bebé recién nacida.- dijo Jeffrey.
-¿Quién eran los padres?- pregunté.
-Los Johnson.- dijo.
-¿Estás seguro?- pregunté.
-Sí, me proporcionó pruebas que respaldan eso.- dijo. -Lo qué pasa es qué no sabe a quién.- terminó de decir.
-Lo investigaré.- dije.
-Gracias, Fenton.- dijo Jeffrey agradecido. Se fue y yo seguí con la misión.
En dos horas, todo el FBI junto con la policía y la DEA pudimos cerrar el caso. Llamé a mi jefe para decirle que el caso había terminado. Después de la llamada en la que mi jefe pidió que fuera como refuerzo pero cuando llegué a la ciudad el caso ya estaba cerrado y ya estaban en el hotel.
Me dirigí a la suite dónde estaba Ava y llamé a la puerta, esperé hasta que abrió la puerta, estaba recién duchada, llevaba una toalla blanca enrollada alrededor de su cuerpo y el pelo mojado. No me resistí y la besé apasionadamente. No sabía que me pasaba, lo único que quería era sentir sus dulces labios, desde la primera vez que hablé con ella en la academia que no podía sacármela de la cabeza. A la mañana siguiente me desperté de golpe cuando noté que me tiraban algo encima, era mi ropa que Ava me la había tirado.
-Vamos, levántate antes de que mi padre nos pille.- dijo Ava. Me levanté y me acerqué a ella, volví a darle un beso en los labios. -Por cierto, ¿qué estás haciendo en Los Ángeles?- pregunté.
-Tu padre me pidió que viniera como refuerzo pero cuando llegué ya estaba cerrado.- dije.
Cogí mi bolsa de deporte donde ponía mi equipaje para los viajes de trabajo, me puse ropa limpia para volver a Nueva York. Ava hizo lo mismo, después salí de la habitación antes que ella para que mi jefe nos pillase y evitar una reprimenda o un despido por incumplir las reglas del departamento. Bajé al vestíbulo y me encontré a mi jefe hablando con su cuñado. Después de hablar con él, yo me acerqué a él y hablé con él.
-¿Conoce al juez Jeffrey Cole?- pregunté a mi jefe.
-Sí, son amigos de mis suegros, ¿por qué?- dijo mi jefe.
-Porqué me pidió un favor, relacionado con ‘Los proxenetas de niños’.- contesté.
-¿Qué tipo de favor?- preguntó intrigado.
-Qué encontrara a una persona, más bien, a una hija de los Johnson, que la vendieron hace más de veinte años.- dije.
-¿Sabes el nombre?- preguntó.
-No, no lo sabe.- contesté.
-Reabriré el caso.- dijo mi jefe.
Una vez que Ava había bajado, nos despedimos de Jayden y nos fuimos al aeropuerto. Varias horas después llegamos a Nueva York y nos dirigimos a la oficina. Ava y yo nos sentamos en nuestros escritorios y empezamos a escribir los informes de nuestros casos, mientras que nuestro jefe hacía algunas llamadas para reabrir el caso de ‘Los proxenetas de niños’. Varias horas después nos fuimos a nuestras casas para descansar.
