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Alex.

Cierro la puerta detrás de mi y coloco rápidamente las esposas que colgaban de mi cinturón en sus manos antes de empujarlo haciendo que caiga de rodillas para ponerme delante de él. El sólo hecho de verlo me llena de asco, odio y repulsión sin importar lo mucho que físicamente se parece al hombre que amo porque sé que son totalmente diferentes pese a eso.

Pateo con fuerza su rostro haciendo que se gire y la sangre comience  salir de su nariz y boca, empieza a retorcer el cuello de una forma extraña entrando en su estado más que nunca aunque poco puede hacer debido a que lo tengo a mi merced, apuntando su cabeza y deteniéndome a mi misma para no apretar el gatillo.

-¿Te crees muy listo jodido hijo de puta?- gruño, sintiendo la sangre como lava en mis venas, olvidando la debilidad de mi cuerpo ante la pérdida de sangre de hace unas horas. Debió haber sido mucha, porque mis músculos se sienten pesados aunque ahora mismo la rabia se lleva toda mi atención haciéndome pasar de ello.

En otra ocasión lo soltaría, para demostrarle una vez más que soy mucho mejor que él sin tener la necesidad de inmovilizarlo, pero para su desgracia con el dron de Kira pude ver cómo mi chico colgaba de esas cadenas mientras este maldito hijo de puta lo torturaba. Planeo hacer de él una mierda, y de la misma manera en la que él se lo hizo a Lucca, estado completamente en desventaja con las esposas en sus manos.

-Púdrete- escupe sangre, su tono de voz y su mirada desquiciadas totalmente.

Saco la navaja del estuche en mi pierna y vuelvo a patearlo, aunque con más fuerza haciendo que caiga nuevamente al suelo. Lo volteo pese a sus intentos o ganas de matarme y presiono su cabeza con mi pie, levantando su camiseta. Se sacude, intenta soltarse pero no aflojo mi agarre en ese punto estratégico de su nuca que jamás permitiría que se pusiese de pie.

-Aprenderás a no tocarlo joder, jamás lo toques- gruño perdida en mi ira mientras oigo sus gruñidos (ya que no se permite gritar) al cortar su piel mientras escribo mi seudónimo en su espalda, viendo la sangre salir y manchar todo a mi alrededor-Jamás te atrevas a tocarlo porque cortaré tu putas manos.

Me pongo de pie cuando termino, volviendo a bajar su camiseta  presionando para que la sucia tela se pegue a sus heridas.

Lo sujeto de los hombros haciendo un esfuerzo, debido a la debilidad que hay en mi cuerpo, para volver a levantarlo y tirarlo sobre su espalda. Puedo ver como aprieta los dientes pero luego de unos segundos, sonríe con sus diente llenos de sangre.

-Maldita hija de puta- escupe sangre y se recompone quedando de rodillas- Nada de la mierda que intentas hacer salvará al bastardo- está jodidamente desquiciado, su rostro descompuesto por la ira y la locura- Ese cabrón defectuoso ya está muerto- ríe y vuelvo a patear su rostro para luego descargar fuertes patadas por todo su cuerpo, presa de mi furia.

-Deja de hablar así de él-gruño y lo pongo de rodillas de nuevo, para hacer que me mire.

Camino lejos de él en dirección a donde se encuentran los contenedores de agua que para su mala suerte están en la habitación. Disparo a  uno de ellos haciendo que el liquido se esparza por todo el suelo, vuelvo a su lado cuando el agua lo alcanza debido a la corta distancia que hay entre ambos. De la mochila que cargo, la cual él no ha notado en absoluto, saco un aparato que Kira me entregó cuando vimos a lo que Lucca era sometido.

-¿Sabes qué es esto?- pregunto enseñándole el aparato, es una pistola que disparo en su contra, no balas, sino unas agujas de plata, material que es el mejor conductor de electricidad. Disparo unas cinco veces en su pecho, antes de sonreír con el control que saco de la mochila también.

-Como pude ver que te gusta la electricidad- digo divertida, mis manos picando por poner el voltaje en su mayor potencia- He traído esto para ti- su pecho sube y baja con enojo, aguantando el dolor que seguramente lesas agujas están causando, pues tienen una sustancia que amplifica todas las emociones, llevando el dolor a su máxima expresión-  Veamos cuanto puedes soportar.

Contrarreloj [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora