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Los días tranquilos eran los favoritos de Yugi, a quien le encantaba pasar todos los días en la preparatoria con sus amigos. Su vida era pacífica y todos los días eran iguales para él, pero los disfrutaba, aún así, el creía que necesitaba una chispa en su vida.
Joey lo tenía agarrado del hombro mientras lo arrastraba a la entrada de la preparatoria con el resto de sus amigos, cuando vio a una chica saliendo de una lujosa limosina.
Yugi no recordaba haberla visto en su vida, definitivamente te recordaría, eras linda. Normalmente algún chico se hubiese acercado a coquetearte, siempre trataban de tener una buena impresión a las nuevas alumnas que ellos consideraban bella, pero había un detalle... Tu carácter.
Saliste estampado la puerta del auto lujoso con el ceño fruncido, mientras renegaba en voz baja y en caminata rápida.
No pasó mucho tiempo para que todos se sorprendieran, ya que Kaiba bajo de la misma limusina, se mostraba serio, pero el aura asesina de su alrededor advertía que estaba enojado.
—Mph, ¿La chica nueva será la novia de Seto? Seguro es igual de presumida y molesta que ese niño ricachón de Kaiba.
—Seria una pena que una mujer tan linda este con alguien como él, Joey— Dijo Tristán con una fingida cara de pena.
—Ella se veía enojada...— Murmuró Yugi en tono bajo.
A lo que solo tuvo un pequeño asentimiento del espíritu del rompecabezas, Yami.
—Yugi tiene razón, no creo que una pareja hago esto a la primera hora de la tarde, tal vez sus peleas son seguidas...— Murmuró pensativa la única mujer del grupo, Tea. Siendo la persona perfecta para hablar de chisme.
—¿No tienen nada más interesante de que hablar para ponerse a hablar de mi? Que lamentable que deben ser sus vidas, sobre todo la tuya, Joey.
Todos el grupo se giró sobresaltado al escuchar la voz de Kaiba. Quien había desviado su rumbo al grupo de Yugi
—No se hagan ideas, no es mi novia, es un familiar mío, y aunque no fuera mi pariente, sería la última persona que tendría como pareja— Murmuró Seto algo irritado.
—Ah, entonces, ¿No tiene novio?
Yugi quizo hacer callar a Joey ante su estúpida pregunta, la mirada de Seto era asesina hacia el peli-rubio.
—Mph, una chica como ella jamás se fijaría en ti, perro Wheler.
Joey estaba a punto de contestar, pero fue callado por la campana de la preparatoria, que indicaba la entrada de clases.
Yugi entro con tranquilidad al salón de clases, sentandose en su pupitre con tranquilidad, mientras Joey llegaba a su lado con una mirada molesta por la conversación con Kaiba.
