renacer en un mundo semidivino

🔸️☀️CAPITULO LXI☀️🔸️

La reunión se terminó, así que me fui con Percy como habíamos acordado. Quirón le había recomendado que el avisara a su madre de que saldría de misión para que este tranquila ante la situación.

Silena me había dicho que comprendiera a Percy, que no lo confunda más. Sinceramente no le había entendió hasta que Percy me pidió que me sentara en la cama, que tenia que decirme algo pero primero tenía que llamar a su madre.

La mujer había apareció mediante un mensaje iris en la cocina de su departamento. Percy tuvo que llamar su atención

Percy le explicó lo que había sucedió, desde que los dejó en Westover hasta hace apenas unos minutos. El respiro de Sally pasó desde la angustia hasta la preocupación de que algo malo le pasara a su hijo

-Esta bien, Percy, cuídate si. Guíate por el enorme corazón que tienes, escúchalo-pidió con una sonrisa maternal-Nawaki, cuida del el si. Que no se meta en problemas-

-claro, Sally-san-le di un ligero saludo militar, la mujer solo sonrió. El mensaje se desvaneció no sin antes mostrarnos como Paul regresaba del baño

-¿Quieres que lo investigue? Puedo hacerlo-le dije con una mando en el corazón. Sabía que Paul era un buen hombre, el marido indicado para Sally pero quería saber que pensaba Percy acerca de él

-no-negó-se que mamá me lo presentará algún día. Además se siente feo indagar en la vida de alguien que no conoces-solo le hice un puchero de inconformidad. Lo voy a investigad de todas formas, no estaba mal saber un poco más del futuro padrastro de Percy

-claro, esta bien. No me entero si así lo deseas-

-gracias-dijo el. Un silencio cómodo se instalo en la cabaña. El constante sonido de la fuente le daba un ambiente cálido, sumándole la leve neblina que daba lo hacia perfecto para un lugar bastante frío como lo era la cabaña del señor de los mares

-Oye...¿Qué querías decirme? Dijiste que querías hablar conmigo de algo-el muchacho se sonrojó un poco intentando encontrar las palabras correctas

-Sabes, me gusta alguien, bueno, ósea, hace acelera el corazón cuando estoy con esa persona, pero también hay otra persona que se me hace muy linda que también me hace sentir cosas que siento casi lo mismo y no se que hacer. Siento que mi corazón esta dividido-confesó de manera algo torpe y avergonzada

-ho, conque son cosas de amor-dije con sorpresa ya que no creí que Percy viniera con esos temas conmigo-bueno...no soy muy bueno con temas del corazón, esa es el área de Silena, si no es algo medico desconozco; pero te voy a dar un consejo. Piensa en esas personas lo que sientes por ellas, quizás confundes sentimientos , lo que te recomido es que le des ofrendas a Afrodita y Eros. Ellos podrían ayudarte con los sentimientos. Quizás hablarlo con Silena aclare las cosas-le recomendé-pero dime, una de esas personas ¿Quién es? ¿Annabeth?-una sonría picara se formó en mi rostro

El asintió tan rojo como un tomate.

-¿Y la otra?-el enmudeció. No me miraba fijamente. Lo comprendí rápidamente. No hacia falta leerle la mente para averiguarlo-¿soy yo?-sentí su corazón que casi estaba por estallar. Me acerque más a él. Tome su mejilla con mi mano izquierda mientras que tomaba la suya con la derecha para que me mirara a los ojos. Nuestras miradas chocaron, avellana con verde mar se encontraron en ese instante

Seguramente estaba tan rojo como el pero me atreví a hacer algo que jamás creí posible

Lo bese.

. Fue algo torpe, lo reconozco, pero había sido el mejor beso que había dado con otro chico en mi vida El me lo devolvió de la misma gama, inexperto, pero a la vez delicado sin querer sobrepasarse. Tenia un sabor a agua salada que me hacia cosquillas en los labios, pero no me molestaba Ambos habíamos cerrado los ojos pero fui el primero en abrirlo. Al separarnos relamí mis labios para sentir aquel tenue sabor salado.