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Las luces eran de distintos colores, la música sonaba con fuerza, causando que el lugar tuviera un mejor ambiente. Muchas personas por todos lados bailaban con sus bebidas en sus manos, restregándose contra los cuerpos de sus parejas, haciendo movimientos sensuales.

Los seis chicos miraron con asombro a su alrededor, era un lugar que no se veía de mala muerte, más bien parecía actual y juvenil. Caminaron hacia una mesa y tomaron asiento, dispuestos a empezar a beber para tener las energías suficientes para bailar. Y mientras más minutos pasaban, sus amigos se descontrolaban un poco más, a excepción de Aldo y Spreen que debían manejar.

Carrera y Tomás se fueron hacia la pista de baile con sus manos entrelazadas, riendo con diversión debido a los efectos del alcohol. Luego, Aldo y Roier desaparecieron entre el montón de personas, dejando a spreen y juan solos en la mesa.

Juan no quería tomar demasiado, no le gustaba, por lo que se encontraba totalmente en sus cinco sentidos al igual que spreen. Empezaron una plática normal, tratando de alejar la incomodidad entre ambos, hasta que una linda chica con cabello rubio apareció, coqueteándole a spreen con descaro. Juan sintió su estómago revolverse, su ex novio le sonreía también de manera coqueta, pero no debía demostrar ningún indicio de que estaba celoso, por lo que se limitó a observar a las demás personas, como si fuera lo más interesante.

-Juan, ¿está bien si te dejo un momento?

El mencionado miró a spreen y luego a la chica a su lado que seguía sonriendo de manera coqueta. Quería desaparecer justo en ese momento, su corazón dolía, pero no podía hacer nada más que asentir y dejar que se fueran juntos a quien sabe dónde. Spreen no estaba pensando en lo absoluto lo que estaba haciendo y el daño que estaba causando con esas acciones, en su mente solo se repetía que estaba soltero, que podía hacer lo que quisiera, aunque también una parte de él le repetía que no quería nada de eso.

-Estúpido Iván-susurró para sí mismo el menor, agachando la mirada. Estaba solo en esa gran mesa mientras sus amigos y su ex novio se divertian. No pudo evitar sentirse ridículo, se había vestido para Iván y ni siquiera lo había elogiado, había perdido su tiempo. Observó las latas de cerveza sin abrir de la mesa, y sin detenerse a pensarlo, empezó a tomar.

Con cada lata que terminaba, era una maldición más para su ex novio. Estaba muy enojado y triste, queria irse a su casa y descansar porque se estaba sintiendo muy mareado, pero la presencia de alguien desconocido lo distrajo.

-Hola, lindo, ¿vienes solo?-preguntó un chico muy guapo frente a él.

-Vengo con mis amigos, pero están bailando-respondió casual.

-¿Quieres bailar? También vine con mis amigos, y me dejaron solo, mi nombre es diego-rió, viendo a su alrededor. Juan lo pensó un momento, el chico era muy guapo, alto, con un cabello café muy brillante y con una bonita voz. No estaba totalmente consciente de lo que estaba pasando, pero su corazón roto lo empujaban a aceptar.

-Está bien—le regaló una sonrisa amable.

El castaño tomó con delicadeza la mano del de anteojos y lo guio hasta la pista de baile en donde estaban la mayoría de las personas. Sus pies y sus caderas se movían al ritmo de la música, no se consideraba un gran bailarín, pero tenía lo suyo.

Sintió unas manos rodeando su cintura, miró al chico y le sonrió con malicia, obteniendo la misma sonrisa por parte del otro. Se estaba dejando llevar, tratando de olvidar su triste situación porque si Iván se fue sin más, él podía hacer lo mismo, disfrutar solo una noche sin pensar en nada más que él mismo.

Pero al otro lado de la pista, Iván veía toda la escena con total atención, sintió una punzada de celos al ver a ese chico tocando el delicado y bonito cuerpo de su ex novio. Sabía que no debía sentirse de esa manera, estaba siendo egoísta porque él llevaba ya un rato coqueteando con la rubia, y de repente, dejó de prestarle atención a la chica, poniendo total atención a Juan moviéndose tan cerca del castaño.

We can try again | Spruan auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora