renacer en un mundo semidivino

🔸️☀️capitulo VII☀️🔸️

Mi madre, mi madre había muerto. Y no pude hacer nada

Solo soy un adulto inútil en el cuerpo de un niño inútil. Si solo hubiese usado mi magia, un solo hechizo para matarlos pude haberla salvado

-Ma, te prometo ser más fuerte; protegeré a todos los que pueda así no sufrirán el mismo destino que tu mamá, lo prometo por el sol naciente-jure entre lágrimas y así con una luz tan brillante e incandescente como el mismo sol, ardió por segundos a mi alrededor que se apago tan pronto como apareció demostrando que el juramento estaba hecho y aunque este fuese castigado según el criterio de Amaterasu era igual de deshonroso que el del río Estigio

Me intente tranquilizar y clamar mi pulso. Tenia que llegar rápido al pino de Thalía antes de que más monstruos me atacarán

Me levante recogí mi bolso para agarrar un pergamino así guardar su cuerpo inerte para que, al menos, pueda tener un entierro digno de ella y correspondiente a nuestra familia

También comencé a agarrar el auto para así hacerlo una bola de metal antes de transformarlo en varias mariposas que revolotearon y no dejar rastro de nuestra choque haciendo que los pedazos de metal que se habían esparcido por el lugar sean tragados por la tierra gracias a la bendición de Deméter

Al terminar lo único que quedó en el suelo fueron los abanicos de mi madre lo cuales agarre entre mis manos. Al instante volvieron a ser anillos en los índices

Ahora, no había rastro de nuestra presencia en el lugar.

-bien, ahí voy campamento mestizo-hable para luego comenzar a caminar. Con cada paso que daba el cielo se volvía cada vez más obscuro, rayos y truenos resonaban poderosos en los altos cielos. Minutos después pequeñas gotas de agua comenzaron a caer, para terminar convirtiéndose en una gran lluvia, Como si el mismo cielo sintiera mi dolor y llorara junto a mi por la pérdida de una de las más maravillas mujeres que este mundo haya tenido

Varios minutos más entre la lluvia, que jamás me toco gracias a mi magia, pude divisar el pino de Thalía y a varios metros más adelante la entrada del campamento una bella entrada de mármol con la inscripción en griego "campamento mestizo" el cual se había traducido segundos después

Sin titubear di un paso para poder entrar al lugar. al pasar una hermosa vista se me presento. Adentro el sol brillaba con intensidad como si nada de la tormenta se afuera se sintiera, niños más grandes que yo jugaban a lo lejos en canchas de vóley, otros escapaban un muro y otros simplemente paseaban por el lugar

Camine un poco y me encontré con un campista de tal vez 13 años con un cabello castaño claro y piel de canela vestido con la típica remera del campamento y unos pantalones cortos Así que me acerque a el con los ojos rojas y temblando

-señor-le hable agarrándolo de su remera haciendo que el me viera hacia abajo-señor, ¿me puede ayudar?-le pregunté utilizando todo mi encanto de niño pequeño

-ho pequeño, ¿que te paso?-me pregunto preocupado por mi aspecto mientras se ponía de cuclillas así estar a mi altura-¿que te paso? ¿Y como es que llegaste hasta aquí?-

De solo recordar lo que pasó hace minutos una lagrima se asomo por mis ojos. el muchacho interno consolarme

-me atacaron, me atacaron unas arpías y ciclopes-dije tragando saliva para seguí hablando-mi mama me trajo pero chocamos y ella intento distraer a los monstruos pero...pero..mi mama murió-dije llorando aun más fuerte

El chico no sabía que hacer así que me tomo en brazos para luego comenzar a caminar hasta la casa grande mientras me intentaba calmar dándome palmadas en la espalda.