Nuestra Promesa

6 2 0
                                    

Iba camino a la escuela, habían pasado ya algunos días de aquel suceso donde conocí de una forma peculiar a aquella chica del atardecer, mientras divagaba entre los recuerdos de ese día escuche a mi mejor amigo llamarme por mi nombre haciéndome que volviera a la realidad dirigí mi mirada hacia el alentando el paso para que así el lograra alcanzarme cosa que no tardo mucho, nos saludamos y fuimos camino a las clases mientras charlábamos de cualquier cosa que se viniera a nuestra cabeza. En cada clase tendía a perderme entre mis recuerdos reviviendo una y otra vez el encuentro con "la chica del atardecer”, sentía aquel creciente deseo de poder tener oportunidad alguna de volver a verla pero solo eran ilusiones mías.

Fruncí los labios y solté un suspiro pesado volviendo a la realidad donde me encontraba sintiendo que mi asiento de a lado no se encontraba vació igual que siempre haciéndome entender que alguien se había sentado a mi lado no pensaba tomarle importancia alguna hasta que logre escuchar aquella melodiosa voz que me hizo reaccionar al instante volteando hacia su dirección viéndola ahí, su cabello castaño, sus ojos melosos resplandecientes como el oro y esa sonrisa que era capaz de darte un paro al corazón por lo bella que era, ella estaba frente mío y ni siquiera era capaz de creerlo, trate de formular entre balbuceos alguna palabra pero ella fue la primera en volver a hablar.

—Un gusto volver a verte chica torpe...~–Bromeo soltando esa risa maravillosa.–Solo bromeo.–Murmuro al ver que yo no respondía.

Quería decirle muchas cosas, incluso podría saltar de emoción alguna al volver a verla, mentiría si digiera que no fue un martirio en mi cabeza repitiendo su dulce presencia que por un momento me dio una mísera razón por sentirme en paz, mire a directo a sus ojos debido a que estaba tan anonada que ni siquiera era capaz de formular respuesta alguna, el color meloso en su mirada era como oro recién pulido, me miraban con una ternura que me derretía el corazón por completo y su sonrisa era tan dulce que me hacia sentir aquellas típicas mariposas en el estomago.

—Estoy feliz de verte de nuevo, demasiado diría yo...–Farfullo unos minutos después de que me perdí en su mirada.

Lucia como una idiota admirándola, pero era algo que de guía forma no podía evitar, su belleza era única tanto que la misma Afrodita la envidiaría, ella era una maravilla y podría jurar que yo quede encantada desde el primer momento en que la vi, realmente me sentía en una ensoñación cada que la miraba toda hipnotizada, de alguna forma busque sacar respuesta alguna.

—I-igualm-mente...–Balbucee sintiendo como el calor comenzaba a subir en mis mejillas.

Ella me dedico una sonrisa para posteriormente concentrarse en la clase y por más que yo trataba de hacerlo no podía, cada que podía me dedicaba a admirarla en silencio notando como ella estudiaba de forma tan concentrada, realmente parecía tener empeño en lo que hacia, notaba sus manías, sus gestos y su belleza, podía sentir como mis latidos aumentaban cada vez más hasta el grado de que si alguien lo escuchara podría asegurar que llegaría a tener un paro cardíaco y ni hablar de mis mejillas que en estos momentos el carmesí era lo que mas adornaba ahí, realmente me sentía encantada con aquella castaña y así lo fueron todas las clases.

En cuanto la hora de salida me dirigía a buscar a mi mejor amigo hasta escuchar que alguien me llamaba por mi nombre notando en esta ocasión a Jennie quien se dirigía hacia a mi, sonreí de forma amable admirándola hasta que llego frente mío, le permití que tomara una gran bocanada de aire antes de preguntarle el motivo de su llamado y cuando la note mas serena lo hice.

—¿Sucede algo?–Pregunte con amabilidad.

Ella me mostro una sonrisa con una calidez en su mirada, se notaba deseosa de pedirme algo, entrelazo sus manos para así suspirar con pena alguna.

—Me gustaría ir a casa contigo...–Menciono mostrándome esa mirada de anhelo.

