PUSILÁNIME [hyunlix]

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-¿Cómo lo supiste?-Si tenía que ser sincero, Felix no quería hablar de ello.

Pero tenpia a un Jisung preocupado a su laado que hace unos minutos le había preparado un delicioso té de manzanilla para que se calmara y él sabía que si lo hablaba se iba a sentir mejor, aunque en esos momentos la idea de hacerlo le apretara el pecho con insistencia.

-Estaba buscando una hoja para escribirte la receta. Tenía pensado venir porque Hyunjin dijo que llegaría tarde a casa y fui a su oficina porque no encontré papel en la habitación, rebusqué entre uno de los cajones de su escritorio y había una carpeta con mi nombre.-Le contó, jugando con su anillo de bodas y con una sonrisa triste mientras continuaba.-Me extrañó y saqué los papeles que había dentro y los leí.-El omega castaño sollozó.-Era una solicitud de divorcio.

-Joder.-Jisung murmuró, acariciando la espalda de Felix con suavidad. su amigo había llegado a su casa con lágrimas en los ojos y el cuerpo temblando mientras sollozaba que no quería perder a Hyunjin.

Él no quería ser cruel, adorana a Felix con la vida pero tenía en la punta de la lengua preguntarle acerca de qué es lo que estaba perdiendo exactamente. Su matrimonio con el alfa pelinegro siempre fue algo unilateral, cuatrp años en los que el omega castaño intentó obtener algo de atención por parte de Hwang Hyunjin sin lograr nada.

-¿No crees que el divorcio es lo mejor para los dos?-Jisung le preguntó y Felix lo miró como si hubiera dicho la mayor barbaridad de todas.-No te lo tomes a mal, pero para Hyunjin siempre has sido un fantasma, son como dos extraños y esa relación lo único que te ha hecho es daño a la larga. Por eso te digo que es lo mejor. Para ambos.-Felix negó.

-Yo amo a Hyunjin.-Le dijo con seguridad y quizás era un poco masoquista, Jisung lo sabía. Pero en ocasiones adoraba cuando el omega hablaba sobre sus sentimientos por el alfa, eran las únicas veces que veía a Felix actuar seguro de sí mismo.-Sé que mi matrimonio no es el mejor, pero no quiero dejarlo.

-Ya, ¿y sabes si él piensa lo mismo? ¿Si siente lo mismo por ti?-Le preguntó y Felix agachó la cabeza, comenzando a jugar con sus dedos.-Mira, me dijiste que Hyunjin llevaba tres semanas en Tokio y esos documentos ya estaban en su estudio, así que lo del divorcio no es un pensamiento de hace unos días.-Murmuró y Felix asintió de acuerdo.-Lo que me resulta extraño es por qué aún no te ha dicho nada.

-Hyunjin nunca ha estado conforme conmiigo.-El omega castaño murmuró.-Siempre ha aspirado a más y se ha visto estancado con una persona con la que no quiere estar solo para complacer a sus padres, por las apariencias.-Musitó con tristeza.-Un divorcio en la alta sociedad siempre resulta en un escándalo que perjudica a ambas familias involucradas quizás por eso... aún no me ha comentado nada acerca del... del divorcio.

Jisung asintió, encontrando sentido en las palabras de su amigo. Vio a Felix tomar la taza de té nuevamente, sus manos temblorosas sosteniéndola para llevarla a sus labios y dar un sorbo.

Metió sus próximas palabras con cuidado, no quería dañar aún más el estado emocional de su amigo y por ende, debía buscar unas palabras que se aferraran a la realidad sin resultar demasiado crueles. La idea se le hizo imposible.

-Quiáz si fuera Seungminie esto no estaría pasando.-Felix murmuró con otra de esas sonrisas tristes que Jisung tanto odia. Se giró hacia él, mirándolo con cejas arrugadas.

Lee Seungmin siempre había sido un temma delicado de tocar, sobre todo si Hwang Hyunjin estaba involucrado en la misma frase.

Jisung sabía que Felix siempre se había visto a sí mismo como la sombra de su hermano mayor. Todos alrededor los habían comparado, como sucede siempre en la alta sociedad coreana, y el omega rubio siempre había sido menospreciado, siempre había obtenido el segundo lugar y eso era algo que había marcado profundamente a su mejor amigo.