Parte 3

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Seis meses más tarde, el rostro de Diana palideció en un microsegundo y se estremeció, al recibir un mensaje de Sarah. No ya por el hecho de que se pusiera en contacto con ella, sino por el contenido de sus palabras.

En el transcurso de ese tiempo, se prometió no pensarle, no llamarle y no escribirle. Lo que se conoce como "contacto cero". Y también el conocer a otras chicas, ya que Sarah había tomado esa decisión extrema y, pese a Diana no estar de acuerdo, tenía que asumirlo.

Así que, recogió las escasas fuerzas que tenía en lo más hondo de su ser, para lograr su objetivo de curación de su corazón hecho trizas.

Sin embargo, a veces, la debilidad le ganaba la batalla y le empujaba a una intensa nostalgia a la que seguía un impulso incontrolable. Entonces, le mensajeaba en otra red social: "Hola, ¿qué tal?"

Le dejaba en modo leído o le daba respuestas vacías. ¿Qué esperaba Diana que sucediera? ¿Un milagro?

Seis meses. Fueron seis meses: casi 183 días, 4392 horas, 263520 minutos, 15811200 segundos. ¿Por qué ahora?

Y la conversación se dio así:

Sarah: Espero no molestarte, pero es que pasa el tiempo y no puedo olvidarte. Nadie se compara a ti. Estoy celebrando mi cumpleaños pero mi cabeza no está aquí, sino inmersa en ti. Es una locura.

Diana: Yo tampoco he podido olvidarte. Tengo clavada la espinita de no haberte visto en persona. Sarah, lo dejaría todo por ti y empezaría una nueva vida. Vamos a vernos. Tenemos que hacerlo.

Sarah: Me muero de ganas de verte, pero no puedo pedirte que te mudes por mi. Al final, habría reproches y acabaría todo mal.

Diana: Aquí solo soy desgraciada. Llevo años intentando huir. No sería un problema.

¿Sarah?
¿Estás?
¿Sarah?

Ya no fueron meses, sino años. Diana no podía evitar acordarse de ella en determinadas ocasiones. Esa herida no hacía más que mandarle el aviso de "peligro, no abrir recuerdos".

Tenía un viaje programado justo donde Sarah vivía. Así que, se dijo a sí misma que la espina se la arrancaría del todo. Era un ahora o nunca. Así que, fue a la única red social donde podía tener contacto con ella y le dijo todo lo que sentía:

A día de hoy sigo sin entender por qué me evitas. Pero quiero que sepas que te recuerdo a veces y que el sábado estaré allí. Tú misma.

La respuesta que obtuvo, fue la hostia definitiva.

Estoy viviendo en Argentina con mi hija.

FIN

P.D: Feliz cumpleaños.

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2023 ⏰

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