Guarde silencio alguno sin saber que decirle, realmente moría por conocer mas a Jennie donde de alguna forma ella me intrigaba de una manera que no tenia explicación como si un imán me atraerá a ella pero siempre iba a casa con mi mejor amigo que ahora que lo recordaba no lo había visto desde el receso hasta que logre escuchar su voz entre toda la multitud de adolescentes que nos rodeaban.

—¡Hey! ¡Mija! ¡Emma ya vámonos!–Bramo el mientras se cruzaba de brazos.

Simplemente lo mire en silencio sin saber que decirle y posteriormente dirigir mi mirada hacia Jennie, el frunció el ceño en señal de confusión hasta que sus dos neuronas conectaron a la perfección captando lo que buscaba decirle, se recargo en un poste para mostrarme esa sonrisa que conocía a la perfección, su sonrisa burlona y como todo buen mejor amigo el no desaprovecho la oportunidad por hacerme morir de vergüenza alguna.

—Nha, olvídalo, me voy aparte–Comento dándose la vuelta para mirarme sobre su hombro–¡Pásatela bien con tu amorcito!–Expreso con burla alguna antes de salir corriendo.

Sentí mi rostro arder en vergüenza y podía escuchar las risas burlonas de el a lo lejos mientras corría por su vida porque sabia que si por mi fuera yo lo hubiera golpeado en esos momentos para que no fuese tan boca suelta, lo mire con unas ganas absolutas de hacerle pagar lo que había hecho pero solo suspire antes de hablar.

—¡Cállate imbécil!–Brame con mis mejillas enrojecidas.

Podía notar como el ya no me escuchaba debido a la distancia de la cual se había alejado, estaba muerta de pena pero también con una necesidad de golpearlo por lo que había dicho, mi acompañante simplemente rio un poco notando nuevamente su presencia que había pasado por alto hasta que simplemente sonrío de forma amable.

—Tranquila, no me molesta.–Menciono con calma.–Vamos.

Tomo mi mano para así entrelazar nuestras manos haciendo que yo me quedara mirando a aquel agarre por unos momentos hacia escuchar como ella comenzaba a tararear una canción que yo conocía a la perfección.

—¿Esa canción es..?–Pregunte con sutileza notando como giraba hacia mi con una sonrisa de entusiasmo.

—Es "Ghost of You" ,¿Te gusta?–Cuestiono ella con una sonrisa melancólica.–A mi parecer es una canción hermosamente triste.–Comento mirando el camino–¿Te parece bien ir al mismo lugar de aquel día?–Hablo nuevamente con una sonrisa.

El entusiasmo me había invadido por un momento, trate de aguantar la gran sonrisa de alegría que amenazaba por formarse en mis labios pero mis ojos fueron uno vil delatadores por hacer resplandecer el marrón de estos, así que solo asentí en repetidas ocasiones ganándome esa mirada tierna de Jennie.

—¡Claro que me gustaría!–Respondí con algo de emoción en mi voz.

Ella simplemente mostro esa sonrisa encantadora para así caminar hasta aquel lugar del bosque, cuando llegamos ella soltó nuestro agarre para encaminarse a la punta del lugar mas alto donde toda la ciudad lograba observarse, sus manos las coloco tras suyo mientras admiraba el paisaje que teníamos frente nosotras, la cuidad adornada del atardecer desvaneciéndose con lentitud alguna.

—¿Es bello, cierto?–Pregunto mirando su alrededor.–El como luce todo...–Murmuro con una mínima sonrisa.–Pensar que hace unos días...mas bien aquel día, tú llegaste a este bosque...–Levanto un poco la mirada aun sin dirigirla a mi, seguía admirando la ciudad.–Yo me dedicaba a admirar este paisaje mientras tu me mirabas a lo lejos, ¿No es así?

Yo solo la mire mirando el atardecer recordando el momento de mi torpeza y su dulce amabilidad desde el primer momento, ella realmente me cautivaba de una forma única.

—A-asi es...Te veías muy linda–Balbucee apenada.–Tanto que deseaba ser un artista para asi plasmarte en una pintura.

Ella se giro hacia mi para así mirarme por primera vez desde que habíamos llegado, sus ojos brillaban como lingotes de oro, su rostro ahora era adornado de ese color rojizo, podía volver a sentir mi corazón latir y me negaba a creer que esto era amor, porque aun era demasiado pronto como para caer rendida ante alguien que recién conoces,pero,¿Estaría bien creer en el amor a primer encuentro? Porque de ser así realmente podía considerar qué estaba creyendo en esto.

—Así que artista...–Divago ella con tranquilidad.

—¡Por supuesto!–Conteste con entusiasmo en mi voz sintiendo el latir de mi corazón.–Si yo fuera una te volvería mi obra de arte, te pintaría y mostraría al mundo para que todos aprecien la belleza de "La chica del atardecer".

Ella me miraba con admiración, escuchaba cualquier balbuceo tonto salir de mi boca prestándome toda su atención, volvió a dirigir su mirada hacia el atardecer.

—Y...¿Por qué no lo intentas?–Sugirió ella.–¿Por que no te vuelves una artista?

—Pero...–Hable con miedo agachando la mirada–No creo tener lo suficiente para serlo...

Escuche como ella se acercaba a mi mientras yo seguía con la mirada baja, sentí su tacto algo frio en mis mejillas y ella levanto con sutileza mi rostro conectando nuestras miradas para acercarse mi rostro al suyo con una distancia mínima.

"No lo lograre", "No podre hacerlo", "No soy buena en ello", "No,no,no..." es todo lo que escucho con ese comentario, ¿Solo eso dices?

—¿Uh?–Fue mi única respuesta.

Ella por su parte negó con la cabeza sonriendo un poco para dirigirme una mirada burlona.

—Entre mas digas "No" menos lo conseguirás, se que eres buena y se que tendrás talento solo arriesgarte.–Dijo con una mirada tan segura.

—¿Arriesgarme...?–Cuestione yo insegura.

—Si no arriesgas no podrás lograr algo que deseas.–Informo con serenidad en su voz–Además yo estaré a tu lado para verte triunfar.–Dijo con una sonrisa cálida acompañada de sus dulce sonrisa.

—Entonces...–Respondí con voz seria.–¡Prometo volverme una de las mejores artistas!, ¡Seré la mejor que veras!–Exprese con seguridad.

Jennie me miró con asombro, parpadeo unas veces hasta de soltar una risita al ver como me veía ante la posición de soldado que había hecho de forma inconsciente.

—Pff..–Rio un poco.–No seas tan seria...–Trato de calmar su risa.–Pero...si eso es lo que quieres entonces permíteme acompañarte en ese sueño, apoyándote siempre.

Aquellas palabras hicieron que mi corazón revoloteara de felicidad, mi rostro volvió al carmesí de hace unos minutos y simplemente me quede admirándola, no se si fue por inercia alguna o si realmente fue porque en ese momento así lo quería, tal vez la segunda será pero que mas daba ahora que la abrazaba de forma tan cálida, ¿Es normal querer demasiado a alguien que conociste hace unos días? Se que tal vez no, pero en estos momentos cuando ella correspondió mi abrazo eso no importaba porque ella me esta haciendo sentir de una forma que no puedo comprender pero se siente demasiado bien.

—Quiero que me veas triunfar...–Dije una vez nos separamos del abrazo–Deseo que me veas cumplir mis sueños y yo verte a ti cumplir los tuyos–Admire el lugar para volver a mirarla a ella–Vengamos aquí todos los días, porque tu serás mi obra de arte.

Eran palabras que soltaba desde el fondo de mi corazón, ni siquiera sabia que diría ella ante la idea de venir con la chica que conoció por su torpe caída, pero fuera lo que fuera mi corazón no dejaba de latir como un vil loco.

—¿Es una promesa?–Pregunto con alegría en su voz.

¡¡Es una promesa!!–Afirme con entusiasmo.

Ese día es para mi una de las fechas que jamás olvidare, siempre presente en mis recuerdos, en mi corazón, momentos que jamás olvidaría, dónde una vaga promesa lo era todo para mi, aquel día donde nos volvimos a encontrar y pactamos en firme voz "Nuestra promesa".

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 03, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una historia de ensueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora